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Retornos sonados del rock.

Cuernos

La mayoría de las veces dicen volver por amor: se echan de menos o que tenían ganas de trabajar juntos de nuevo o que ahora ha surgido la chispa adecuada. O que me muero de aburrimiento y, mira tú, vuelvo a cas a que mejor que me pelen a que me ignoren. Pero, en verdad, el dinero ronda por todas estas reuniones más o menos genuinas, más o menos insinceras. ¿A nosotros, aficionados, oyentes, acaso nos importan las razones? Que nos saquen el dinero haciendo buenos discos y ruidosos conciertos. Si luego se aman o se odian, para ellos queda. Aunque en ocasiones segundas (y hasta terceras) partes no solo no son buenas, casi indeseables. Claro, que alguna excepción siempre encontramos.

He aquí una selección de esas vueltas y revueltas en el universo sonoro del rock y el metal. Tú dirás qué te parecen.

1. El retorno clásico

La banda se cerró. No hubo más discos, ni más conciertos. Pero un buen día se encuentra. En una boda, en una barbacoa. Y deciden aceptar un encargo, tal vez para un evento concreto. Y esa coincidencia les anima. Igual murió la razón del odio. Retornos clásicos hay donde elegir. Algunos se curran uno o varios discos juntos; sirvan de ejemplo los de Deep Purple (el Mark II de 1984) o Europe (2003). Otros hacen caja con una gira y «adiós muy buenas», como Héroes del Silencio (2007). Algunas bandas continúan su periplo desde entonces. Quizá el miembro díscolo fue expulsado definitivamente. Y no nos gusta señalar a nadie.

2. El retorno temporal

Esta variedad de retorno se da cuando una banda más o menos conocida mantiene su actividad de conciertos y álbumes perdiendo eso que llamamos «miembros originales». Pasados unos años, y cuando la situación lo permite, el line-up considerado original se reúne y nos deleita con una gira o alguna grabación. Tras el arrebato inicial o el llenado de caja esos miembros reciben de nuevo la patada y la banda continúa contratando en su lugar a otros músicos. Ejemplos de este retorno, el de Barón Rojo (2011) y el de Kiss (1996). Barón Rojo reunió la formación de sus primeros álbumes para una gira y una película documental durante varios meses; después Sherpa (bajista) y Hermes Calabria (batería) no fueron invitados a continuar en el grupo y los hermanos de Castro (Armando y Carlos) llamaron a otros músicos. En el caso de Kiss, tras varias giras y un álbum de estudio, los miembros originales Ace Frehley (guitarra) y Peter Criss (batería) fueron expulsados y sustituidos por otros músicos (y hasta hoy).

3. El retorno del hijo pródigo

Por alguna razón uno de los miembros principales del grupo se larga o es expulsado. Pasados unos años, tras el fracaso de ambos por separado, se produce el regreso. A veces vuelven a romper, otras continúan con más o menos amor y éxito (inseparables). Yo propongo como ejemplos el retorno de Rob Halford a Judas Priest (2003), el de Joey Belladona a Anthrax (dos veces, que ya tiene mérito, en 2005 y 2010) o el doble regreso de Bruce Dickinson y Adrian Smith a Iron Maiden (1999).

4. El retorno con muerto

Uno de los retornos más difíciles: uno de los miembros está muerto. ¿Qué hacemos? Hay dos variedades: sustituimos al muerto por otro músico o usamos un fantasma. Grupos que han regresado sustituyendo al desparecido hay varios, entre otros Led Zeppelin (en un par de ocasiones, la última en 2007 con Jason Bonham en la batería), aunque hay que reconocerles su cuidado con la memoria del Bonham original, o Alice in Chains (William Du Vall ocupó el puesto de Layne Staley en 2005 y hasta hoy). El retorno con fantasma más famoso lo protagonizaron The Beatles con su ficticia reunión de 1995: Paul McCartney (bajista), Ringo Starr (batería) y George Harrison (guitarra) grabaron una «nueva» canción con John Lennon (cantante para la ocasión y asesinado quince años antes) utilizando una maqueta de este último. Y no olvidemos a los Thin Lizzy sin Phil Lynott, tela.

5. El retorno sin nombre

Una formación se reúne tras varios años pero ¡oh, sorpresa! no pueden usar su antiguo nombre. El ejemplo arquetípico lo ofrecen Heaven&Hell: los miembros de Black Sabbath entre 1980 y 1982  no pudieron utilizar el nombre de la banda en su reunión de 2006, por lo que utilizaron el de su álbum más famoso. Los miembros de Yes son expertos en esto.

Stephen King: terror a ritmo de rock y metal.

¿Cuándo van a conceder el Premio Nobel de literatura a Stephen King? Una de las aventuras literarias más interesantes de los últimos cincuenta años, tanto por cantidad como por calidad. Igual es que no rima bien los versos libres. Sea o no merecedor de un premio tan sobrevalorado, Mr. King nos ha dado miles de horas de placer y terror a través de sus cuentos y novelas, además de las múltiples adaptaciones al cine y a la televisión que llevan su sello. Podríamos estar un fin de semana sin despegarnos del sillón.

Nosotros, aquí, hemos decidido brindarle un homenaje más que merecido seleccionando un puñado de canciones basadas en sus visiones alocadas, música nacida en diversas partes del mundo pero con el corazón puesto en algún pueblo perdido de Maine.

Y, como siempre, dale al play…

Lex Lüger – Christine

Teníamos que empezar esta selección con una canción de Rey del terror (2020) de Lex Lüger: un álbum dedicado por entero a la obra literaria de King y sus adaptaciones cinematográficas. Elegimos de entre todas la historia de Christine

Flaming Row – Jack’s destiny

La saga de La Torre Oscura ha dado mucho juego, como iremos viendo. Estos alemanes dedicaron su tercer largo The pure shine (2019) a resumir la historia en una ópera prog. Seleccionamos este corte, de casi quince minutos y un currado vídeo, sobre el destino de Jack.

Testament – Disciples of the watch

En su imprescindible The new order (1988) incluyeron este corte inspirado en Los chicos del maíz: «I am the one/To show you the path/Salvation is in the fields/Listen up children and follow me». El mal que posee la mente de los niños…

Nightwish – 7 days to the wolves

La saga de La Torre Oscura también inspiró a Tuomas Holopainen y a Marco Hietala para componer esta canción que acabó en el álbum Dark passion play (2007), y, en concreto, la quinta novela de la saga titulada Lobos del Calla.

Anthrax – Misery loves company

Continuamos con unos fans reconocidos de la obra del maestro. Dedican varias canciones en su discografía a personajes o historias narradas en sus libros, de las que seleccionamos esta basada Misery: «write for me, and only me/a really extra special story/make it mine, every line/don’t make me sorry». Del State of euphoria (1988)

Rata Blanca – Los ojos del dragón

Los argentinos escogen una historia atípica en el ideario de King, Los ojos del dragón, un cuento de hadas, magos y dragones que dedicó expresamente a su hija. «Tus ojos no brillan más/blanca hechicera te han hecho mal/en tu amarga soledad/vuelves a la eternidad». Rata Blanca la incluyó en Guerrero del arco iris (1991).

Exodus – Black 13

Para su álbum de 2014 Blood in blood out respiraron en los libros de La Torre Oscura, haciendo referencia a las esferas mágicas y, en concreto, a la número 13, la negra, que representa a la propia Torre Oscura.

Misfits – Dig up her bones

La historia de Cementerio de Animales inspira este single de American psycho (1997): «Walk me to the graveyard/dig up her bones». Resucitar a los muertos que amamos para seguir disfrutando de ellos, enterrarlos en sitio sagrado y volver a rescatarlos.

Black Sabbath – The shinning

De la poco valorada época con Tony Martin a la voz rescatamos este corte inspirado en El resplandor: «There’s a man who sees all there is to see/what the future holds for all». Abría el álbum The eternal idol (1987).

Blind Guardian – The Tommyknockers

Con Blind Guardian podríaos hacer (casi) un especial literario. Escogemos esta recreación de Los Tommyknockers. Aparece en su tercer largo, Tales from twilight world (1990). Por cierto, Stephen King reconoció inspirarse en la obra de H. P. Lovecraft, a quien también dedicamos hace poco un especial de rock y metal.

Savage Circus – It-The gathering

Una curiosidad. Thomas Stauch, batería de Blind Guardian, abandonó la banda en 2005 para formar Savage Circus. Entre las composiciones del debut Dreamland manor se incluye esta oda a la novela It y al payaso más malvado (con permiso de Ronald McDonald). El legado de los guardianes sigue empapándose del maestro del terror.

Demons & Wizards – Crimson King

Otros que también beben de la literatura de terror y fantasía. De nuevo viajamos a las páginas de La Torre Oscura para recrear uno de sus personajes principales, el Rey Carmesí, quien da título al propio álbum de 2005 Touched by the Crimson King.

Metallica – Ride the lightning

El guitarrista Kirk Hammet leía la novela La danza de la muerte cuando estaban componiendo y ensayando para el segundo álbum de Metallica. La expresión «ride the lightning» aparece en el libro, llamó su atención y acabó dando título a la canción y al álbum de 1984.

Podríamos seguir indefinidamente. Pero, por ahora, aquí lo dejamos. Seguro que no hemos incluido alguna de tus favoritas. ¡Pínchala en los comentarios!

Y si quieres pasar más miedo, prueba con estos enlaces:

Canciones inspiradas por Edgar Allan Poe

Canciones inspiradas en el terror de Lovecraft

Canciones con personajes de cómic

Qué apasionante resulta siempre, y a cualquier edad, la lectura de un buen tebeo, un cómic, término, este último, que ha acabado por imponerse en nuestro entorno. Los cómics han inspirado multitud de canciones de nuestro rollo de las que hacemos aquí una pequeña selección, bien para mostrar la pasión por el personaje, bien como medio para contar otra historia.

Esta inspiración también ha viajado en el sentido opuesto, y músicos del rock y el metal se han convertido en personajes de cómic de manera ocasional o con sus propias cabeceras, protagonizando tremendas odiseas de papel y tinta. En este enlace podéis repasar la historia de las historietas con músicos en su interior: cómo The Beatles compartieron páginas con la Antorcha Humana y La Cosa, si Kiss realmente donó su sangre para colorear sus cómics o cómo se dibuja a Ramones con estilo, entre otras muchas curiosidades.

Como siempre, dale al play…

Elton John – Dan Dare, Pilot Of The Future

Elton se pregunta: «Can you tell me how old Dan might have done it/If he’d been here now?». Juega con el amor a una pareja imposible y las imposibles aventuras del piloto Dan Dare, ambientadas en algún momento del futuro. «You know I loved Dan Dare/But I couldn’t make his flight/So long, so long, yeah». Un corte divertido, de ritmo funky, que apareció en Rock of the Westies (1975).

Guadaña – Dios del Trueno

«Al abuso ponle fin/busca fuerza en el dolor/el martillo hierve/Dios del Trueno: poderoso Thor». La banda utiliza el mito y la historia de Thor para hablar del abuso escolar, donde la fuerza y la energía del personaje de cómic enseña el camino para superar y vencer. La grabaron para el álbum de 2017 Karma. Fantástico vídeo: «saca el héroe que hay en ti».

Manfred Mann’s Earth Band – Pluto the dog

Divertida referencia al perro naranja de Mickey Mouse. Un instrumental en el que el mismísimo Pluto ladra en plan estribillo. Cerraba la primera cara del disco de 1973 titulado Solar fire.

Anthrax – I am the law

Una de las canciones más famosas de nuestro rollo sobre el salvaje Judge Dredd, policía, abogado, juez y verdugo en el mismo instante. «So break the law, and you wind up dead/truth and justice are what he’s fighting for/Judge Dredd the man, he is the law». Single que alcanzó el puesto 32 en las listas. Grabado para Among the living (1987).

Monster Magnet – Ego the Living Planet

«I talk to planets, baby». Contundente instrumental el de los chicos de Dave Wyndor sobre un uno de los villanos más enigmáticos del universo Marvel, quien debutó, precisamente, en un cómic de Thor. La escuchamos en el Dopes to infinity de 1995.

Suburbano – Makinavaja – Tijuana in Blue

Makinavaja fue un personaje muy popular en el cómic de finales de los ochenta y principios de los noventa. El nombre (y el fulano en cierto modo) se inspiró en Makie el Navaja de La ópera de tres centavos de Kust Weill y Bertold Berch. El dibujante Ivá desarrolló al canalla del que hablan estas canciones. La primera, de Suburbano, titulada Makinavaja, aparece en el álbum Fugitivos (1993). La segunda, de Tijuana in Blue, titulada Maki Navaja, el último chorisso aparece en A bocajarro (1988): «Maki el Navaja el chorisso más grande que ha parido madre».

Spin Doctors – Jimmy Olsen’s blues

No iban a ser los superhéroes los únicos protagonistas de las canciones. Un personaje tan imprescindible como secundario, qué cosas, inspira esta. Olsen suplica amor a Lois Lane, deja a ese superhombre: «Oh, Lois Lane please put me in your plan/yeah, Lois Lane you don’t need no super man/come on downtown and stay with me tonight/I, I got a pocket full of Kryptonite». Difícil, pues compite contra el hombre de acero «I’m Jimmy Olsen not a titan, you see/He’s faster than a bullet, stronger than a train». ¿Lo conseguirá? Parte de Pocket full of Kryptonite (1991).

Mojinos Escozios – Super Superman

En 1979 Miguel Bosé grabó en su álbum Chichas! este tema en inglés homenajeando al super hombre: «Don’t you understand we love you?/Super superman/Don’t you know you are my hero?». Ven aquí que te enseño a bailar. Los irreverentes Mojinos Escozíos se marcaron una versión para el álbum colectivo El Jueves: versión imposible (1998) que aquí os pegamos. Ese riff AC/DC…

The Kinks – (Wish I could fly like) Superman

Y otros más que se acuerdan de Superman. Ray Davis se levanta resacoso, cansado, agotado por la mañana y todo lo que desea es ser como el superhéroe: «Superman, Superman/I want to be like Superman/I want to be like Superman/Superman Superman/Wish I could fly like Superman». ¿Qué haríamos cualquiera en su lugar?»I’d really like to change the world/Save it from the mess it’s in/I’m too weak, I’m so thin/I’d like to fly but I can’t even swim». Divertida e irónica, la escuchamos en Low budget (1979).

Asfalto – Capitán Trueno

Y a un héroe distinto, pero con el mismo espíritu, clamaban en su debut de 1978: «Ven Capitán Trueno, haz que gane el bueno/Ven Capitán Trueno, que el mundo está al revés». La imagen del héroe, de la historieta en la que los buenos siempre ganan, se llevan el premio y dan su merecido a los malos. Eran años de reivindicar, de buscar la salvación y la esperanza. «A bordo de su barco subiríamos tú y yo/perseguidos por los años desde que él nos dejó».

Rob Zombie – War zone (The punisher)

Otro personaje violento y polémico, un vengador de balas y bombas: «Bullet meet skull, meet the end of your life, yeah». Rob la compuso y grabó para la banda sonora de la película de igual título, Punisher: war zone (2008). Recuerda, «You can’t see me/you can’t stop me/you can’t kill me».

Ramones – Spiderman

Los neoyorkinos más punkarras se marcaron esta versión del tema de cabecera de la serie de dibujos del «trepamuros» de los años sesenta para el álbum colectivo Saturday morning: cartoons’ greatest hits (1995).

Iced Earth – I died for you

¿Un álbum dedicado a un personaje de cómic? Jon Schaffer, líder de la banda, alucinado por el universo de Spawn, concibió el disco conceptual The dark saga (1996), cuarto de la banda . Antes había intentado poner banda sonora a los proyectos de animación que Todd McFarlane estaba llevando a cabo. La portada del álbum la realizó el propio dibujante de Spawn, de cuya relación con la música ya os hablamos en este enlace.

Una pequeña muestra de la apasionante relación entre el arte de las viñetas y el arte de las guitarras ruidosas. Pero faltan muchas más. ¿Cuál nos puedes recomendar?

La grungificación del rock y el metal en los 90

Todas las épocas tienen su sonido rompedor, un músico, una banda o un grupo de bandas que hacen temblar lo establecido en la música popular y dan un giro de volante al mercado. En ocasiones de manera definitoria y permanente, como hicieran Cream y un tal Jimi Hendrix a finales de los sesenta o The Sex Pistols y compañía a finales de los setenta. En otras, se convierte en una moda pasajera. A comienzos de los noventa un movimiento musical (o comercial) surgió desde Seattle para copar las listas de ventas de Estados Unidos y el mundo. Un movimiento que se llamó grunge y cuyo nacimiento repasamos en este post. En 1991 coincidieron en los estantes Nevermind (Nirvana), Badmotorfinger (Soundgarden), Ten (Pearl Jam) y Facelift (Alice in Chains). Entre los cuatro juntan más de treinta millones de discos vendidos. Ese mismo año ocurrió otro hecho significativo: Metallica publicó su álbum homónimo, el black album, y se comió el mercado metalero. La transición del thrash casi underground a ser la banda superventas fue un mazazo para el género. A comienzos de 1992 Pantera publicaba Vulgar display of power para poner una nueva forma de hacer metal en los hogares de millones de chavales, lo que se denominó groove metal.

Las bandas de rock y metal que habían reinado a finales de los ochenta comenzaron a tener problemas de mercado. Los fans habían girado sus orejas a estos nuevos rebeldes llenos de ira y poder sónico, mientras que las «viejas» formas se consideraban trasnochadas. Como en tantas otras ocasiones, la «industria» se frotaba las manos; puso su dinero en cualquier banda que sonara a grunge, a groove, a metal «moderno» arrebatándolo de las producciones y la promoción de los sonidos «eighties». El hair metal, el rock arena, el thrash y el heavy de armonías guitarreras estaba muerto.

     

Las estrellas de aquellos años lo pasaron mal. Dee Snider dijo «fue una disociación de todo lo que se hacía en aquella era: la ropa, el pelo, el sonido, la puesta en escena». Hasta una mega estrella curtida como Sammy Hagar afirma que se sentía inseguro y confiesa: «decía a los chicos: pongamos a esas bandas en el maldito cartel; así los fans sabrán lo buenos que somos; pero era miedo a quedarnos solos lo que nos llevó a esa decisión en realidad».

Algunas bandas mantuvieron el tipo, su estilo, con mayor o menor suerte, a veces con cambios drásticos en sus filas, y a ellas les dedicaremos otro post en el futuro. Hoy nos centramos en bandas veteranas y noveles que aún albergaban la esperanza de triunfar y no dudaron en girar sus voces y sus guitarras a los nuevos sonidos. En unas ocasiones contratando a los productores de las nuevas estrellas; en otras incluyendo a nuevos miembros que dieran con esa tecla moderna; a veces, simplemente, imitando de la mejor manera posible. A eso le hemos llamado grungificación. Aquí seleccionamos ocho discos de esos grupos que, con mejor o peor suerte, intentaron capear el temporal que había hundido su barco del tesoro en aquellos primeros noventa. Algunos, incluso, fueron más brillantes.

Como siempre… dale al play.

Mötley Crüe – Mötley Crüe – 1994

El cambio radical de uno de los estandartes del hair metal y la superficialidad de la década anterior. Jon Corabi sustituía a Vince Neil, aportando otra voz y una segunda guitarra, pero, sobre todo, un modo de componer que Nikki Sixx aprovechó para intentar ser la banda más cool del momento. Volvieron a contar con la producción de Bob Rock, el tipo que había llevado a Metallica a lo más alto, para sonar duros, oscuros. El disco no vendió bien, las giras se cancelaron, comenzaron a tocar en locales pequeños y la historia de Corabi acabó abruptamente pocos años después con el regreso de Vince Neil y un engendro titulado Generation swine (1997).

Winger – Pull – 1993

La banda de Kip Winger y Reb Beach había alcanzado la popularidad multiventas con sus dos primeras obras (Winger en 1988, In the heart of the young en 1990). Llenaron sus composiciones de texturas metaleras, dieron más importancia a la percusión y los cambios de ritmo y oscurecieron su propuesta de manera voluntaria, cambiando la orientación de muchas letras hacia asuntos sociales y políticos. El disco, excelente, no consiguió competir en el nuevo mundo y la banda desapareció una larga temporada.

Dangerous Toys – The Rtist 4merly known as Dangerous Toys – 1995

Fueron divertidos hasta el final. Abrazaron las sonoridades grunge y algo de metal al estilo Alice in Chains pero no perdieron la sonrisa. Incluso el libreto imita al de Facelift (1990). La portada y el título ya son una burla hacia Prince, su cambio de nombre y la portada de Lovesexy (1988), falo incluido. Como a otros, acabó siendo su canto del cisne, pero muy recomendable escucha también. Murieron con estilo.

KISS –  Carnival of souls – 1997

Una historia también curiosa la de este álbum. Paul Stanley y Gene Simmons intentaron (una vez más) subirse al carro de moda para mantener el flujo de dinero. Contrataron a Toby Wright, quien había trabajado con Soul Asylum y Alice in Chains, para oscurecer el sonido. Bruce Kulick compone la mayoría de cortes y es la voz solista por primera vez en uno de ellos. El disco, grabado a finales de 1995, se aparcó ante la inminente reunión del line-up clásico de la banda. Pero los bootlegs comenzaron a distribuirse entre los fans y la compañía discográfica decidió editarlo de manera oficial con el título de The carnival of souls: the final sessions en 1997.

Skid Row – Subhuman race – 1995

Otra vez aparece Bob Rock por aquí. La banda decidió endurecerse de manera definitiva metiendo sonidos metaleros, un poco de groove y un toque modernete, con una producción oscura y algo claustrofóbica por momentos. Aunque demostraron adaptarse bien a la época, la compañía Atlantic les dio la patada y Sebastian Bach y Rob Affuso acabaron fuera del grupo. No volvieron a levantar cabeza.

Ozzy Osbourne – Ozzmosis – 1995

Este caso resulta bien curioso. Ozzy se metió en el estudio a principios de 1994 con el productor Michael Wagener y la idea de hacer un disco con Steve Vai. El asunto no funcionó. Vai abandonó el proyecto. Hicieron la preproducción con Wagener, pero la compañía no quería repetir los sonidos «antiguos». Contrataron a Michael Beinhorn, productor de Red Hot Chili Peppers (Mother’s milk, 1989), Soul Asylum (Grave dancers union, 1992) y Soundgarden (Superunknown, 1994), para lograr canciones más «de mercado». Músicos clásicos como Zakk Wylde, Geezer Butler o Rick Wakeman sonando a puro nineties. Les fue bien.

Slayer – Divine intervention – 1995

Las estrellas del thrash también pasaron su crisis. Los magníficos Slayer recurrieron a la mano de Toby Wright (Alice in Chains, Soul Asylum) para co-producir y mezclar este Divine intervention. Además, cambiaron su forma de componer, fueron más cercanos a los temas de su entorno en la forma de escribir las letras. La compañía cambió el estilo de la portada, en un intento de actualizar, también, la imagen. La ausencia de Dave Lombardo en la batería dejó a Paul Bostaph a los mandos del bombo, un todoterreno. La propia banda se quejó posteriormente del sonido final del disco, aunque vendió bien y mantuvo los auditorios llenos.

Anthrax – Sound of white noise – 1993

Ya dedicamos un post a los años con Jon Bush a la voz, que comienza, precisamente, con este álbum. Los neoyorquinos contaron en la producción con Dave Jerden, el tipo tras el éxito de Alice in Chains (Facelift en 1990 y Dirt en 1992) y que había trabajado con Social Distortion y Jane’s Adiction, entre otros. Letras más serias, un sonido más metalero, quizá algo oscuro por momentos, con un gran trabajo rítmico. Lo curioso es que vendió más que en su época dorada.

Canciones sobre mitos y leyendas

¿Qué sería de la humanidad sin sus mitos, sus religiones, sus leyendas? Caminos de vida, historias llenas de esperanza y terror, de lecciones falsas y verdaderas, muchas de ellas han trascendido hasta nosotros de infinitos modos. Nuestros músicos se han inspirado en numerosas ocasiones de manera más o menos directa en las aventuras de personajes emblemáticos, estereotipos de las cualidades mejores y peores de cada uno de nosotros. Aunque hay cientos de canciones, nos hemos permitido seleccionar, por ahora, estas, diversas.

Como de costumbre, dale al play…

Tierra Santa – Las walkirias

Las damas que acompañan al guerrero caído hacia el más allá, hacia la eternidad feliz: «Ellas te conducirán/Al reino de los muertos/Viajaras hacia el lugar/De la inmortalidad». Canción que escuchaos en el álbum de 2003 titulado Indomable.

Amon Amarth – Death in fire

La discografía de estos suecos gira en torno a la mitología vikinga, de la que se consideran fieles seguidores. Como curiosidad, su nombre deriva de una lengua élfica «inventada» por J.R.R. Tolkien. En esta ocasión, nos hablan del final de los tiempos, del Ragnarok: «Storm of lethal flames/Only death remains/Ragnarok is closing in/Die for honor, glory, death in fire». Parte del álbum Versus the world (2002).

Nektar – Away from Asgard

La mitología escandinava da para una entrada ella sola (quizá en el futuro). La banda, formada en Alemania por músicos británicos, comenzó su sexto lanzamiento titulado Magic is the child (1977) con esta oda a la venganza y la protección de los dioses «Away from Asgard his hammer needed in the North/the warring people will know his power and his force»

Anthrax – Medusa

En su ascenso a los cielos metaleros, los neoyorquinos grabaron este homenaje a la monstruosa Medusa, que convertía en piedra a quienes osaban mirarla a los ojos. Y de eso trata la canción: «cannot move, no eyes to see, a statue now/For all eternity Medusa laughs at you/And you’re her slave». La escuchamos en el segundo álbum, de 1985, titulado Spreading the disease.

Warcry – El guardián de Troya

Los asturianos recuerdan el episodio de la conquista de Troya a través de uno de los guardianes de la ciudad, y su triste final: «siento llegar la oscuridad/muero tranquilo, he luchado hasta el final/por mi hogar doy la vida/no puedo, dar más». Uno de los cortes más logrados de Alea Jacta Est (2004).

Cream – Tales of brave Ulisses

Clasicazo narrando otro clasicazo: el viaje de regreso a casa de Ulises. Las dificultades y las aventuras que corrieron. «How his naked ears were tortured/By the sirens sweetly singing/For the sparkling waves are calling you/To kiss their white-laced lips». Era el año 1967 y el álbum Disraeli gears.

Avalanch – Cambaral

Pero no solo de mitología nórdica y helénica vive el roquero. Otros asturianos rescatan una leyenda de su tierra. Cambaral, cruel pirata que asolaba las costas asturianas, se enamoró en presidio de la hija de su captor. Al huir, este les encontró en el puerto y, mientras se besaban, les decapitó. El beso eterno. «Dicen que ella escapó con su joven ladrón/Pero el rey les halló/Y con furia y dolor, ante un beso de amor/A los dos con su espada atravesó». Del Llanto de un héroe de 1999.

Saurom – La leyenda de Gambrinus

Y hasta centroeuropa nos llevan los gaditanos Saurom para compartir la leyenda del inventor de la cerveza, del semidiós que, según la región, adquiere diversos poderes sobre las cosechas, el ánimo de las personas o la fabricación de diversos productos. «Te enseñaré a disfrutar/bebe para olvidar/luego el corazón dejará de suspirar». Se incluyó en el álbum Vida del 2012.

Caifanes – La llorona

El espectro de una mujer que sufre, un alma en pena que ahogó a sus propios hijos y los busca arrepentida lamentándose noche tras noche. Aparece en el folclore de centroamérica y los estados sureños de Estados Unidos y se le supone un origen prehispánico. Los mexicanos Caifanes utilizaron la tristeza de este espectro para grabar una canción de amor perdido «no quiero amarte/no quiero llorar contigo/déjame ver tu piel/déjame ser tu piel». Cerraba su disco El nervio del volcán (1994).

Judas Priest – Halls of Valhalla

La llamada del Valhalla durante la batalla, el paraíso de los guerreros caídos en combate: «The storm in the night takes us there/on an unrelenting tide/as the wind drives us ashore/Halls of Valhalla». Escuchamos a Rob Halford tronar este estribillo en Redeemer of souls (2014), en el que, por cierto, hay otras referencias a mitos y leyendas.

Zenobia – Ícaro

En toda religión y mitología encontramos un personaje que infringe las leyes sagradas, se enfrenta a los dioses, a los reyes, y cae en el abismo, el sufrimiento o la perdición. El mito de Ícaro, por ejemplo, hijo de Dédalo, quien osó huir de su encierro para acabar muerto por su inconsciencia o su arrogancia, según. Zenobia lo recrean en el álbum Alma de fuego (2010).

Black Sabbath – The battle of Tyr/Odin’s court/Valhalla

Y cerramos con un dios germánico. Curiosidad: la palabra viene de una palabra del idioma protoindoeuropeo que también dio origen a Zeus y Júpiter (máximos dioses de la cultura griega y romana). En algún momento Tyr perdió protagonismo frente a Odín en las mitologías nórdicas, pero su influjo se mantuvo en los pueblos germánicos. Black Sabbath dedicaron el título de este álbum de 1990 y un instrumental al dios, aprovechando para narrar odiseas y mitos nórdicos en Odin’s court y Valhalla. Por cierto, el martes sajón es el día de Tyr (tuesday=día de Tiw, el mismo nombre en inglés antiguo).

¿Qué canción de qué mito nos hemos dejado en la papelera?

KISS en diez versiones.

O los amas o los odias. Pocas bandas son capaces de polarizar el sentimiento roquero con tanta baba como los neoyorquinos KISS: te empapas de su parafernalia, su pirotecnia, las plataformas y el merchandaisin o les expulsas del Olimpo musical por su (supuesta) poca calidad musical. Por aquí adoramos sus contoneos y su rocanrol all nite (and party everyday, ya sabes) y hemos decidido dedicarles un homenaje a través de los artistas y músicos que han perdido su tiempo haciendo una versión de sus (malas) canciones. Ahí os dejamos esta pequeña selección de diez cortes diversos y divertidos.

Racer X – Detroit Rock City

Paul Gilbert a la guitarra y Scott Travis a la batería, ¿qué puede salir mal? Se marcaron esta contundente versión en su directo Extreme volume II (1992). La original, una de las más conocidas e interpretadas por la banda, abría el álbum Destroyer (1976), uno de los más aclamados de toda su discografía. Ojo al solo.

Bathory – Deuce

Y si de contundencia hablamos, Bathory se llevan la palma al llevar a Kiss a su terreno. Cerraban con Deuce su álbum de 1995 titulado Octagon. La original formó parte del debut en 1974 de los «carapintada».

Dimebag Durrel & Vinnie Paul (Pantera) – Fractured mirror

Con sus modestas dotes técnicas y su fantástico feeling, Ace Frehley enganchó a muchos guitarristas de diversos estilos. El brutal Dimebag Darrel (Pantera) le rinde homenaje en este instrumental con la ayuda de su hermano Vinnie Paul a la batería. Apareció en el álbum Spacewalk: a salute to Ace Frehley (1996). La original sonó en el álbum Kiss/Ace Frehley de 1978.

Axel Rudi Pell – Love gun

Ya que estamos con virtuosos de la guitarra, rescatamos la transformación total que hizo Axel Rudi Pell para su álbum de versiones Diamonds unlocked (2007). Fabrican una balada que va creciendo en la voz de Johnny Gioeli. Un tal Mark Terrana se encarga de la percusión. La original, uno de los himnos de la banda, abría la cara B del álbum Love gun (1977).

Cher – A world without heroes

Otra personalísima versión realizó Cher, con la producción y las guitarras de Steve Lukather y la colaboración de Michael Landau y David Paich (Toto), en su Love hurts (1991), de su etapa más hard roquera. La original, en cuya composición colaboró Lou Reed, apareció en el Music from «The Elder» de 1981.

Girlschool- Do you love me?

Seguimos con mujeres roqueras. Las británicas Girlschool patean un par de culos con esta versión, pegajosa, ochentera y llena de encanto y personalidad. La grabaron para su quinto disco titulado Runnig wild (1985). El corte original cerraba Destroyer (1976). Una canción de amor desesperado, en el fondo.

Skid Row – C’mon and love me

Otra historia de amor (más o menos) por otros tipos malos. Sebastian Bach pone su poderosa voz al servicio de uno de los más veloces temas de los primeros años de la banda. El original pertenece al Dressed to kill (1975) y la versión completó el single Slave to the grind (1991) del álbum de igual título.

Anthrax – Parasite

Y otra extraña pasión: la que Scott Ian (guitarrista) y sus colegas de Anthrax tienen por Kiss. Han colado versiones siempre que han podido, las adoran. Esta, que les pega más que ninguna, con ese fabuloso riff de Mr. Frehley, la grabaron durante las sesiones de State of Euphoria (1988) y la editaron en su EP del siguiente año Penikufesin. Kiss la metieron en su segundo largo titulado Hotter than hell (1974).

Helloween – I stole your love

Andaban en eso de la reconversión los germanos Helloween después de perder al fundador y guitarrista Kai Hansen, al batería Ingo Schwintenberg y al cantante Michael Kiske. Con Andy Deris a la voz grabaron este pedazo de cover en las sesiones del Master of the rings (1994). Se editó como parte del single Sole survivor. La original abría el álbum Love gun (1977). Si quieres más caña, escucha esta de Lost Society.

White Zombie – God of thunder

Otro que no oculta su pasión por Kiss es Rob Zombie, polifacético del siglo XXI. Antes de ser famoso, allá por 1989, grabó esta rotunda versión para un EP de igual título. No se imaginaban los compositores originales cuando la metieron en Destroyer (1976) que llegarían a escuchar esto.

Y de regalo dejo por aquí esta versión a violines del single más vendido de la banda, I was made for lovin’ you, del álbum Dynasty (1979), a cargo del cuarteto ruso Silenzium.

Thin Lizzy en diez versiones

Thin Lizzy es una de las bandas habituales de este blog. Nos encanta su música y hasta hemos alabada la biografía que de su alma y principal compositor, Phil Lynott, hizo Graeme Thomson. Así que, al final, teníamos que rendir un homenaje en nuestra sección de versiones. Y, ¿qué manera mejor que recrear su música en la voz y la creatividad de otros músicos favoritos? Fans, al fin y al cabo, de Thin Lizzy. La selección no ha sido nada fácil, por cierto.

Dale al play y disfruta…

Iron Maiden – Massacre

Esta canción tiene todos los ingredientes que hicieron grandes a Thin Lizzy: dobles guitarras armonizadas, una línea melódica pegadiza, un buen solo y una letra con gancho. Iron Maiden, hijos bastardos suyos, no se lo pensaron en 1988 como cara B del single Can I play with madness?. La original en Johnny the Fox (1976).

Anthrax – Cowboy song

El álbum Jailbreak de 1976 fue el momento de mayor popularidad y éxito del grupo. De ese disco encontramos varias covers aquí. Esta, con un tinte de far west, la clavaron a su estilo Anthrax como parte del single Black lodge de 1993.

Bon Jovi – The boys are back in town

Precisamente el single más popular de ese Jailbreak (1976) fue este tema, llevado al terreno eighties por Bon Jovi para el recopilatorio Starway to heaven/Highway to hell de 1989. Pierde parte del rollo roquero pero gana en la interpretación vocal.

Raven – The rocker

Sin duda la banda de Dublín supo llegar a los corazones y las orejas de artistas variopintos. Los británicos Raven se marcan su particular viaje en el tiempo marcándose The rocker en su álbum Glow de 1994. La original fue single y apareció en el álbum Vagabounds of the western world de 1973.

Sodom – Cold sweat

Hasta una banda en apariencia tan alejada del Universo de Phil Lynott y sus secuaces como los alemanes Sodom se dejaron engañar para hacer esta versión incluida en su cuarto largo Better off dead (1990). La original podemos escucharla en el último largo de la banda, Thunder and lightning (1983).

John Norum & Glenn Hughes – Opium trail

La pareja formada por el guitarrista sueco John Norum y el hiperactivo Glenn Hughes se marcaron un extraordinario trabajo titulado Face the truth en 1992. Incluye esa joya, tema emblemático y polémico sobre drogas que aparece en el imprescindible Bad reputation de 1977.

Tesla – Bad reputation

De ese mismo álbum se marcaron Tesla un homenaje, exactamente del tema título, para su primer álbum de versiones titulado Real to real del 2007. Tan buena que da miedo. Menudo riff. Y ojito al solo.

Def Leppard – Don’t believe a word

Y solo un año antes los británicos Def Leppard editaron su álbum de versiones titulado Yeah! en la que también se permitieron el lujo de redondear su propia visión de una canción emblemática de Thin Lizzy. En esta ocasión, famosa también en la voz y la guitarra de Gary Moore, la original se escucha en Johnny the Fox (1976).

Ace Frehley y Slash – Emerald

No podía faltar una de mis favoritas de Thin Lizzy, también del álbum Jailbreak de 1976, en las guitarras de dos cracks como Slash y Ace Frehley. La grabaron para el disco de versiones de este último, titulado Origins, vol.1 y publicado en 2016.

Gamma Ray – Angel of death

Curiosa elección la de los germanos Gamma Ray para acompañar el single del tema Heaven or hell de 2001. Tema de un disco menor del grupo, Renegade (1981), cobra una nueva vida en las manos y la voz de Kai Hansen.

Y con esto completamos las diez canciones de una difícil selección. Para redondear nuestro trabajo, os dejamos la inevitable y archifamosa versión del Whiskey in the jar de Metallica. Aunque los arreglos y la cover de Phil se ha convertido en el estándar del que todos tiran, no es suya, si no una canción tradicional irlandeses. En este enlace os lo contamos.

Metallica – Whiskey in the jar

Heavy Metal Christmas (3): Navidad jevi again

Ho, ho, ho, ya está  aquí la Navidad. ¿La odias? ¿La amas? ¿La celebras? En realidad, sientas lo que sientas, hagas lo que hagas, es inevitable soportar su banda sonora de cancioncillas moñas y repetitivas. Para que disfrutes o molestes en las próximas celebraciones nosotros dejamos por aquí unos villancicos metaleros, unas rolas protestonas, unas coplillas de fiesta y algunas versiones de clásicos.

Y, de regalo, nuestra playlist navideña al completo. Que ya es el tercer año que nos curramos esta selección. Venga, dale al play, comparte el turrón y el espumoso y no olvides mandarnos un pellizco del décimo premiado, que nos gusta comer como al que más.

Lemmy, Dave Grohl y Billy Gibbon – Run Rudolph run

Queen – Thank God It’s Christmas

Ska-P – Villancico

The Darkness – Christmas time (don’t let the bells end)

Venom – Black Xmas

Los Planetas – El espíritu de la Navidad

Joe Lynn Turner – Rockin’ around the Xmas tree

Bruce Springsteen – Santa Claus is coming to town

Mamá Ladilla – Viene la Navidad

Chuck Billy y Scott Ian – Silent night

Chivi – Me cago en la puta Navidad

Además de esta selecta lista, os pegamos la playlist al completo de Rockologia en Spotify.

 

Las portadas de Don Brautigam

Don Brautigam

 

Las portadas de Don Brautigam

Ilustrador polifacético, se forjó oficio en portadas de libros para diversas editoriales en el campo del misterio y la ciencia ficción (Stephen King, Dean Koonz, Robin Cook). Sus primeros pinitos en la música los encontramos a finales de los setenta con ocasionales portadas de jazz. Sin embargo, tras un par de escarceos roqueros, Elektra le hizo dos encargos que cambiarían su cuenta bancaria. El primero, para el debut de Metal Church (The dark) y el segundo para el mega-álbum Master of puppets de Metallica. Tal fue el impacto de la portada que varias «majors» decidieron picar. Su mayor cliente, la banda neoyorquina Anthrax, a quienes diseñó Among the living, State of Euphoria y Persistence of time.

don-brautigam

 

Hasta mediados de los noventa trabajó para Testament (The ritual), AC/DC (The razor’s edge), White Lion y Mötley Crüe (Dr. Feelgood) entre otros muchos. El negocio decayó, llegaron las nuevas tecnologías, las portadas pasaron a mejor vida y él volvió a sus libros. En su página puedes repasar gran parte de su obra, pinchando en este enlace.

Testament

 

 

Revisa otras historias en nuestra sección Arte-Rock:

Lo mejor de Anthrax: aquellos años con John Bush

John Bush Anthrax

Lo mejor de Anthrax (con John Bush)

Desde elaño 1992 hasta el 2005, John Bush comandó la nave de Anthrax a lo largo de cuatro álbumes de estudio, un directo y un original recopilatorio lleno de re-grabaciones de viejos éxitos. Una época de altibajos en las ventas y la fama del grupo, no por falta de calidad, precisamente, si no más bien por los continuos cambios en los gustos «del mercado» y un poco a la inestabilidad de los propios miembros. En cualquier caso, repasamos aquí aquellos años de Anthrax con John Bush.

AnthraxSoundOfWhiteNoise

Editado en mayo de 1993, Sound of white noise supuso la ruptura con el sonido thrash (que la banda había comenzado en Persistence of time), buscando adecuarse al mercado que habían roto los grupos de Seattle. De hecho, escogieron al productor Dave Jerden, quien había trabajado con Alice in Chains. Desaparece la hipervelocidad, se reduce la agresividad, comienzan los cambios de ritmo, el ímpetu por el groove crece y se reducen los solos. Canciones más melódicas, algo más próximas. Las guitarras corrieron a cargo de Dan Spitz y Scott Ian, la batería la machacó el genio Charlie Benante y las cuatro cuerdas las manejo con brillantez Frank Bello. Canciones destacadas: Only, una genialidad, Black Lo
Anthrax Stomp 442
dge y Room for one more.

Dos años más tarde salió un álbum algo más duro, con muchas horas de trabajo detrás, que daba una vuelta de tuerca a su sonido acercándolo al de grupos como Pantera. En Stomp 442 mantenían las melodías y los cambios de ritmo y la producción de la propia banda junto a los Butcher Bros (Phil and Joe Nicolo) les mantenía en equilibrio jugoso entre lo moderno y su aroma metalero. Dan Spitz había abandonado la banda, pero no fue sustituido oficialmente. Varios guitarristas se hicieron un hueco en la grabación, entre ellos Paul Crook, Dimebag Darrell (Pantera) o Mike Tempesta (técnico de la banda, ya había colaborado en otras ocasiones). A destacar Nothing, Fueled, Riding shotgun o King size.

Anthrax – Only

AnthraxVolume8TheThreatIsReal

No fueron bien las ventas, la banda acabó contrato con Elektra, en fin, malos años para grupos «clásicos». El (aún) cuarteto dio la cara en su álbum de 1998 titulado Volume 8: the theat is real. Un poco más agresivo que sus antecesores, tiró de Dimebag Darrell de nuevo, así como de Paul Crook (que produjo el disco). El propio batera, Benante, metió guitarras también. Canciones a rescatar: Crush, Inside out o Harms way.
AnthraxWCFYA

La cuarta y última trastada de Bush en Anthrax mejoró mucho, gracias, sobre todo, a la inclusión de Rob Caggiano, genial guitarrista y un tipo que sabe cómo arreglar un tema para que suene con fuerza. El sonido vuelve a acercarse a su lado heavy clásico con variedad de tempos y estilos, un poco a gusto de todos los miembros del combo. Vuelve a colaborar Dimebag Darrell y mete voces Roger Daltrey (The Who). Bush y Caggiano hacen un trabajo fenomenal. Canciones a destacar: What dosn’t die, Safe home, Strap it on y Superhero.

Una época brillante, no tan golosa quizá como los años con Belladona, pero cuatro grandes obras que no deben pasar inadvertidas. Un cantante fenomenal, John Bush, tanto con Anthrax como con Armored Saint, a los que dedicaremos alguna vez un hueco en rockologia.com

Anthrax – What dosen’t die