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Versioneando: Slade en diez versiones.

Solo las cifras ya imponen: consiguieron meter 17 singles consecutivos en el top20 británico en los setenta, algo inaudito, que les convirtió en la banda británica de mayor éxito de la década; fueron los primeros en conseguir que tres de sus canciones acabaran en el número 1 de ventas en las islas y, en total, seis de sus composiciones alcanzaron ese puesto en apenas tres años. Ahí están Coz I luv you, Take me bak ‘ome, Mama weer all crazee now, Cum on feel the noize, Skweeze me pleeze me y Merry Xmas Everybody. Como se ve, su particular forma de escribir los títulos también era una marca «de la casa». En sus años dorados, Noddie Holder a la voz y la guitarra, Dave Hill como guitarrista principal, Jim Lea al bajo y los teclados y Don Powell a la batería.

Con esa presencia en los medios no es extraño que influyeran en músicos posteriores, en especial aquellos que eran chavales en la segunda mitad de los setenta. En nuestra selección de hoy compartimos diez versiones de admiradores más o menos populares que recrean a su manera los éxitos y los temas ocultos de Slade. Algunos muy fieles, otros a su modo.

Slade, en diez versiones de hard&heavy.

Como siempre… dale al play!

Blind Guardian – Merry Xmas Everybody

Con un cachondo vídeo en el que se disfrazan de Slade, los alemanes felicitaron las Navidades del 2020 con este single. La original fue el último número uno de la banda en UK, allá por 1973.

Pretty Maids – Far far away

Publicado en 1974, este corte fue uno de los últimos éxitos del grupo en sus años grandes. Una de nuestras bandas danesas favoritas lo regrabó compartiéndolo en su álbum First cuts… and the some (1999).

Steve Overland – Look wot you dun

Que un cantante y compositor excepcional como Steve Overland (FM) se entregue en un álbum de versiones de la banda (Slade Remade, 2001) ya apunta a la gran influencia de los británicos. Overland aporta un toque muy personal a este single que alcanzó el número 4 en 1972 y se incluyó en la recopilación Coz I luv you (1972).

Britny Fox – Gudbuy T’Jane

Siempre se ha dicho que el movimiento de hard rock de la segunda mitad de los ochenta (eso que se llamó Hair Metal o Glam Metal) era deudor de aquel Glam Rock británico de los primeros setenta. Y seguro que algo de razón no le falta. En su debut de 1988, estos yanquis gastaron laca y homenaje a partes iguales para recrear este corte que abría la cara B del Slayed? de 1972.

The Quireboys – Everyday

En diciembre de 2005 The Quireboys editaron un single con tres versiones: Tears in heven (Eric Clapton), When I’m away from you (Frankie Miller) y este Everyday que Slade grabaran para Old new borrowed and blue (1974).

Edguy – Come on feel the noize

En 1983 Quiet Riot se hicieron de puro platino con su famosa versión, pero hoy preferimos compartir esta de los metaleros alemanes Edguy, muy curiosa adaptación grabada durante las sesiones de su Age of the joker (2011). La original fue uno de los singles de mayor éxito de 1973 y abría Sladest del mismo año

Michael Bruce – So far soo good

No solo bandas emergidas décadas después les dedicaron atención. El gran Michael Bruce, para su primer álbum tras abandonar la nave de Alice Cooper, titulado In my own way (1975), recogió esta joyita que un año antes formaba parte de Slade in flame.

Ángeles del Infierno – Mama weer all crazee now

No puede faltar una (re)versión en castellano. En esta ocasión, los metaleros Ángeles del Infierno recrearon este original del Slayed? (1972) y otro de sus singles top para el álbum 666 (1988). Lo titularon Estamos todos locos (mama weer all crazee now).

Def Leppard – How does it feels

Otros británicos de éxito multiplatino grabaron su versión de este corte que abría Slade in flame (1974) para su álbum de versiones Yeah! (2006). Apareció primero como tema extra en iTunes.

Girlschool – Burning in the heat (of love)

Y para cerrar una curiosa. Los propios Holder y Lea produjeron el álbum Play dirty (1983) de estas mujeres, incluyendo algunas versiones. Escogemos este Burning in the heat of love, single original editado como complemento a Whatever happened to Slade (1977). ¿Qué pensarían grabando una de sus canciones con otra banda y en un tono tan agerrido?

Hasta aquí nuestra pequeña selección, homenaje a un grupo hoy en día poco valorado por el fan roquero/metalero. ¡Apunta en los comentarios cuál nos ha faltado!

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Stephen King: terror a ritmo de rock y metal.

¿Cuándo van a conceder el Premio Nobel de literatura a Stephen King? Una de las aventuras literarias más interesantes de los últimos cincuenta años, tanto por cantidad como por calidad. Igual es que no rima bien los versos libres. Sea o no merecedor de un premio tan sobrevalorado, Mr. King nos ha dado miles de horas de placer y terror a través de sus cuentos y novelas, además de las múltiples adaptaciones al cine y a la televisión que llevan su sello. Podríamos estar un fin de semana sin despegarnos del sillón.

Nosotros, aquí, hemos decidido brindarle un homenaje más que merecido seleccionando un puñado de canciones basadas en sus visiones alocadas, música nacida en diversas partes del mundo pero con el corazón puesto en algún pueblo perdido de Maine.

Y, como siempre, dale al play…

Lex Lüger – Christine

Teníamos que empezar esta selección con una canción de Rey del terror (2020) de Lex Lüger: un álbum dedicado por entero a la obra literaria de King y sus adaptaciones cinematográficas. Elegimos de entre todas la historia de Christine

Flaming Row – Jack’s destiny

La saga de La Torre Oscura ha dado mucho juego, como iremos viendo. Estos alemanes dedicaron su tercer largo The pure shine (2019) a resumir la historia en una ópera prog. Seleccionamos este corte, de casi quince minutos y un currado vídeo, sobre el destino de Jack.

Testament – Disciples of the watch

En su imprescindible The new order (1988) incluyeron este corte inspirado en Los chicos del maíz: «I am the one/To show you the path/Salvation is in the fields/Listen up children and follow me». El mal que posee la mente de los niños…

Nightwish – 7 days to the wolves

La saga de La Torre Oscura también inspiró a Tuomas Holopainen y a Marco Hietala para componer esta canción que acabó en el álbum Dark passion play (2007), y, en concreto, la quinta novela de la saga titulada Lobos del Calla.

Anthrax – Misery loves company

Continuamos con unos fans reconocidos de la obra del maestro. Dedican varias canciones en su discografía a personajes o historias narradas en sus libros, de las que seleccionamos esta basada Misery: «write for me, and only me/a really extra special story/make it mine, every line/don’t make me sorry». Del State of euphoria (1988)

Rata Blanca – Los ojos del dragón

Los argentinos escogen una historia atípica en el ideario de King, Los ojos del dragón, un cuento de hadas, magos y dragones que dedicó expresamente a su hija. «Tus ojos no brillan más/blanca hechicera te han hecho mal/en tu amarga soledad/vuelves a la eternidad». Rata Blanca la incluyó en Guerrero del arco iris (1991).

Exodus – Black 13

Para su álbum de 2014 Blood in blood out respiraron en los libros de La Torre Oscura, haciendo referencia a las esferas mágicas y, en concreto, a la número 13, la negra, que representa a la propia Torre Oscura.

Misfits – Dig up her bones

La historia de Cementerio de Animales inspira este single de American psycho (1997): «Walk me to the graveyard/dig up her bones». Resucitar a los muertos que amamos para seguir disfrutando de ellos, enterrarlos en sitio sagrado y volver a rescatarlos.

Black Sabbath – The shinning

De la poco valorada época con Tony Martin a la voz rescatamos este corte inspirado en El resplandor: «There’s a man who sees all there is to see/what the future holds for all». Abría el álbum The eternal idol (1987).

Blind Guardian – The Tommyknockers

Con Blind Guardian podríaos hacer (casi) un especial literario. Escogemos esta recreación de Los Tommyknockers. Aparece en su tercer largo, Tales from twilight world (1990). Por cierto, Stephen King reconoció inspirarse en la obra de H. P. Lovecraft, a quien también dedicamos hace poco un especial de rock y metal.

Savage Circus – It-The gathering

Una curiosidad. Thomas Stauch, batería de Blind Guardian, abandonó la banda en 2005 para formar Savage Circus. Entre las composiciones del debut Dreamland manor se incluye esta oda a la novela It y al payaso más malvado (con permiso de Ronald McDonald). El legado de los guardianes sigue empapándose del maestro del terror.

Demons & Wizards – Crimson King

Otros que también beben de la literatura de terror y fantasía. De nuevo viajamos a las páginas de La Torre Oscura para recrear uno de sus personajes principales, el Rey Carmesí, quien da título al propio álbum de 2005 Touched by the Crimson King.

Metallica – Ride the lightning

El guitarrista Kirk Hammet leía la novela La danza de la muerte cuando estaban componiendo y ensayando para el segundo álbum de Metallica. La expresión «ride the lightning» aparece en el libro, llamó su atención y acabó dando título a la canción y al álbum de 1984.

Podríamos seguir indefinidamente. Pero, por ahora, aquí lo dejamos. Seguro que no hemos incluido alguna de tus favoritas. ¡Pínchala en los comentarios!

Y si quieres pasar más miedo, prueba con estos enlaces:

Canciones inspiradas por Edgar Allan Poe

Canciones inspiradas en el terror de Lovecraft

Algunos Discos que sigo escuchando (13): Power Metal

Resulta difícil definir el Power Metal: subgénero del Heavy Metal, rama propia dentro de un saco enorme que llamaríamos Metal o invento de las discográficas para vendernos, como tantas veces, en un mismo cajón grupos de diversa índole. A mí me gusta imaginar que muchas de estas canciones surgen de una mente en la que se sientan juntos Steve Harris (Iron Maiden), Jim Steinman (Meat Loaf) y Freddy Mercury (Queen) a componer, y que un loco productor le mete coros imposibles, acelera las canciones e inventa docenas de adornos, o se para a borrar todo lo grabado y deja un piano y una guitarra para después creerse Wagner y acabar con una orquesta y cincuenta voces haciendo coros. Porque lo bueno de la etiqueta Power Metal es que cabe (casi) de todo: tiernos momentos de pérdida y dolor, largas progresiones épicas, directos puñetazos melódicos.

En la sección Algunos discos que sigo escuchando no intentamos ser los más listos. Sirve para compartir obras que se han quedado en nuestras orejas por diversas razones y a las que volvemos de vez en cuando. Y servidor se aficionó al género en la segunda mitad de los noventa, cuando se me aflojó el empujón del grunge y volví la oreja otra vez al heavy, muy decadente por entonces con géneros extraños y olvidables. En esas aparecieron los discos que a continuación rescato. No tienen por qué ser los mejores del género, ni siquiera de sus protagonistas. Son, simplemente, algunos discos de Power Metal que sigo escuchando muchos años después.

Dale al play…

Edguy – Theater of salvation – 1999

Una canción como Babylon define lo que fue el movimiento Power Metal en los noventa: velocidad, arreglos melódicos, técnica instrumental y coros bombásticos. Tobías Sammet graba aquí, a mi gusto, su primera gran obra llena de referencias al heavy y al speed clásico pero con su toque personal, tanto por su forma de cantar como de componer. El ritmo y el riff de The headless game, la melodía (que me recuerda a los Yes setenteros) con protagonismo del piano en Land of the miracle (o su gemela Another time) y los coros de Wake up the king, sobre ese doble bombo heredero del thrash, ya explican la grandeza de Theater of salvation. No dejes de pinchar Holly shadows (muy Dickinson) o Arrows fly.

Blind Guardian – Imagination from the other side – 1995

Pilar básico del nacimiento como estilo propio del Power Metal y su popularización, estos germanos fueron introduciendo progresivamente distintos elementos a su música (arreglos orquestales, instrumentos clásicos) hasta llegar a este álbum, a mi parecer el más equilibrado de todos aquellos grandes discos de los noventa. Destacan sus letras cercanas al bardo medieval, con recuerdos a Rush o Dio, la épica de arreglos y coros y los estupendos pasajes instrumentales. Con su poderoso estribillo y una guitarra enorme, I’m alive por sí misma justifica el álbum junto a la inicial Imagination from the other side. La delicadeza rabiosa de A past and future secret y la emotividad (ese medievo) de Mordred’s song. Y mis favoritas: The script for my requiem y And the story ends, con las mejores interpretaciones vocales de Hansi.

HammerFall – Legacy of kings – 1998

Quizá los más enraizados en el heavy metal clásico, cualquiera de los cuatro o cinco primeros discos de los suecos HammerFall podría estar aquí. Con la temática de las Cruzadas y los caballeros Templarios como principal referente, engarzan riffs bestiales, voces dobladas y cambios de ritmo sobre una base metalera. Oscar Dronjak y Stefan Elmgren (guitarras) salen triunfadores de cada corte. Los gritos de guerra comienzan en Heeding the call, continúan en una de las mejores de la banda, Legacy of kings, y se gira al heavy de Accept en Let the hammer fall o la balada Remember yesterday. El guitarreo de Dreamland y la velocidad de Warriors of faith te revientan la cabeza.

Stratovarius – Fourth dimension – 1995

En cierto modo Stratovarius inventó su propio subgénero. Dejó de lado las influencias más thrash y metió teclados y arreglos orquestales más clásicos, menos velocidad, más armonías. La entrada de Timo Kotipelto a la voz inaugura la época dorada de la banda finlandesa. Las composiciones de Timo Tolkki suenan perfectas. Solo Against the wind, Galaxies, Distant skies y Winter, cada una rozando un palo distinto de Stratovarius, nos hacen una idea de lo bueno que este disco es: power, prog, heavy, sumado, restado, mezclado. Un excelente estribillo y un emocional solo dan brillo a Nightfall mientras que la épica más neoclásica inspira Twilight Symphony y las raíces oscuras del power crecen en We hold the key.

Gamma Ray – Land of the free – 1995

En cierto modo, Kai Hansen lo comenzó todo. Aquel Walls of Jerycho (1985) de Helloween puede calificarse como el primer artificio consciente de Power Metal y ese Keeper of the seven keys (1987) el primero en tener éxito. Su espantada para formar Gamma Ray nos permitió disfrutar de álbumes fantásticos entre los que escucho aún con frecuencia Land of the free. Comienza fuerte, con una tremenda Rebellion in dreamland de nueve minutos, que ha que tener valor y descaro para comenzar así un disco, pero cuando uno compone una exquisitez perfecta no le tiene miedo a nada. Y aunque, para mi gusto, Hansen falla en las baladas y «las lentas», Farewell (con Hansi Küsh de Blind Guardian a la voz) suena perfecta también. El disco se mantiene en los parámetros genuinos de Power Metal, con Hansen luciéndose en Man on a mission, All the damned o Gods of deliverance. Detalle dedicar el tema Afterterlife a su excompañero Ingo Schwichtenberg, quien se suicidó. Y otro ex, Michael Kiske, pone voz a Land of the free. Imprescindible.

Angra – Fireworks – 1998

A veces las consecuencias de las malas relaciones entre los miembros de una banda acaban con un futuro más que prometedor. Porque si en malas relaciones estos tipos consiguiero armar una colección de canciones como esta, si hubieran mantenido su cohesión quizá hubieran entrado en ese Olimpo reservado a unos pocos. Los brasileños Angra tomaron las raíces europeas del Power Metal y le dieron su propia vuelta de tuerca, aportándole un sonido algo más oscuro y teatral y menos bombástico. Andre Matos está preciso, exacto, emocional. Las guitarras de Bittencourt y Loureiro desarrollan pasajes muy técnicos. La producción de Chris Tsangarides y sus arreglos, sobre todo esa orquesta, acaban de redondear el producto. Canciones como Lisbon, Metal Icarus, Petrified eyes o Extreme dream y las más tranquilas Gentle chane o Fireworks dan en la diana.

Symphony X – The divine wings of tragedy – 1998

Otra vuelta de tuerca dieron al género estos estadounidenses con su metal progresivo a caballo entre el power y el heavy clásico; la capacidad de Michael Romeo para elaborar complejos licks y riffs, la voz de Russell Allen y una de las mejores secciones rítmicas del género parieron una tragedia clásica para el cercano siglo XXI. La inicial Of sins and shadows basta como ejemplo: esos coros de iglesia acelerados, el solo intercambiando protagonismo de guitarra y teclado, el ataque melódico de la voz. Canciones épicas, soberbias, técnicas: Out of the ashes muestra lo mejorcito de Romeo, más neoclásico, The eyes of Medusa nos permite alucinar con el teclado de Michael Pinnela y en Sea of lies Allen literalmente hace un trabajo perfecto. Los veinte minutos del corte The divine wings of tragedy son para escucharlos con calma.