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Canciones inspiradas en El Señor de los Anillos.

Hoy en día, ser fan de una obra LITERARIA del calibre de El Señor de los Anillos no es fácil. O sí. Depende, claro, de cómo se enfoque: apuesto un orco a que muchos «fanes» de los personajes y las historias de Tolkien no han abierto el libro nunca. La magia del cine, claro. Para quienes mamamos aquellas historias en papel (tres gruesos volúmenes) y fuimos friquis raros muchos años, el advenimiento de tanto turista a la Tierra Media no fue agradable necesariamente. Se estaba mejor antes.

En cualquier caso, la pasión por los héroes y los villanos de El Señor de los Anillos ha fascinado a nuestros músicos desde su más tierna juventud. Y aquí nos dedicamos a recopilar unas cuántas canciones inspiradas en aquellas letras negras sobre papel blanco. Algunos clásicos (de sobra conocidos) mezclado con sorpresas y curiosidades.

Friqui Rock Metal en toda su plenitud.

Como siempre… dale al play.


Saurom – Regreso a las Tierras Medias

El propio nombre de la banda (originalmente, Saurom Lamderth) ya confiesa la inspiración de estos gaditanos. Ocuparon buena parte de su discografía inicial en los personajes y las narraciones de Tolkien. Aunque su debut, El guardián de las melodías perdidas (2001), coincidió con la primera parte de la trilogía fílmica, y a la par que ella fue editando sus siguientes obras, muchas de las canciones que lo formaron, como esta, se grabaron en distintas maquetas desde unos años antes.

Bob Catley – The wraith of the Rings

Alejado de sus imprescindibles Magnum, el voceras Catley dedicó su tercer disco en solitario (Middle Earth, 2000) a las aventuras de los personajes de nuestra trilogía protagonista. Compuesto y producido por Gary Hughes, solo puede sonar bien.

Azrael – El hechizo de Galadriel

Cerraban su debut Nada por nadie (1996) con esta hermosa y breve pieza instrumental en honor a la elfa Galadriel.

Camel – Nimrodel/The procession/The white rider

Ni cortos ni perezosos, para su disco Mirage (1974) se marcaron ni más ni menos que una mini ópera roquera de casi diez minutos dividida en tres partes intentando desarrollar la transformación de Gandalf de Gris a Blanco. Emotivo y no carente de cierta magia.

Glass Hammer – Song of the Dúnadan

En 1993 este dúo estadounidense (Steve Babb y Fred Schendel) grabó un álbum, Journey of the Dúnadan, protagonizado por Aragorn, quien narra en una ópera rock su visión de las desventuras narradas en la trilogía. El buen resultado del álbum y la recepción les llevó a intentar repetir el experimento con las obras de C. S Lewis, pero eso es otra historia.

Dark Moor – Starsmaker (Elbereth)

La épica particular de esta banda no podía dejar de lado tan magna obra. En su tercer álbum, The gates of Oblivion (2002), hacen referencia al poema A Elbereth Gilthoniel que aparece (hasta tres veces) en El Señor de los Anillos.

Ten Years After – Hobbit

Estos británicos, con mucha sorna, titularon así al solo de batería que Ric Lee se marcaba en directo y que escuchamos, en esta ocasión, en un concierto de 1975. Lo dejaron para la posteridad en el álbum Recorded Live de 1973.

Bo Hanson – Living Shire

Esta es una de las aventuras fantásticas que he descubierto documentando este post. El multi instrumentista sueco Bo Hanson grabó en 1970 un álbum instrumental titulado Sagan om ringen. Efectivamente, Hanson es sueco. Tal fue el éxito, que dos años después se publicó en el Reino Unido con el título Music inspired by Lord of the Rings.

Mostly Autumn – Riders of Rohan

Y, de igual modo, estos británicos dedicaron su cuarto disco a nuestros protagonistas con el original título de Music inspired by The Lord of the Rings. Teclados, flautas, pianos, programaciones y algunas guitarras. Recomendable (y curiosa) escucha.

Led Zeppelin – Ramble on

¿En qué no se habrán inspirado Led Zeppelin? Los escenarios de El Señor de los Anillos ocuparon varias de sus tonadas, entre las que rescatamos esta del Led Zeppelin II (1969). «How years ago in days of old/when magic filled the air/’T was in the darkest depths of Mordor/I met a girl so fair/But Gollum, and the evil one/crept up and slipped away with her».

Rush – The necromancer

El batería Neil Pearl, responsable de las letras de Rush, hace referencia al Nigromante (The Necromancer) y a tres viajeros, que no son otros que Frodo, Samsagaz y Gollum, a su llegada a Willodale. La canción se divide en tres partes: Into darkness, Under the shadow y Return of the Prince. La escuchamos en Caress of steel (1975).

El Reno Renardo – Camino a Moria

De regalo, esta ¿obra de arte? La letra más irreverente que encontraréis sobre el viaje mítico sobre la música de la canción Camino a Soria de Gabinete Caligari. Impagable. «Me llevo pal camino un bocata de foagrás/y vamos toda la peña cantando Manowar»

Retornos sonados del rock.

Cuernos

La mayoría de las veces dicen volver por amor: se echan de menos o que tenían ganas de trabajar juntos de nuevo o que ahora ha surgido la chispa adecuada. O que me muero de aburrimiento y, mira tú, vuelvo a cas a que mejor que me pelen a que me ignoren. Pero, en verdad, el dinero ronda por todas estas reuniones más o menos genuinas, más o menos insinceras. ¿A nosotros, aficionados, oyentes, acaso nos importan las razones? Que nos saquen el dinero haciendo buenos discos y ruidosos conciertos. Si luego se aman o se odian, para ellos queda. Aunque en ocasiones segundas (y hasta terceras) partes no solo no son buenas, casi indeseables. Claro, que alguna excepción siempre encontramos.

He aquí una selección de esas vueltas y revueltas en el universo sonoro del rock y el metal. Tú dirás qué te parecen.

1. El retorno clásico

La banda se cerró. No hubo más discos, ni más conciertos. Pero un buen día se encuentra. En una boda, en una barbacoa. Y deciden aceptar un encargo, tal vez para un evento concreto. Y esa coincidencia les anima. Igual murió la razón del odio. Retornos clásicos hay donde elegir. Algunos se curran uno o varios discos juntos; sirvan de ejemplo los de Deep Purple (el Mark II de 1984) o Europe (2003). Otros hacen caja con una gira y «adiós muy buenas», como Héroes del Silencio (2007). Algunas bandas continúan su periplo desde entonces. Quizá el miembro díscolo fue expulsado definitivamente. Y no nos gusta señalar a nadie.

2. El retorno temporal

Esta variedad de retorno se da cuando una banda más o menos conocida mantiene su actividad de conciertos y álbumes perdiendo eso que llamamos «miembros originales». Pasados unos años, y cuando la situación lo permite, el line-up considerado original se reúne y nos deleita con una gira o alguna grabación. Tras el arrebato inicial o el llenado de caja esos miembros reciben de nuevo la patada y la banda continúa contratando en su lugar a otros músicos. Ejemplos de este retorno, el de Barón Rojo (2011) y el de Kiss (1996). Barón Rojo reunió la formación de sus primeros álbumes para una gira y una película documental durante varios meses; después Sherpa (bajista) y Hermes Calabria (batería) no fueron invitados a continuar en el grupo y los hermanos de Castro (Armando y Carlos) llamaron a otros músicos. En el caso de Kiss, tras varias giras y un álbum de estudio, los miembros originales Ace Frehley (guitarra) y Peter Criss (batería) fueron expulsados y sustituidos por otros músicos (y hasta hoy).

3. El retorno del hijo pródigo

Por alguna razón uno de los miembros principales del grupo se larga o es expulsado. Pasados unos años, tras el fracaso de ambos por separado, se produce el regreso. A veces vuelven a romper, otras continúan con más o menos amor y éxito (inseparables). Yo propongo como ejemplos el retorno de Rob Halford a Judas Priest (2003), el de Joey Belladona a Anthrax (dos veces, que ya tiene mérito, en 2005 y 2010) o el doble regreso de Bruce Dickinson y Adrian Smith a Iron Maiden (1999).

4. El retorno con muerto

Uno de los retornos más difíciles: uno de los miembros está muerto. ¿Qué hacemos? Hay dos variedades: sustituimos al muerto por otro músico o usamos un fantasma. Grupos que han regresado sustituyendo al desparecido hay varios, entre otros Led Zeppelin (en un par de ocasiones, la última en 2007 con Jason Bonham en la batería), aunque hay que reconocerles su cuidado con la memoria del Bonham original, o Alice in Chains (William Du Vall ocupó el puesto de Layne Staley en 2005 y hasta hoy). El retorno con fantasma más famoso lo protagonizaron The Beatles con su ficticia reunión de 1995: Paul McCartney (bajista), Ringo Starr (batería) y George Harrison (guitarra) grabaron una «nueva» canción con John Lennon (cantante para la ocasión y asesinado quince años antes) utilizando una maqueta de este último. Y no olvidemos a los Thin Lizzy sin Phil Lynott, tela.

5. El retorno sin nombre

Una formación se reúne tras varios años pero ¡oh, sorpresa! no pueden usar su antiguo nombre. El ejemplo arquetípico lo ofrecen Heaven&Hell: los miembros de Black Sabbath entre 1980 y 1982  no pudieron utilizar el nombre de la banda en su reunión de 2006, por lo que utilizaron el de su álbum más famoso. Los miembros de Yes son expertos en esto.

Canciones con un solo de batería.

Siempre caracterizamos el hard rock y el heavy metal como una música basada en guitarras, y es cierto, pero también es una música percusiva, con patrones rítmicos característicos. Y detrás de eso, siempre hay un baterista. El minimalismo de algunas propuestas no les olvida; ahí tenemos a The White Stripes como ejemplo reciente (podemos incluir a The Black Keys o Royal Blood, entre otros). Hoy queremos destacar a varios de nuestros pega-parches favoritos, y añadimos alguna sorpresa, rescatando canciones con un solo de batería en su interior. Una pequeña y jovial selección para, como siempre, darle al play y disfrutar.

Led Zeppelin – Moby Dick

Una de las más legendarias de la lista. Instrumental donde John Bonham se luce, con sus compañeros y solo a partir del minuto 1. Formó parte del imprescindible Led Zeppelin II (1969).

Iceberg – La muerte

La guitarra de Max Sunyer y las teclas de Kitflus dominan el debut de Iceberg (Tutankhamon, 1975), pero en el tema La muerte el batería Jordi Colomer tiene su espacio para desarrollar un buen solo de batería.

Chicken Shack – Telling your fortune

El poder de la batería en Chicken Shack está por encima de toda duda, y el trabajo que hace Paul Hancox en Imagination Lady (1972) resulta abrumador. En este corte de más de once minutos se marca un extenso solo para muestra.

Golden Earring – Radar love

Pocas canciones con solo de batería tan populares para el gran público como esta, aunque en la versión single recortaran la parte instrumental. Alcanzó el puesto 13 en Estados Unidos y se coló en el top de varios países europeos en 1973. Apareció en el álbum Moontan del mismo año. El responsable de esta joya percusiva se llama Cesar Zuiderwijk, quien maneja el ritmo de maravilla y hace dos pequeños pasajes solistas.

Santana – Soul sacrifice

El debut de Carlos Santana allá por 1969 se cerraba con esta barbaridad de canción. El trabajo percusivo de Mike Shrive y Dave Brown es alucinante, destacando la intro y ese solo que comienza en 1:30.

Cactus – Feel so good

Los años pioneros del hard rock, como se muestra en esta lista, daban para grabar sin prejuicios. Una banda fantástica y poco valorada como Cactus cerró su debut de 1970 con este tema que incluía un solo de Carmine Appice a partir del minuto 2. Grande el tipo, le dedicamos un artículo que puedes leer en este enlace.

Asia – Wildest dream

Otro máquina del instrumento, Carl Palmer, se marca un trabajazo en el debut de Asia (1982). Esta canción abría la cara B del disco y me parece de lo mejor de Palmer en la banda, con un pequeño solo incluido en el minuto 4.

Vamp – All night

Buen solo se marca Dicki Fliszar en el recomendable The rich don’t rock (1989) de los germanos Vamp.

Queen – Dragon attack

Nunca se valora lo suficiente el trabajo tras los parches de Roger Taylor. Demuestra su magia en este corte del álbum The Game (1980) donde marca la canción de principio a fin, haciendo un pequeño solo en el 1:40.

Cream – Toad

No podía faltar otro magnífico pionero del rock endurecido, Ginger Baker. Compuso este instrumental, básicamente un solo de batería con arreglos de guitarra, para lucirse en Fresh Cream (1966). Una barbaridad que extendía más de diez minutos en directo.

The Who – My generation

Otro favorito por estas pantallas, Keith Moon, ya hacía de las suyas en los inicios de The Who. En 1965 alcanzaron el segundo puesto en ventas con My generation, una canción muy percusiva (incluso en su patrón de guitarra y en la voz) que incluía una sección final donde Moon se marca un solo explosivo (2:20) que continúa en la coda final.

Iron Butterfly – In-a-gadda-da-vida

Esta canción lo tiene todo y en exceso. Icono de la experimentación de los primeros años del rock duro, con ese tufazo psicodélico, los más de diecisiete minutos de esta canción dan para todo. La parte vocal se escucha al principio y al final (se editó una versión más corta como single), y el resto es un largo instrumental donde Ron Bushy graba un potente solo (a partir del 6:30).

Deep Purple – The mule

Imposible no incluir a Ian Paice. De todas sus estelares aportaciones, me quedo, oh, sorpresa, con esta barbaridad que sonaba en Fireball (1971) y cuya versión en directo en Made in Japan (1972) es de obligatoria escucha para cualquier aficionado.

¿Alguna sugerencia?

Clon Zeppelin: los imitadores de Led Zeppelin

¿Qué mejor homenaje que un tatuaje?

Led Zeppelin son la banda referente universal del hard rock. No digo los mejores, no digo los más. Digo «la banda referencia cuando uno define el hard rock». Un amigo cercano dice que The Beatles son los Led Zeppelin del pop. Y ¡qué curioso! han sido acusados de numerosos plagios, copias e imitaciones. Algunos confirmados en los tribunales y otros arreglados en acuerdos entre las partes. Pero, ¿quién está libre de plagio? Yo no. Robert Plant llamaba a David Coverdale «David Cover» por su costumbre de «copiar» sus canciones. En cualquier caso, aprender de los mejores, extraer su esencia, desbordar tu imaginación sobre esas bases y crear tu propio estilo es el mantra ideal de cualquier músico. Y si no puedes, o no te sale: ¿qué pasa por copiar un poco al maestro? Y, vaya, a veces se nos va la mano con la copia, el productor se despista y la compañía piensa «esto lo vendemos fácil» y nos encontramos canciones, discos o artistas que acaban sonando exactamente igual que el maestro. Y hoy rescatamos algunos discos que, podríamos decir, hunden con fuerza sus raíces en la tierra fértil de Led Zeppelin.

Al respecto, en 1989, Gary Moore compuso para su disco After the war la canción Led clones, que cantó con Ozzy Osbourne, mosqueado por esa falta de carácter de las bandas jóvenes y, en especial, por el mega éxito del debut de Kingdom Come (del que luego hablamos): «You’ve stolen from the houses of the holy/You’ve rolled into the kingdom of the sain».

No son todas, ni pretendemos hacer un «best of» ni nada por el estilo, pero sí traemos a nuestros copistas favoritos: en el estilo medieval, aquellos que escribían una y otra vez las obras de Aristóteles o Platón, dejando su propia marca en cada copia, modificando un poco las frases y los significados para que, en el conjunto, nada cambiara.

Y, como siempre, dale al play...

Wolfmother – Wolfmother (2005)

El estilo vocal de Andew Sockdale hace imposible separar su arte del original, por mucho que, en ocasiones, nada tiene que ver la composición. Sin embargo, se aprovecha un poco de ese parecido en cortes como Woman, Joker and the thief o Mind’s eye (qué buen Hammond, por cierto).

Greta Van Fleet – Anthem of the peaceful army (2018)

Los hermanos Kiszka han sido los últimos en subirse al carro. Con muy buen gusto y ciertos personalismos que se agradecen, por supuesto. La esencia está ahí: The cold wind, When the curtain falls, Lover/leaver o Mountain of the sun. Esa batería y esa voz… Qué buen disco.

Great White – Hooked (1991)

Igual nos valdría el siguiente, Psycho City (1992), aunque este juega en la producción con los sonidos de la época. Los tiburones evolucionaron del heavy rock de sus inicios hacia un hard rock que, en la voz de Jack Russell, acabó recordando enormemente a Ledzep. Grabaron incluso un disco de versiones en 1998 al que titularon Great Zeppelin. En este Hooked (enorme álbum) suenan a los maestros en Call it rock and roll, Congo Square o Desert moon.

Jet – Get born (2003)

Un disco debut demasiado bueno. Se han llevado muchos palos por los claros homenajes a bandas como The Beatles, Iggy Pop o Led Zeppelin. Cuando roquean, quién mejor que Page y compañía: Last chance, Get me outta here, Cold hard bitch o su mega single Are you gonna be my girl, una mezcla de Black dog (Led Zeppelin) y Lust for life (Iggy Pop). El disco funciona muy bien y merece una escucha con los altavoces bien altos.

Kingdom Come – Kingdom Come (1988)

Los responsables de esta colección. Su álbum debut consiguió que muchas personas llamara a las radios de la época preguntando si era un regreso de «los zeppelin». Seguramente, el mejor disco homenaje de esta lista. Desde la inicial Living out of touch, pasando por el single Get it on o la balada What love can be. Consiguieron fama y fortuna y un año después se quitaron la mortaja zeppeliana en un enorme álbum de hard rock titulado In your face.

The White Stripes – White blood cells (2001)

Jack White es el hijo bastardo de Robert Plan y Jimmy Page. No hay otra. A lo largo de su carrera ha rebozado y recreado como nadie su garganta y su guitarra por el catálogo Ledzep, fabricando un inventario personal como pocos en este siglo. Pero, quizá, en White blood cells es más clara su adoración zeppeliana. Canciones como Dead leaves and the dirty ground, Fell in love with a girl o I’m finding it harder to be a gentleman narran esas raíces.

Black Mountain – In the future (2008)

Si en su debut se dejaban arrastrar a las profundidades de la psicodelia y dejaban ese poso hard rock un poco al libre albedrío, en su segundo largo abren con un tema tan Ledzep que asusta, a pesar de esa producción stoner: Stormy high, Angels, la espacial Wucan o Stay free (puro Ledzep III) . Las épicas Tyrant o Bright lights (con sus más de dieciseis minutos) suben un escalón el nivel general del álbum.

Rival Sons – Pressure & time (2011)

La actitud y la técnica vocal de Jay Buchannan hace que muchas canciones de la banda se emparejen con Ledzep, aunque las estructuras a veces no tengan similitud. Sin embargo, este disco, más que ninguno, encaja en esta selección. Escucha Pressure and time, Gypsy heart, Only one, Get mine o All over the road. Canela fina esta gente.

Y si quieres más clonación, dale a la playlist que te proponemos. Hay muchas sorpresas: grupos que se deslizaron con algunos riffs, algunos estribillos o, vaya, algunas historias muy zeppelianas.

¿Las peores versiones del rock?

Advertencia: tus oídos van a sangrar. Esta entrada resulta algo perversa, casi masoquista. ¿De verdad hace falta rebuscar en lo más infame de los archivos sonoros para encontrar canciones malas? Canciones que asesinan gatitos cada vez que suenan. Y que, para dolor máximo, intentan servir de homenaje a buenas, excelentes composiciones de nuestro rollo. A este ¿arte? yo lo denomino perversiones.

Pues hace unos días me dediqué a preguntar a colegas y amigos de Twitter y Facebook por su «peor versión». El resultado está aquí; he seleccionado una pequeña muestra. El horror no tiene fin.

Seguro que tú conoces una peor. O igual de (im)prescindible. 

Bertín Osborne vs. Kansas 

Paulina Rubio vs. KISS

Hilary Duff vs. The Who

Azúcar Moreno vs. The Rolling Stones

Maremágnum vs. Queen

Mexrrissey vs. Morrissey

Baccara vs. The Doors

Los Planetas vs. Roxy Music

All Saints vs. Red Hot Chili Peppers

Miley Cyrus vs. Led Zeppelin

Ya no tengo valor para poner más…

Canciones con intro A Capella

El recurso de comenzar una canción con unas estrofas cantadas sin música, es decir, a capella, se extiende desde los inicios del rock y fue muy popular en los años sesenta y setenta. Los mismos The Beatles la usaron en numerosas ocasiones. A veces una breve frase, en otras ocasiones una anticipación del estribillo, en otras un pequeño discurso premonitorio. Escuchando el muy recomendable programa semanal dedicado a este mismo tema del amigo Lemmy Rock (aquí el enlace) decidí plagiar su idea para elaborar mi propia lista de canciones que comienzan con la voz lanzada al aire sin más paracaídas que la oreja del oyente. Abajo os dejo la playlist y a continuación trece piezas diversas, diferentes y exageradamente buenas.

Humble Pie- 30 days in the hole

Extraordinaria canción del extraordinario Smokin’ de 1972. Breve intro con intercambio de voces y un rollo «improvisado» fraseando el estribillo.

Queen – I want it all

Recurso habitual de la banda, aparece en Bohemian Rhapsody, Mustapha, Fat bottomed girls o este I want it all, primer single del álbum de The Miracle (1989).

Kiss – I just wanna

Paul Stanley comienza a capella la primera estrofa de la canción, definitoria del resto de la letra: «tengo un cuerpo hecho para el pecado y apetito por la pasión». Del álbum Revenge (1992).

The Eagles – Seven bridges road

Versión de Steve Young, quien la grabara en 1969, aparece en el Eagles Live de 1980. Una canción donde predomina el trabajo a capella sobre el instrumental, mero acompañamiento de las armonías vocales.

Bruce Springsteen – Ain’t got you

Abriendo el Tunnel of love (1987), igual que la canción anterior, la voz cobra protagonismo y la instrumentación es un acompañamiento para desarrollar la melodía vocal. Un sencillo ejercicio de genialidad.

Tigertailz – Love bomb baby

En el año 1990 los hiperlaqueados Tigertailz desde la fría Inglaterra nos regalaron esta bombástica canción con intro recogiendo el estribillo. Armonía pegajosa. Parte de Bezerk (1990)

Genesis – Dancing with the moonlit Knight

Una canción de ocho minutos que empieza con una especie de solo vocal. Una introducción increíble para una canción excepcional. Formó parte de Selling England by the pound (1973).

Kansas – Carry on wayward son

Esta canción entraría en el top ten de cualquier colección de canciones a capella. Parte del álbum clásico Leftoveture (1976). Más de cuarenta versiones lleva acumulada y ninguna tan genial como la de Kansas.

Riot V – End of the world

Clásicos de segunda división reconvertidos, grabaron un disco fantástico en 2018 de título Armor of light lleno de canciones heavies arquetipo del género. Y no podía faltar la intro a capella anticipando el estribillo.

Yngwie Malmsteen – Heaven tonight

El irreductible sueco Malmsteen concedió esta loa vocal a Joe Lynn Turner para el primer y mágico single de su obra más popular, Odissey. Un clásico del género, la línea principal del estribillo.

Yes – I’ve seen all good people

Arquetipo de la intro a capella. Presentación impecable armonizada a varias voces del tema que reinará en el estribillo o al final de la canción. Una gozada del tercer disco de Yes, el que les alzó a la fama, titulado The Yes album (1971).

Led Zeppelin – Black dog

Otro clásico del género. Robert Plant comienza su historia mientras la banda aguarda presta para hacer su parte. La voz queda sola en varias ocasiones, un detalle característico de Black dog. Abre el mítico IV (1971).

Ghost – Year Zero

Cuando uno quiere parecer un clásico qué mejor que utilizar sus recursos. Y en una discografía que rescata lo mejor de los sonidos heavies y rock de las últimas tres décadas y los pasa por su máquina santificada no podía faltar una intro a capella. Aparece en Infestissuman (2013). Muy maldito.

Millenium – Power to love

Un disco por el que tengo debilidad, Hourglass (2000), contiene esta estupenda intro a modo de primera estrofa (larga) del tema. De lo mejorcito de Jorn Lande.

Y, aquí, la playlist para que os hartéis de intros a capella.

Sexo en el rock (18): groupies y demás compañías

Groupie (o grupi) se define como una persona (usualmente fémina) que admirando a un músico desea tener «intimidad» con dicho músico. Vamos, que quiere follar o coger con el susodicho personaje y si puede ser demostrarlo o llevarse un recuerdo. Hoy en día bastaría con un selfie (un autorretrato, vaya), pero en años vintage había groupies que necesitaban recuerdos de lo más curioso: pelos del pubis o una escultura del miembro viril del artista. Ahí lo dejamos.

Carne de cañón, el premio al final del concierto, rompematrimonios, se han hecho famosas por su insistencia, su encanto y su capacidad para abordar al objeto de sus necesidades obsesivas. En este enlace podéis cotillear algunas de las groupies más famosas. Mientras, dale al play de nuestra pequeña selección de canciones exclusivas sobre las gruopies compuestas por sus víctimas.

Rainbow – All night long

A Graham Bonnet no le cabe duda alguna: «You didn’t come just to see the show/I guess you know what you want to see». La chica tiene la mente sucia, pero las manos limpias. Single del álbum Down to earth (1979).

Ian Hunter – Once bitten twice shy

Curioso que el tema de más éxito de Ian Hunter fuera el primero que compuso tras su salida de Mott the Hoople. La expresión inglesa tiene un equivalente castellano: gato escaldado huye del agua. Hunter la compuso por una groupie que una y otra vez era «engañada» por los músicos de la banda (y de otras bandas). No aprendía la lección.

The Allman Brothers Band – Little Martha

¿Los sureños también necesitan amor tras un sudoroso concierto? Duane Allman compuso esta tonada acústica en homenaje a una amante que conoció en uno de sus bolos. Instrumental del disco de 1972 Eat the peach.

Mr Big – Daddy, brother, lover, little boy (the electric drill song)

El bajista Billy Sheehan escribió la letra de esta canción basada en sus experiencias «tras-concierto». Eric Martin, cantante, le dio una vuelta y se marcó el estribillo: seré tu papá, tu hermano, tu amante, tu niño pequeño, lo que tú necesites. Del álbum Lean into it (1991).

Led Zeppelin – Sick again

Si de groupies hablamos quién si no los más corrosivos tras los escenarios. Dedicaron varias canciones al tema y nos quedamos con esta del Physical graffiti (1975). Aunque no sabe su nombre, Robert Plant sí sabe que la chica que espera en el recibidor del Hotel Paradise, la misma que ha visto desde su limusina al entrar al concierto, va a pasar la noche con él.

AC/DC – Go down

Tema dedicado a una groupie habitual de Bon Scott, llamada Ruby Lips, de cuyos placeres orales disfrutaba el cantante con cierta frecuencia. Era el año 1977 y el disco se titulaba Let there be rock.

Them – Gloria

Si alguien quiere saber qué sucede cuando una groupie se acerca a una estrellita del rock que preste atención a esta canción. Compuesta por Van Morrison y grabada en 1964, se convirtió en un auténtico hit y un estándar del rock. La versión de casi veinte minutos que The Doors hicieron pocos años después, más explícita, no tiene desperdicio.

King Crimson – Ladies on the road

Hasta un tipo tan serio como Robert Fripp tiene sus necesidades. Con la letra del, por entonces, habitual Pete Sinfield, nos cuenta las correrías con esas chicas que siempre aparecen en la carretera. Más bien detrás del escenario. A veces antes del concierto. Del álbum Islands (1971)

Winger – Seventeen

Kip Winger se hizo músico por las mujeres. Con quince años tonteaba por los bares con sus bandas amaters y siempre acababa en cama ajena. Cuando con veintisiete años publicó su disco debut tuvo que acordarse de una «urgencia» con una menor: » Daddy says she’s too young, but she’s old enough for me».

Kiss – Plaster caster

Para el álbum Love Gun (1977) el bueno de Gene Simmons se marcó este homenaje a dos famosísimas groupies de la época, que se dedicaban a hacer esculturas de escayola de los miembros de los miembros de las bandas de rock. Simmons insiste en que tuvieron que usar mucha escayola con él.

El arte del plagio (en el rock)

Y el título no es un error: el arte es un plagio y el plagio es un arte. También en el rock. La Historia de la música ha evolucionado mediante el copieteo, el reciclaje, la revisión de métodos y estructuras anteriores y, claro, la creación absolutamente original. El plagio surgió con la propiedad privada y los derechos de autor. Dicho esto, hay algunos «homenajes» casuales, otros «robados» y la mayoría indiscretos, cuando menos. Pero ¿qué es plagio? dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul… plagio ¡eres tú!

En fin, como listas de plagios hay muchas yo aquí he seleccionado algunos curiosos, raros o tan indisimulados que dan hasta pena. ¿Qué hace un roquero de pro copiando a un cantante brasileiro? ¿Y un grupo de moda adolescente fusilando un éxito masivo de los ochenta? Espero que te lleves alguna sorpresa. Primero pongo el vídeo copiado y luego el copiador.

Agrega en los comentarios tus plagios preferidos del rock.

Y recuerda: robar está muy feo.

Metallica contra Excel 

Las similitudes entre el mega-éxito Enter sadman y le tema Tapping into the emotional void de una banda undergruound como Excel llaman mucho la atención: riff principal, entrada y parte del puente.

Rod Stewart contra Jorge Ben

Que el bueno de Rod se apoderara de la melodía vocal de un tema desconocido de un cantante brasileño de título Taj Mahal hubiera quedado en una fruslería si la canción no se hubiera conocido en todo el mundo. Si comparáis la de Jorge Ben a partir del segundo 50 queda todo dicho.

Deep Purple contra Carlos Lyra

Es curioso el parecido entre el famosísimo riff de Smoke on the water y una bossa nova titulada Maria Moita que en 1964 grabara Carlos Lyra, cantante y guitarrista brasileño (famoso por temas como Coisa mais linda). Pega la oreja atentamente…

One Direction contra Def Leppard

En la búsqueda de plagios raros o poco conocidos he encontrado que la banda pop de moda One Direction está a la cabeza de los últimos homenajes no autorizados. Me quedo con este, donde fusilan de manera poco disimulada el éxito Pour some sugar on me de los también británicos Def Leppard en su canción Midnight memories. Si hasta el vídeo le da un homenaje…

Red Hot Chili Peppers contra Tom Petty

Si la copia se toma con humor y se arregla con unos eurillos fuera de las cámaras y las redes sociales, tanto mejor. El bueno de Dani California se inspiró en Mary Jane’s last dance. Aunque intentaron arreglarlo, la melodía y el ritmo se parecen mucho, mucho.

Buckcherry contra KISS

Para qué componer un riff bueno para Lit up si podemos copiarlo. Descarado homenaje a la guitarra de Ace Frehley en Shock me.

Green Day contra The Kinks

Si coges el ritmo y el riff de Picture book y le cambias la letra y la melodía vocal compones un tema nuevo, por ejemplo Warning. Casi da risa. A veces el problema está en la poca oreja y en la cada vez más lamentable incultura musical. Del oyente, digo.

Coldplay contra Joe Satriani

De verdad, en todos lados hay donde rascar. Se libran pocos grupos. Los archi-admirados Coldplay se sacaron de la manga un single de título Viva la vida que se pega a la melodía y al ritmo de If I could fly de Joe Satriani. Vaya, que le han puesto letra al instrumental del virtuoso guitarrista.

Jet contra Iggy Pop

Esta no iba a ponerla por que resulta muy conocida pero me ayudó a ganar una apuesta. Iggy Pop renacido en Trainspotting no se olvida fácilmente. El riff y parte de la estrofa coinciden, además del descaro del ritmo inicial y la línea de bajo. Inspiración.

Led Zeppelin contra el mundo

Una de las bandas siempre bajo sospecha, llena de pleitos por sus continuos homenajes. Algunos temas han cambiado de autores tras las decisiones de los jueces, otras no. La (quizá) banda más grande del rock pasa por ser la gran plagiadora (por ahí anda Oasis midiéndose de igual a igual). Os dejo este pequeño vídeo no exento de polémica.

Canciones que amo y vosotr@s odiáis.

puto-gato

Esto es una especie de cara B. Después del éxito de la entrada anterior, aquellas Canciones que odio y vosotr@s amáis, compartiendo mis temas repudiados, aquellas famosas y populares que me han hartado y aburrido, traigo una versión espejo: las canciones que habéis propuesto en este mismo blog o en las redes sociales. El título lleva un poco a engaño, pues no todas son amadas. Pero la mayoría siguen siendo importantes y caen de vez en cuando en mis orejas. En fin, aquí dejo algunas canciones que vosotr@s odiáis y yo (aún) amo. Si no me quedo sin lectores después de esto…

Bruce Springsteen – Born in the U.S.A.

Metallica – Nothing else matters

Extreme – More than words

The Rolling Stones – (I can’t get no) satisfaction

Boston – More than a feeling

AC/DC – Thunderstruck

Kansas – Dust in the wind

Whitesnake – Is this love

Led Zeppelin – Starway to heaven

Iron Maiden – Run to the hills

Sexo en el rock (11): infidelidades y otras mentiras.

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Sexo en el rock (11): infidelidades y otras mentiras.

La mentira del amor o el amor cambiante, una noche de sexo o una historia duradera, una nueva experiencia o un clásico de la noche después del concierto. Casi nadie reconoce sus infidelidades, las esconde en hoteles, asientos de coche y mensajes de móvil. Nuestros roqueros no son ajenos a todo esto, unas veces como víctimas engañadas o como consentidores, otras como jugadores en pareja ajena de la mentira del sexo a escondidas.

Nuestra pequeña selección de infidelidades y otras mentiras en pareja.

Led Zeppelin – Your time is gonna come

Además de su excepcional solo y ese inolvidable comienzo con órgano casi de iglesia, Led Zeppelin nos brindaron en su debut de 1969 esta queja de un marido acerca de una mujer que se acuesta con cualquiera que se le cruce… entre las piernas «Lying, cheating, hurting, that’s all you seem to do. Messing around with every guy in town»

Gov’t mule – Time to confess

Excelente canción sobre el hombre que decide contar la mentira, iluminar el oscuro secreto. Más de ocho minutos de sentimiento y fuego en esta versión en directo.

Warrant – I saw red

Y nos queda «la pillada». Nuestro protagonista llega a casa, abre la puerta del dormitorio y… lo ve claro. Triste melodía y gran interpretación de un enamorado Lane. Melosa balada de guitarras suaves del multiplatino Cherry pie aparecido en 1990.

Supertramp – Another man’s woman

Otra historia de corazones divididos. Rick Davies clama a su amada que decida dónde está su verdadero amor. Porque ahora mismo es la mujer de otro y eso él no lo soporta. Del cuarto redondo de la banda, Crisis? What crisis? de 1978. Me encanta el piano.

Alanis Morisette – You oughta know

Si antes era la queja del que está fuera, del que espera, ahora es la historia cargada de rabia y celos de la amante despechada. Impresionante. Primer single y mega-éxito de su debut de 1994 Jagged little pill.

Eagles – Lying eyes

Dura historia de una infidelidad consentida. Ella se va a pasar la tarde con un hombre rico creyendo que su pareja no lo sabe. Él sufre en silencio porque sabe las razones por las que ella visita a este tipo. Tus ojos no pueden esconder la mentira… Apareció en el cuarto disco de la banda, One of these nights, de 1975 y alcanzó, como single, el número 2 en Estados Unidos.

Skunk Anansie – Infidelity (only you)

O cómo una infidelidad es una auténtica relación de amor. En el álbum Stoosh de 1996 Skin desata su amor hacia la persona que ama en secreto «Lost infidelity (…) only you can be the one». Deliciosa.

WASP – Wild child

El salvaje Blacke Lawless no podía tener otro papel en una infidelidad: el chico malo y salvaje que tienta a la chica de otro «he’ll never ever touch you like I do, so look in my eyes and burn alive the truth». Sin piedad, abrió el segundo largo de WASP, The last command, allá por 1985.

Theory of a Dead Man – Bad girlfriend

Quizá crees que acostarse por ahí con otras mujeres no le importa a tu novia… si no se entera. ¿Cómo te sentaría descubrir que ella hace lo mismo? Tyler Connolly (cantante) te lo cuenta en este tema que apareció en su Scars & souvenirs de 2008.

Jimi Hendrix – Hey Joe

Clásico eterno, una historia de rabia, de venganza: «woman has done undesirable things/ Woman must now die». Un hombre que asesina a su mujer y huye. Fue el debut como single de Hendrix en 1966.