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Yo soy yo: canciones de autoafirmación.

Ego, independencia, autoafirmación, empoderamiento, determinación, yoísmo. Llámalo como quieras. En algún momento de nuestra vida necesitamos separar nuestra persona, nuestro cuerpo, el alma, nuestro ser y afirmarnos: YO SOY. Yo, este cacho de carne, tengo valor, tengo opinión, tengo algo que decir. Mírame.

Y ese espíritu puebla las canciones que hoy compartimos, letras para autoafirmarse, para gritar bien algo «soy yo».

Como siempre… ¡dale al play!

The Who – I am one

Como parte del proceso que Jimmy atraviesa en Quadrophenia (1973) hay un momento de aisclamiento, de reconocer la propia individualidad más allá de la pertenencia a un grupo o a una forma de vida. En cierto modo, soledad, vacío, donde, al final, me encuentro: «And I can see/That this is me/And I will be/You’ll all see/I’m the one»

Pearl Jam – I am mine

Surgida de la reflexión tras la muerte de varias personas en un concierto de la banda en Dinamarca, Eddie Vedder comparte la sensación de miedo y, a la vez, de esperanza en la individualidad que esas muertes arrebataron. «I know I was born and I know that I’ll die/The in between is mine/I am mine». Parte de Riot Act (2002).

Graham Nash – Be yourself

En su primer disco en solitario, Songs for beginners (1971) el infinito Nash hizo una reflexión que, hoy en día, sigue siendo actual. El espejo no engaña: mira dentro de tus ojos y entiende que nadie tiene que manipularte: «Be yourself/Be yourself/Then you can free yourself/Free yourself». Entender nuestra identidad nos permite acercarnos a la felicidad, en cierto modo.

Doro – I am what I am

«I’ll take my chances/Only I know best/When it all gets down to me/When it all gets down to me/I Am, What I Am/And no one’s gonna tell me where or when/’Cause I Am What I Am». No tengas dudas: al final soy lo que soy y aceptarme es la mejor forma de salir adelante en los malos momentos. De Force majeure (1989).

The Answer – Be what you want

En su debut Rise (2006) estos jóvenes irlandeses ya nos animaban a ser nosotros mismos, a buscar qué queremos y ponerlo entre nuestras prioridades: «You’ve got to be just what you want/You’ve got to be what you want/Why can’t we be just what we want/You’ve got to be what you want»

Audioslave – Be yourself

Una canción muy personal, donde Chris Cornell reflexiona sobre su propia identidad y lo difícil que relacionarse con los otros. Solo siendo tú mismo puedes salvarte. «And be yourself is all that you can do/To be yourself is all that you can do/Someone finds salvation in everyone/Another only pain». Del segundo disco de Audioslave titulado Out of exile (2005). Fantástico vídeo.

Twisted Sister – I am (I’m me)

La rebelión: he descubierto lo mal que me tratas, el engaño, he llegado al límite. Ahora yo digo: «It’s my life I’m living/I’ll live as I please/I am, and I’ll be/I will, you’ll see/I am, and I’ll be/I am: I’m me». Declaración ruda y sincera de Dee Snider en el álbum You can’t stop rock n’ roll (1983).

Queen – Keep yourserlf alive

Para su debut de 1973, «la reina» compartió una reflexión nacida de su lucha por conseguir el éxito, por vender el alma a cambio de trepar a lo más alto. Lo importante eres tú, así que protege lo que eres en ese camino a la riqueza y la fama. «Be a superstar/But I tell you just be satisfied/Stay right where you are/Keep yourself alive, yeah». Mantente vivo siempre.

Uriah Heep – Look at yourself

Y una reflexión parecida nos dejaron Uria Heep en su Look at yourself (1971). «You’ve got a friend, just/Look at yourself/Don’t be afraid, just/Look at yourself». El álbum se presentaba con una portada en forma de espejo para incidir más en el mensaje. Si no te miras a ti mismo, si no te encuentras y entiendes, lo demás no importa, nunca podrás escapar.

Bryan Adams – Here I am

Es curioso cómo el tema de la identidad se cuela en cualquier estrato. Para arrancar la banda sonora de Spirit: stallion of the cimaron (2002), una película, en principio, para edades infantiles o adolescentes, Bryan Adams puso al protagonista en primer lugar, haciéndole partícipe de su identidad: «Here I am this is me/There’s no where else on earth I’d rather be». Yo soy lo que soy aquí, en este sitio, en el ahora.

Halestorm – I am the fire

Para cerrar, esta reflexión que Halestorm grabó en Into the wild life (2015): «I am the fire/I am burning brighter/Roaring like a storm/And I am the one I’ve been waiting for». Yo soy mi propia salvación, mi propia luz y por fin me he encontrado.

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Las enfermedades mentales en el rock y el metal.

Tan malo es permitir que las personas con enfermedades mentales vivan en un tabú social, la incomprensión y la discriminación, como frivolizar sobre ellas afirmando «padecer» algún tipo de trastorno para ser «moderno» o «distinto» y destacar en el mundo del arte. Y esto último (parece) habitual últimamente en el pop y la música mainstream, donde cada vez más artistas jóvenes exponen sin tapujos sus (supuestas) enfermedades. En cierto modo me alegro de que cada vez más se nos visibilice, aunque mantengo mis dudas si no será más que una cuestión de marketing para arrastrar a esos jóvenes (cada vez más) aislados y estigmatizados emocionalmente al consumo de un producto.

De todos modos, las personalidades con tendencia a padecer algún tipo de enfermedad mental y aquellas que han reconocido padecerla abundan en la ya larga Historia del rock y el metal. Se han creado obras magníficas e imprescindibles que en ocasiones abordaban directamente el problema, como The Kinks en Soap opera (trastorno de personalidad), lo utilizaban de transfondo para desarrollar una narración, como Pink Floyd en The wall (trastorno esquizotípico de personalidad) o, simplemente, sus protagonistas presentaban algún tipo de enfermedad, como Jim y Caroline en el álbum Berlin de Lou Reed. Echadle un ojo a este enlace para más detalles.

Así, hoy, nos hemos dedicado a seleccionar algunas canciones de lo más diverso cuya temática versa sobre alguna enfermedad mental o alguna persona que lo padezca. Hay muchísimas. Y si añadimos las que hablan del tema de manera indirecta o «parece» que hablan de otra cosa, vas a sorprenderte.

Como siempre, dale al play.

Mago de Oz – Los renglones torcidos de Dios

En su álbum Finisterra (2000) incluyeron esta canción, cuyo título e inspiración cogen de una obra literaria de Torcuato Luca de Tena. La letra describe en primera persona el sufrimiento del «loco» que vive encerrado y su imposibilidad para salir de su situación: «Ahogar la locura es como intentar/tapar y ocultar con un dedo el sol/parir pensamientos es como vaciar/solo con mis manos el mar».

Green Day – Basket case

«Sometimes my mind plays tricks on me» canta Billy Joe Amstrong en este single que catapultó a la banda a la fama mundial. Amstrong, diagnosticado de trastorno de pánico, escribió la letra contando sus ataques de ansiedad y las dudas sobre su propia vida que le producían «Am I just paranoid?/Or am I just stoned?». Del álbum Dookie (1994). El vídeo, por cierto, está ambientado en un centro psiquiátrico.

Fear of Missing Out – Empty

Vamos con algo muy especial. El álbum Disorders (2019), de la mano de Carlos Morales, está compuesto por siete canciones de corte progresivo con letras escritas por pacientes que padecen uno de los siete trastornos que se tratan. Una iniciativa cuyos beneficios van destinados a FEAFES Galicia y puedes saber más sobre este y otros proyectos que relacionan arte y enfermedad mental y contribuir en este enlace. Nosotros elegimos el corte dedicado a la anorexia, con la voz de Xela Rivera (Sweet Death).

Alice Cooper – Quiet room

Hablar de «enfermedad mental» y «Alice Cooper» es todo uno. Porque ha introducido personajes perturbados y enfermos en sus canciones y porque la propia persona tras el personaje (Vincent Furnier) ha padecido trastornos depresivos, adictivos y alimentarios a lo largo de su vida. Dedicó (al menos) dos discos enteros, con un trasfondo conceptual, a las enfermedades mentales. En 1975, Welcome to my nightmare relata los sueños y las visiones de un niño, Steven, en una infancia traumática. En 1978, From the inside narra los efectos de las paranoias y las adicciones del propio Cooper y su paso por un centro psiquiátrico en Nueva York. De este, elegimos el recuerdo de su «cuarto almohadillado».

Nirvana – Lithium

Las sales de litio se utilizan para el tratamiento de la manía, la depresión y la bipolaridad. Kurt Cobain dedicó esta canción a configurar una escena de paranoia en la que el protagonista amanece feliz «Because today I found my friends/They’re in my head» y «I’m so excited, I can’t wait to meet you there». Cobain padeció depresión y su fuerte adicción a la heroína pudo desencadenar todas estas imágenes. Parte del ya mítico Nevermind (1991).

The Doors – People are strange

Cuando un artista fallece y se convierte en un mito es complicado hablar de él. Y Morrison, seguramente, sufría algún tipo de trastorno depresivo o, quizá, un trastorno de personalidad. Por esto, u otras razones, sus experiencias con las drogas son ya míticas, igual que sus improvisaciones en el escenario o sus reyertas policiales. En el álbum Strange days (1967) la banda The Doors grabó esta canción en la que Jim habla de su alineación y la soledad que sentía.

Nine Inch Nails – Hurt

«I hurt myself today/to see if I still feel». Trent Reznor habla de las autolesiones y las mutilaciones autoinfringidas, acto relativamente frecuente en personas con depresión severa, trastornos de la personalidad y tendencias suicidas. El propio Reznor sufrió de depresión aguda, ansiedad y desórdenes de personalidad, asociados, también, al consumo de múltiples sustancias. Lo grabó en 1995 para The downward spiral. Johny Cash hizo una versión de este tema para su American IV (2002).

Pearl Jam – Bugs

Eddie Vedder compuso esta sencilla y estridente canción con un acordeón y sin doble intención. Narra un episodio de alucinación en el que cientos de bichos van ocupando la habitación, la piel y los orificios del cantante. «I got bugs on my skin/Tickle my nausea/I let it happen again/They’re always takin’ over/I see they surround me, I see…». El tema fue incluido en el álbum Vitalogy de 1994.

Pink Floyd – Brain damage

«There’s someone in my head but it’s not me». Otra banda que sabe de enfermedades mentales y que ocasionalmente habló en sus letras directamente sobre ello. En The dark side of the moon (1973) incluyeron esta clara referencia a la esquizofrenia: «The lunatic is in my head/you raise the blade, you make the change»..

The Who – Happy Jack

Pocas bandas han sacado tanto rédito artístico y comercial a las historias sobre personas con trastornos mentales y enfermedades «extrañas». Tommy (1969), quizá el primer disco conceptual en tener un éxito verdadero entre el gran público, está protagonizada por un niño, Tommy, ciego, sordo y mudo tras un trauma (ver a tu padre muerto y a tu madre cometer un asesinato no tiene que ser fácil de digerir). En 1973 volvieron con Quadrophenia, una retorcida mezcla de las personalidades de los cuatro miembros de la banda a través de la cabeza de un adolescente inestable enfrentado al mundo que le rodea. Sin embargo, elegimos esta tonada algo menos seria titulada Happy Jack (A quick one, 1966) en las que se recrea a un (supuesto) enfermo mental que conoció Townshend en su infancia.

Anathema – Lost control

La depresión y sus múltiples consecuencias se abordan en varias canciones de la banda, algunas incluidas en Alternative 4 (1998). La letra es impactante: «And it’s left me with a chemical dependency for sanity/yes, I am falling/How much longer ‘til I hit the ground?/I can’t tell you why I’m breaking down/do you wonder why I prefer to be alone?».

Sea esta una pequeña contribución a recordar y poner luz sobre las personas que sufren trastornos mentales de diverso tipo. Es imprescindible eliminar el miedo, la oscuridad, la vergüenza y el aislamiento que muchas veces padecen: no ser normal te convierte en un bicho, aún en el siglo XXI. Hagamos, con nuestro esfuerzo personal, que puedan vivir una vida lo más cercana a la felicidad posible.

Canciones con un solo de batería.

Siempre caracterizamos el hard rock y el heavy metal como una música basada en guitarras, y es cierto, pero también es una música percusiva, con patrones rítmicos característicos. Y detrás de eso, siempre hay un baterista. El minimalismo de algunas propuestas no les olvida; ahí tenemos a The White Stripes como ejemplo reciente (podemos incluir a The Black Keys o Royal Blood, entre otros). Hoy queremos destacar a varios de nuestros pega-parches favoritos, y añadimos alguna sorpresa, rescatando canciones con un solo de batería en su interior. Una pequeña y jovial selección para, como siempre, darle al play y disfrutar.

Led Zeppelin – Moby Dick

Una de las más legendarias de la lista. Instrumental donde John Bonham se luce, con sus compañeros y solo a partir del minuto 1. Formó parte del imprescindible Led Zeppelin II (1969).

Iceberg – La muerte

La guitarra de Max Sunyer y las teclas de Kitflus dominan el debut de Iceberg (Tutankhamon, 1975), pero en el tema La muerte el batería Jordi Colomer tiene su espacio para desarrollar un buen solo de batería.

Chicken Shack – Telling your fortune

El poder de la batería en Chicken Shack está por encima de toda duda, y el trabajo que hace Paul Hancox en Imagination Lady (1972) resulta abrumador. En este corte de más de once minutos se marca un extenso solo para muestra.

Golden Earring – Radar love

Pocas canciones con solo de batería tan populares para el gran público como esta, aunque en la versión single recortaran la parte instrumental. Alcanzó el puesto 13 en Estados Unidos y se coló en el top de varios países europeos en 1973. Apareció en el álbum Moontan del mismo año. El responsable de esta joya percusiva se llama Cesar Zuiderwijk, quien maneja el ritmo de maravilla y hace dos pequeños pasajes solistas.

Santana – Soul sacrifice

El debut de Carlos Santana allá por 1969 se cerraba con esta barbaridad de canción. El trabajo percusivo de Mike Shrive y Dave Brown es alucinante, destacando la intro y ese solo que comienza en 1:30.

Cactus – Feel so good

Los años pioneros del hard rock, como se muestra en esta lista, daban para grabar sin prejuicios. Una banda fantástica y poco valorada como Cactus cerró su debut de 1970 con este tema que incluía un solo de Carmine Appice a partir del minuto 2. Grande el tipo, le dedicamos un artículo que puedes leer en este enlace.

Asia – Wildest dream

Otro máquina del instrumento, Carl Palmer, se marca un trabajazo en el debut de Asia (1982). Esta canción abría la cara B del disco y me parece de lo mejor de Palmer en la banda, con un pequeño solo incluido en el minuto 4.

Vamp – All night

Buen solo se marca Dicki Fliszar en el recomendable The rich don’t rock (1989) de los germanos Vamp.

Queen – Dragon attack

Nunca se valora lo suficiente el trabajo tras los parches de Roger Taylor. Demuestra su magia en este corte del álbum The Game (1980) donde marca la canción de principio a fin, haciendo un pequeño solo en el 1:40.

Cream – Toad

No podía faltar otro magnífico pionero del rock endurecido, Ginger Baker. Compuso este instrumental, básicamente un solo de batería con arreglos de guitarra, para lucirse en Fresh Cream (1966). Una barbaridad que extendía más de diez minutos en directo.

The Who – My generation

Otro favorito por estas pantallas, Keith Moon, ya hacía de las suyas en los inicios de The Who. En 1965 alcanzaron el segundo puesto en ventas con My generation, una canción muy percusiva (incluso en su patrón de guitarra y en la voz) que incluía una sección final donde Moon se marca un solo explosivo (2:20) que continúa en la coda final.

Iron Butterfly – In-a-gadda-da-vida

Esta canción lo tiene todo y en exceso. Icono de la experimentación de los primeros años del rock duro, con ese tufazo psicodélico, los más de diecisiete minutos de esta canción dan para todo. La parte vocal se escucha al principio y al final (se editó una versión más corta como single), y el resto es un largo instrumental donde Ron Bushy graba un potente solo (a partir del 6:30).

Deep Purple – The mule

Imposible no incluir a Ian Paice. De todas sus estelares aportaciones, me quedo, oh, sorpresa, con esta barbaridad que sonaba en Fireball (1971) y cuya versión en directo en Made in Japan (1972) es de obligatoria escucha para cualquier aficionado.

¿Alguna sugerencia?

Canciones que empiezan con una cuenta atrás (o adelante).

Efectivamente. Con cualquier cosa hacemos una lista de canciones. ¿De verdad no te has parado a pensar en la cantidad de temas que comienzan con una voz, más o menos audible, realizando una cuenta? One-two-three o tres-dos-uno… y al lío. Este recurso, habitual para hacer que toda la banda entre a la vez en un directo o en una toma, da apariencia de grabación orgánica, de «ahí estamos todos en tu altavoz machacando los instrumentos ahora mismo para ti». Y con ese rollo muchas de estas canciones fueron las primeras de un disco o de una cara de vinilo.

La lista ha quedado muy jugosa. Dale al play y disfruta.

Bad Company – Can’t get enough

«One… two… one, two, three» y comienza uno de los discos emblemáticos del hard rock de la primera mitad de los setenta, el debut Bad Company (1974).

The Beatles – I saw her standing there

«One, two, three, ¡four!» y a darle caña a este rock de amor con una adolescente «How could I dance with another/when I saw her standing there?». Arrancaba así el primer largo de la banda, Please please me, editado en 1963.

Rare Earth – I just want to celebrate

«One, two, three, four» y a marcar un ritmo pegajoso en esta canción de celebración de la vida hedonista: «I just want to celebrate another day of life». Cerró la cara A del vinilo One world (1971) y fue el primer single de dicho álbum.

The Who – Slip kid

Comienza Keith Moon con su batería, marca «one… two… one, two, three» y entra la banda en este fantástico tema que grabaron para abrir The Who by numbers (1975).

Rush – Animate

Abría Neil Peart el álbum Counterparts (1993) con «one… one, two» para guiarnos por uno de sus mejores trabajos. «Goddess in my garden/Sister in my soul/Angel in my armor/Actress in my role».

Barricada – Objetivo a rendir

«Un, dos, tres, ¡fuego!» gritaba Enrique Villareal «El Drogas» al comienzo de esta canción dedicada a los desesperados: «Para ti no es aventura/ Intentar salir de aquí/Pues esta calculado/Que seas vapuleado/Objetivo a rendir». Abría la cara B del álbum Pasión por el ruido (1989).

Tom Petty & The Heartbreakers – You got lucky

«One…» y se intuye el gesto, el ademán de conteo para comenzar con el primer golpe a tempo todo el mundo. Compuesto por Mick Campbell y el jefe Petty, fue segundo corte del álbum de 1982 Long after dark.

James Brown – Get up (I feel like been a) sex machine

Tras una presentación con público de fondo, «one, two, three, four» y a darle caña al cuerpo con uno de los más emblemáticos cortes de James Brown. ¿Alguien se resiste al ritmazo de la máquina sexual? Se grabó como single en 1970 y abrió el álbum Sex machine del mismo año en una versión de más de diez minutos. Shace your money maker…

J.J. Cale – Crazy mama

Más comedido «one, two, three, four» y metido en una tonada country con un hermoso slide, J. J. Cale se rinde a la mujer que regresa a su vida. Abría la cara B de otro imprescindible, el Naturally de 1971.

U2 – Vertigo

En «perfecto» español comienza Bono «un, dos, tres… catorce» sobre la introducción instrumental de esta canción, single y espectacular vídeo del How to dismantle an atomic bomb (2004).

Foo Fighters – Wheels

Un alargado «one, two, three, four» da paso a una de las dos canciones que fueron novedad en el recopilatorio Greatest hits (2009). La canción fue compuesta en memoria de un amigo fallecido de Dave Grohl.

Manfred Mann – 5-4-3-2-1

Y para terminar, la reina del conteo. No solo comienza con un «five, four, three, two, one», si no que la letra de la canción, casi en exclusiva, es esa. Se editó como single en 1964 junto al tema Cock-A-Hup. «Uh-uh, it was the Manfred’s»

Interesante colección de canciones, diversas y dispersas. Hay muchas esparcidas por el cosmos sonoro: ¿nos confiesas cuál has escuchado últimamente?

The Rolling Stones en diez versiones.

No vamos a perder el tiempo con presentaciones. «Los rolin» son una de las bandas más icónicas de la música contemporánea y un referente para varias generaciones. ¿Alguno de los tipos de la foto se hubieran creído el alcance de su creación musical? Hoy hemos querido hacer un pequeño homenaje a sus satánicas majestades a través de la voz y la música de diez propuestas diferentes, algunas, sorpresa, aparentemente alejadas del rock clásico de los británicos.

A disfrutar…

Exodus – Bitch

Lejos de su sonido habitual, Exodus llevan a su campo esta canción que los británicos incluyeron en su Sticky fingers (1971). La versión, en el álbum Force of habit (1992).

Thunder – Gimme shelter

En 1993 se editó un single del mismo título en la que Thunder, Little Angels y Hawkwind rinden homenaje a este tema incluido en Let it bleed (1969).

The Who – The last time

Editado como single en 1967 junto a Under my thumb. El original fue número 1 en las lista de singles del Reino Unido apenas dos años antes.

Kiss – 2000 man

Los neoyorquinos tiraron de cover para completar su Dynasty de 1979. Personal revisión de un corte grabado para Their satanic majesties request (1967).

Johnny Winter – Jumpin’ Jack Flash

El albino era experto en mejorar las canciones de otros, y no se quedó atrás en el directo Johnny Winter And Live (1971) con esta canción que grabaran «los rollin» en 1968.

Buckcherry – Best of Burden

Escoger uno de los cortes emblemáticos de Some girls (1978) para una versión es de valientes, y Buckcherry lo metieron en The covers: volume I (2014)

Gov’t mule – Can’t you hear me knocking

Estos no podían faltar por aquí. Y hemos escogido esta personalísima elección del Sticky fingers (1971) que podemos escuchar en su Stoned side of the mule (2015).

Muddy Waters – Let’s spend the night together

El maestro revisando a sus alumnos. Para Electric mud (1968) escogió este single editado en enero de 1967 que formó parte del álbum Flowers, editado ese mismo año.

Tesla – Mother’s little helper

Se remontan al Aftermath de 1966 en su disco en directo Five man acoustical jam (1990) con una estupenda y personal versión.

Manic Street Preachers – Start me up

Uno de los riffs más conocidos e imitados de la banda inspira a Manic Street Preachers en su participación en el álbum colectivo Sounds of the 80s (2014). La original arrancó como single el Tattoo you de 1981.

Por supuesto, aún hay más. ¿Qué versión echas de menos?

De músico a músico: recuerdos, homenajes y caricaturas.

Los músicos de los que hablamos hoy cantan a sus amigos músicos, a sus amigos fallecidos, a los compañeros huidos, a los colegas a los que admiran. Es digno reconocer la labor de un maestro también, aquel que inspiró o que, simplemente, estuvo ahí cuando hacía falta. Y recordar al músico casi anónimo que acompañó en algún momento. En fin, personajes del recuerdo, homenajes y hasta alguna caricatura hemos seleccionado. De músico a músico.

Barón Rojo – Concierto para ellos

Tenía que ser la primera. Homenaje a los caídos en el camino. Porque «en cada concierto de rock and roll las campanas doblan por Bon Scott, por Janis, Lennon, Allman, Hendrix, Bolan, Bonham, Brian y Moon». Uno de los cortes más famosos de Volumen Brutal (1982).

Elton John – Empty garden (Hey Hey Johnny)

Tras la muerte de John Lennon la tristeza se apoderó de Elton John; quería dedicarle una canción, pero no acertaba con el tono. Bernie Taupin recordó que una de las últimas apariciones de Lennon fue en el Madison Square Garden con Elton, y de ahí surgió la canción: «Oh, hey hey Johnny/Can’t you come out, can’t you come out to playJohnny/can’t you come out to play in your empty garden»

Billy Squier – Nobody knows

También a John Lennon le dedicó Squier una canción en su segundo álbum Don’t say no (1982). Con la producción de Reinhold Mack logra un sonido muy cercano al del propio homenajeado. «You may see your life as a compromise/You may live to find the promise dancin’ in your eyes»

Roger Daltrey – Under a raging Moon

Homenaje a otro amigo caído. En esta ocasión, Roger Daltrey en su disco en solitario Under a raging moon (1985) canta al desaparecido batería de The Who, Keith Moon. Nada menos que siete baterías participan en el tema, incluyendo a Cozy Powell, Carl Palmer o Zak Starkey, siguiente en ocupar el puesto de The Who.

Los Suaves – ¿Sabes? ¡Phil Lynott murió!

El título lo dice todo: las impresiones de Yosi (cantante y compositor) tras la muerte de Phil Lynott (Thin Lizzy), del que era fan confeso y al que el grupo rinde inspiración en muchas ocasiones. «Y es que hoy en la madrugada se paró su reloj/se durmió, sueña para siempre sueños de algodón». Aparece en el imprrescindible Ese día piensa en mí de 1989.

Syd Barret – Bob Dylan blues

En 1970 dedicó Barret un simpático homenaje a Dylan jugando con la imagen, las canciones y la situación del entonces joven músico: «Cause I’m a poet, don’t ya know it/And the wind, you can blow it/Cause I’m Mr. Dylan, the king/And I’m free as a bird on the wing». No solo habla de él, si no que lo hace en el propio lenguaje de Dylan. La canción permaneció inédita treinta años.

Los Enemigos – An-Tonio

No solo merecen recuerdo y homenaje los músicos famosos. Josele Santiago en su álbum Nada (1999) dedica este corte a un amigo personal suyo, cantante con un único álbum en el mercado (An-tonio, 1997) que dedicó su vida a cantar por las calles de Sevilla, Londres o su Algeciras natal. Canta Josele: «Me ha dicho el Antonio que hoy no va a cantar/se le habrán quitao las ganas, que no va a cantar más ná/Si hoy no canta el Antonio, ¿quién nos va a cantar?». Pues eso.

Anthony Gomes – Come Down

Lo tiene claro Anthony Gomes: «Come from heaven B. B. King/’cause this kingdom has no King/there’s no one here». Reclama a ángeles y santos que liberen al maestro para que rehaga este mundo perdido. Abre magistralmente su gran álbum de 2018 Peace, love & loud guitars.

Uriah Heep – Between two worlds

El tema de la pérdida de los compañeros de armas siempre acaba apareciendo. En Sonic origami (1998) hacen los británicos un doble homenaje al ex-cantante David Byron y al bajista Gary Thain, ambos fallecidos a consecuencia del abuso de sustancias, uno en 1975 y el otro diez años más tarde.

Sonic Youth – Tunic (Song for Karen)

En el álbum Goo (1990) pusieron voz a Karen Carpenter: «Hello Janis, Hello Dennis/Elvis and all my brand new friends/I’m so glad you’re all here with me, until the very end». Enfoca los problemas alimenticios de la cantante como anticipo de su fallecimiento.

Sínkope – Agradecidos a ti

Dedicadas a Rosendo hay varias canciones entre las que hemos seleccionado esta de Sínkope. «Con un colega de Iruña» escuchando en un casé a Leño comenzó el amor de Vito por Rosendo Mercado y, a la vez, por el rock. Una sincera historia de amor musical que, desde ese casé, acabó compartiendo escenario: «mil gracias, maestro Rosendo Mercado/mil gracias, mil gracias por tu legado» y una ristra de canciones imprescindibles de la música popular en español. De su Museo de rejas limadas (2015).

Tesla – Song & emotion

Tesla rindió homenaje a Steve Clark, guitarrista de Def Leppard. Las dos bandas habían girado juntas meses antes y el fallecimiento les pilló en plena grabación de Psychottic supper: «Song and emotion/You can hear him play/You can still hear him say/Better run for cover, ‘cause it looks like rain again!»

Drive-By Truckers – Carl Perkins’ Cadillac

En 2004, dentro del álbum The dirty south, las huestes de Patterson Hood y Mike Cooley cantan al Cadillac que Carl Perkins le «robó» a Elvis: «Carl drove his brand new Cadillac to Nashville and he went downtown». Un repaso a las relaciones y las promesas de Nashville «the money came in sacks/New contracts and Carl Perkins’ Cadillac».

Megadeth – In my darkest hour

Tras la muerte de su amigo y ex-compañero de Metallica, Cliff Burton, el bueno de Dave Mustaine compuso esta canción aparecida en So far, so good… So what! (1988): «Alone, I call to ease the pain/Yearning to be held by you/Alone, so alone, I’m lost/Consumed by the pain».

Black Hat – Soñar

En otras ocasiones el homenaje se hace de manera global, a los ídolos que marcaron el camino. Black Hat, en su álbum de 2003 Eclipse (producido por Jorge Salán), sueñan con la magia del heavy metal y poder cantar «al lado de Gary o Dio/y soñar, y soñar/que los Maiden tocan conmigo».

Bob Catley – The Pain

En su álbum Legends (1999), Bob Catley, junto a Gary Hughes, dedicaron el primer corte a Elvis Presley. El título lo dice todo: «life was an emotional knife/it cut the flesh, it hit the bone». La vida de Elvis como una tragedia griega con final triste: «he had it all, somehow he let it slip away/(…)/lost in a scene from this nightmare come true».

Bruce Springsteen – Johnny Bye-Bye

«With a whole lotta trouble running through his veins/Bye bye johnny, Johnny bye bye/You didn’t have to die». Homenaje de The Boss a Elvis Presley recordando el día que escuchó en la radio la noticia de su muerte. Grabado en las sesiones de Born in the USA (1985).

Kingdom Come – Bon Scott

Todo un homenaje al hombre y a su legado. Lenny Wolf, cantante y compositor principal de la banda, dedica está canción al fantasma de Bon Scott «in after life I believe/you ain’t no history/hope you are feeling free». Un rollazo AC/DC que tira de espaldas. Parte del álbum Ain’t crying for the moon (2006).

Gabinete Caligari – Tócala, Uli

Cuarto corte de uno de los mejores discos de pop-rock de los ochenta, Camino Soria (1987), compuesto en homenaje a Ulises Montero, saxofonista de la banda, fallecido por sobredosis de heroína unos meses antes: «Con salero y sin papeles/te paseabas por el foro/una caña de Mahou/y una de rabo de toro, con decoro».

Y si comenzábamos este post con una canción a los héroes muertos, de regalo este corte que Kreator grabaron en su Gods of violence (2017) en recuerdo a los «hermanos caídos» en las mil batallas del rock y el metal…

¿Las peores versiones del rock?

Advertencia: tus oídos van a sangrar. Esta entrada resulta algo perversa, casi masoquista. ¿De verdad hace falta rebuscar en lo más infame de los archivos sonoros para encontrar canciones malas? Canciones que asesinan gatitos cada vez que suenan. Y que, para dolor máximo, intentan servir de homenaje a buenas, excelentes composiciones de nuestro rollo. A este ¿arte? yo lo denomino perversiones.

Pues hace unos días me dediqué a preguntar a colegas y amigos de Twitter y Facebook por su «peor versión». El resultado está aquí; he seleccionado una pequeña muestra. El horror no tiene fin.

Seguro que tú conoces una peor. O igual de (im)prescindible. 

Bertín Osborne vs. Kansas 

Paulina Rubio vs. KISS

Hilary Duff vs. The Who

Azúcar Moreno vs. The Rolling Stones

Maremágnum vs. Queen

Mexrrissey vs. Morrissey

Baccara vs. The Doors

Los Planetas vs. Roxy Music

All Saints vs. Red Hot Chili Peppers

Miley Cyrus vs. Led Zeppelin

Ya no tengo valor para poner más…

Versioneando: las mejores versiones de David Bowie

Ya tardaba en aparecer por esta sección el amigo Bowie. Y lo hace con una colección de canciones muy de nuestro gusto, aquellas que consideramos sus mejores versiones. Mucho decir de un tipo que acumuló a lo largo de su carrera más de ochenta homenajes entre grabaciones de estudio y directos oficiales. Así que, repasa nuestra lista y dinos cuál nos hemos dejado fuera.

Dale al play…

Across the Universe – 1975

Rescató este tema de The Beatles para su álbum Young americans. La original, compuesta, cómo no, por Lennon y McCartney, la grabaron los de Liverpool en 1968.

Let’s spend the night together – 1973

En este caso se mete en la piel de Mick Jagger, co-autor, junto a Keith Richards, de esta canción. La original se editó como single en 1966 y la de Bowie formó parte del fantástico Aladdin Sane.

God only knows – 1984

Se atreve con The Beach Boys en su álbum Tonight, y nada menos que con un tema incluido en uno de sus mejores discos: Pet sounds (1966).

Pictures of Lily – 2001

Se mete en el papel del «mirón de fotos» que The Who retrató en 1967, para un recopilatorio homenaje a los británicos de título Substitute: the songs of The Who.

I feel free – 1993

Estupenda lectura de un tema de Cream, compuesto por Jack Bruce y Pete Brown, y editado en 1966 dentro de su Fresh Cream. Bowie lo grabó para Black tie White noise.

Waterloo sunset – 2003

Encaja en esta canción de The Kinks a la perfección. Grabada en las sesiones de Reality, apareció como regalo en la edición especial de la gira. La original, compuesta por Ray Davis, la escuchamos por primera vez en 1965, como single y formando parte del Something else by The Kinks.

Friday on my mind – 1973

Dedicó un álbum de versiones al que tituló Pins up y dejó en el tintero el proyecto de un segundo disco. Rescatamos este corte original de The Easybeats y compuesto por George Young y Harry Vanda en 1966.

I’ve been waiting for you – 2002

Un grande suplantando la voz de otro grande. Neil Young la compuso en 1968 para su debut y Bowie la re-compuso para su Heathen.

Dancing in the street – 1985

No podía faltar. Cantada a medias con Mick Jagger, se editó como single de éxito mundial. Un tema con más de cien versiones grabada por primera vez en 1964 por Martha & The Vandellas.

Rock y resaca: canciones sobre el día después.

El día después, el despertar de boca seca, cabeza martilleante y cuerpo gomoso, la luz que molesta, cualquier ruido parece un taladro en la oreja, arrastrarse al sofá. Nunca más, se dice, esto no lo vuelvo a repetir. Así somos… Mañanita de resaca. Como dijeron Los Suaves en su tema Siempre igual: «agua fría, alka-seltzer, café negro» y a aguantar.

Nuestra pequeña selección de resacas a cargo de algunos de nuestros artistas favoritos. Seguro que no volvieron a repetir…

Black Sabbath – Thrased

Para un álbum que Ian Gillan es invitado a cantar con Black Sabbath en un día de resaca casi acaba con el conche de Bill Ward en una piscina camino del estudio de grabación. No se le había pasado.

M-Clan – Domingo de mayo

Carlos Tarque no recuerda cómo llegó a casa, «la boca seca, que más me da. No hay nada de que lamentarse ni nada que celebrar». No es más que una «mañana de domingo» y en su cabeza «resuena toda la noche de ayer».

Van Halen – Take your whiskey home

A David Lee Roth la resaca le dura más que la chica de anoche. «Ella no me quiere cerca, está cansada de verme caer». Es que el alcohol por las noches deja lagunas mentales y físicas.

Los Zigarros – Resaca

Los reyes del boogie también saben lo que es sufrir el día después. «¡Anoche era un tigre y hoy soy un ratón!». En el fondo, más parece que esté enfermo que otra cosa. «Creo que me estoy muriendo y tengo inseguridad».

Supersuckers – Hungover together

El lado romántico de beber juntos. Eddie Spaghetti y Kelley Deal deciden montárselo juntos para tener una resaca privada. Pero a la mañana siguiente nadie recuerda nada. ¿Qué hicimos anoche?

The Who – Who are you?

Tras una fiesta con los Sex Pistols esta fue la pregunta que se hizo Pete Townshend a la mañana siguiete. ¿Quién eres tú? Las compañías, siempre las malas compañías tienen la culpa. Acabó en comisaría, por cierto.

Konsumo Respeto – Un par de alas

A veces las resacas son malas compañeras del corazón. «Mírame, hoy la resaca a mí me puede también», no he dormido, me encuentro fatal, y «ya no quise luchar». El desánimo y el llanto el día después, el bajonazo.

Def Leppard – Me and my wine

«Todo lo que puedo decir es que estoy bien solo y con mi vino» el día después de una noche ¿memorable? Los chicos quisieron salir a beber y no recuerdo nada de la noche anterior. Cuidadito con continuar bebiendo…

Forraje – Dueña de mis resacas

La noche y el amor. Ella es la verdadera propietaria de mis fiestas, mis excesos y, claro, de mis resacas: «jugando a lanzarme me he vuelto a caer/qué duro es el suelo al anochecer». Con Kutxi Romero.

Chuck Berry – Downbound train

Cuando el protagonista de la canción bebe tanto que no puede beber más se queda dormido en el suelo. A la mañana siguiente es un charco de sudor y dolor. Para pensárselo de nuevo.

Obús – Cualquier noche sale el sol

Y cuanto mayor es uno, peores son las resacas. A Fortu se le fue la mano: «hoy desayuné tortilla de actrón» porque fue «cerrando garitos hasta que llegó el amanecer del día después/mañana infernal, resaca total».

Peter Frampton – Do you feel like we do

A quién no le ha pasado. Te despiertas por la mañana con una botella en la mano y te preguntas. ¿De quién es? ¿Qué es? ¿Dónde? ¿Qué hice anoche? Historias reales por personas reales. ¿Sientes como que lo hicimos?

Arias – No estoy hoy para nadie

Qué duro el día después cuando suena el teléfono y te dicen «ayer me dejaste tirada» y no recuerdas a quién. Manolo Arias compone con Julio Dávila a la voz una canción de resaca «todo me da vueltas» pero «quizá una cerveza me ayude a despertar». Está todo al revés…

¿Qué canción de resaca nos hemos dejado olvidada?

Who I am: memorias – Pete Townshend

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Who I am: memorias – Pete Townshend – Malpaso Ediciones 2014

El mítico líder de una de las bandas más famosas de la historia del rock, The Who, relata en algo más de quinientas sesenta páginas sus memorias, los recuerdos que a su criterio puede compartir con fans, lectores y enemigos, que muchos tiene. Ya quería escribir un libro como este a los veintiún años, pero se reprimió hasta la notable edad de sesenta y siete.

Muy bonita la edición de Malpaso, con pie, cabeza y delantero en color rojo y tapa, lomo y contratapa en riguroso negro. Puedes conseguir la edición digital una vez adquieras la edición en papel, lo que no deja de ser un extra interesante, más o menos como cuando te regalan la descarga digital al comprar un vinilo, cosa muy de moda.

En cuanto al contenido, el libro se divide en tres partes. En la primera nos relata sus tiempos anteriores a la formación de la banda, cómo conoció a los distintos miembros del grupo y sus primeros pasos, hasta el éxito masivo con la voraz obra maestra Tommy. La segunda parte narra la vida en la cresta de la ola, la creación de álbumes como Who’s next o Quadrophenia, la decadencia progresiva de la banda, la muerte de Keith Moon y la separación final del grupo. La última se centra en su carrera en solitario durante los últimos treinta años y en las idas y venidas con los otros miembros de The Who, en especial con Roger Daltrey.

No puedo negar que el comienzo del libro resulta un tanto aburrido; la infancia de Pete tampoco dio para grandes episodios a pesar de que deja entrever que sufrió abusos y no tuvo unos padres ejemplares precisamente. Cuando conoce a Daltrey y conforma el embrión de lo que sería The Who empieza la verdadera historia interesante. No se retrae en ningún detalle, da su opinión sobre todo, da a entender cuán importante papel desempeñó desde el principio en la banda y tira hacia su jardín el camino de éxito de los británicos. Townshend narra, casi como si lo estuviera viviendo de nuevo, los numerosos elementos compositivos y técnicos que conformaron cada álbum, cada gira, cada canción, mezclándolo con verdadero buen arte con su vida familiar y sus relaciones vitales.Pete Townshend

No pasa de puntillas sobre los temas más espinosos. Como cuando fue acusado y detenido por pederastia, pues su nombre y su tarjeta de crédito aparecieron en una investigación sobre pornografía infantil. Él lo justifica lo mejor que puede, explicando por qué se le acusó injustamente y la caza de brujas de la que se sintió víctima. Pasa más de puntillas por la muerte de Moon y John Entwistle o las causas verdaderas de la separación del grupo; lo trata un poco como a desgana, sin mucho matiz. Dedica, sin embargo, muchas páginas a sus proyectos personales, tanto los relacionados con su vida espiritual como los musicales en los que trabajó.

En cualquier caso, resulta un libro más que interesante para todos aquellos amantes de la música rock en general y de quienes tienen a The Who como banda grande. Desvela numerosos secretos del grupo. No te dejará indiferente.