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La grungificación del rock y el metal en los 90

Todas las épocas tienen su sonido rompedor, un músico, una banda o un grupo de bandas que hacen temblar lo establecido en la música popular y dan un giro de volante al mercado. En ocasiones de manera definitoria y permanente, como hicieran Cream y un tal Jimi Hendrix a finales de los sesenta o The Sex Pistols y compañía a finales de los setenta. En otras, se convierte en una moda pasajera. A comienzos de los noventa un movimiento musical (o comercial) surgió desde Seattle para copar las listas de ventas de Estados Unidos y el mundo. Un movimiento que se llamó grunge y cuyo nacimiento repasamos en este post. En 1991 coincidieron en los estantes Nevermind (Nirvana), Badmotorfinger (Soundgarden), Ten (Pearl Jam) y Facelift (Alice in Chains). Entre los cuatro juntan más de treinta millones de discos vendidos. Ese mismo año ocurrió otro hecho significativo: Metallica publicó su álbum homónimo, el black album, y se comió el mercado metalero. La transición del thrash casi underground a ser la banda superventas fue un mazazo para el género. A comienzos de 1992 Pantera publicaba Vulgar display of power para poner una nueva forma de hacer metal en los hogares de millones de chavales, lo que se denominó groove metal.

Las bandas de rock y metal que habían reinado a finales de los ochenta comenzaron a tener problemas de mercado. Los fans habían girado sus orejas a estos nuevos rebeldes llenos de ira y poder sónico, mientras que las «viejas» formas se consideraban trasnochadas. Como en tantas otras ocasiones, la «industria» se frotaba las manos; puso su dinero en cualquier banda que sonara a grunge, a groove, a metal «moderno» arrebatándolo de las producciones y la promoción de los sonidos «eighties». El hair metal, el rock arena, el thrash y el heavy de armonías guitarreras estaba muerto.

     

Las estrellas de aquellos años lo pasaron mal. Dee Snider dijo «fue una disociación de todo lo que se hacía en aquella era: la ropa, el pelo, el sonido, la puesta en escena». Hasta una mega estrella curtida como Sammy Hagar afirma que se sentía inseguro y confiesa: «decía a los chicos: pongamos a esas bandas en el maldito cartel; así los fans sabrán lo buenos que somos; pero era miedo a quedarnos solos lo que nos llevó a esa decisión en realidad».

Algunas bandas mantuvieron el tipo, su estilo, con mayor o menor suerte, a veces con cambios drásticos en sus filas, y a ellas les dedicaremos otro post en el futuro. Hoy nos centramos en bandas veteranas y noveles que aún albergaban la esperanza de triunfar y no dudaron en girar sus voces y sus guitarras a los nuevos sonidos. En unas ocasiones contratando a los productores de las nuevas estrellas; en otras incluyendo a nuevos miembros que dieran con esa tecla moderna; a veces, simplemente, imitando de la mejor manera posible. A eso le hemos llamado grungificación. Aquí seleccionamos ocho discos de esos grupos que, con mejor o peor suerte, intentaron capear el temporal que había hundido su barco del tesoro en aquellos primeros noventa. Algunos, incluso, fueron más brillantes.

Como siempre… dale al play.

Mötley Crüe – Mötley Crüe – 1994

El cambio radical de uno de los estandartes del hair metal y la superficialidad de la década anterior. Jon Corabi sustituía a Vince Neil, aportando otra voz y una segunda guitarra, pero, sobre todo, un modo de componer que Nikki Sixx aprovechó para intentar ser la banda más cool del momento. Volvieron a contar con la producción de Bob Rock, el tipo que había llevado a Metallica a lo más alto, para sonar duros, oscuros. El disco no vendió bien, las giras se cancelaron, comenzaron a tocar en locales pequeños y la historia de Corabi acabó abruptamente pocos años después con el regreso de Vince Neil y un engendro titulado Generation swine (1997).

Winger – Pull – 1993

La banda de Kip Winger y Reb Beach había alcanzado la popularidad multiventas con sus dos primeras obras (Winger en 1988, In the heart of the young en 1990). Llenaron sus composiciones de texturas metaleras, dieron más importancia a la percusión y los cambios de ritmo y oscurecieron su propuesta de manera voluntaria, cambiando la orientación de muchas letras hacia asuntos sociales y políticos. El disco, excelente, no consiguió competir en el nuevo mundo y la banda desapareció una larga temporada.

Dangerous Toys – The Rtist 4merly known as Dangerous Toys – 1995

Fueron divertidos hasta el final. Abrazaron las sonoridades grunge y algo de metal al estilo Alice in Chains pero no perdieron la sonrisa. Incluso el libreto imita al de Facelift (1990). La portada y el título ya son una burla hacia Prince, su cambio de nombre y la portada de Lovesexy (1988), falo incluido. Como a otros, acabó siendo su canto del cisne, pero muy recomendable escucha también. Murieron con estilo.

KISS –  Carnival of souls – 1997

Una historia también curiosa la de este álbum. Paul Stanley y Gene Simmons intentaron (una vez más) subirse al carro de moda para mantener el flujo de dinero. Contrataron a Toby Wright, quien había trabajado con Soul Asylum y Alice in Chains, para oscurecer el sonido. Bruce Kulick compone la mayoría de cortes y es la voz solista por primera vez en uno de ellos. El disco, grabado a finales de 1995, se aparcó ante la inminente reunión del line-up clásico de la banda. Pero los bootlegs comenzaron a distribuirse entre los fans y la compañía discográfica decidió editarlo de manera oficial con el título de The carnival of souls: the final sessions en 1997.

Skid Row – Subhuman race – 1995

Otra vez aparece Bob Rock por aquí. La banda decidió endurecerse de manera definitiva metiendo sonidos metaleros, un poco de groove y un toque modernete, con una producción oscura y algo claustrofóbica por momentos. Aunque demostraron adaptarse bien a la época, la compañía Atlantic les dio la patada y Sebastian Bach y Rob Affuso acabaron fuera del grupo. No volvieron a levantar cabeza.

Ozzy Osbourne – Ozzmosis – 1995

Este caso resulta bien curioso. Ozzy se metió en el estudio a principios de 1994 con el productor Michael Wagener y la idea de hacer un disco con Steve Vai. El asunto no funcionó. Vai abandonó el proyecto. Hicieron la preproducción con Wagener, pero la compañía no quería repetir los sonidos «antiguos». Contrataron a Michael Beinhorn, productor de Red Hot Chili Peppers (Mother’s milk, 1989), Soul Asylum (Grave dancers union, 1992) y Soundgarden (Superunknown, 1994), para lograr canciones más «de mercado». Músicos clásicos como Zakk Wylde, Geezer Butler o Rick Wakeman sonando a puro nineties. Les fue bien.

Slayer – Divine intervention – 1995

Las estrellas del thrash también pasaron su crisis. Los magníficos Slayer recurrieron a la mano de Toby Wright (Alice in Chains, Soul Asylum) para co-producir y mezclar este Divine intervention. Además, cambiaron su forma de componer, fueron más cercanos a los temas de su entorno en la forma de escribir las letras. La compañía cambió el estilo de la portada, en un intento de actualizar, también, la imagen. La ausencia de Dave Lombardo en la batería dejó a Paul Bostaph a los mandos del bombo, un todoterreno. La propia banda se quejó posteriormente del sonido final del disco, aunque vendió bien y mantuvo los auditorios llenos.

Anthrax – Sound of white noise – 1993

Ya dedicamos un post a los años con Jon Bush a la voz, que comienza, precisamente, con este álbum. Los neoyorquinos contaron en la producción con Dave Jerden, el tipo tras el éxito de Alice in Chains (Facelift en 1990 y Dirt en 1992) y que había trabajado con Social Distortion y Jane’s Adiction, entre otros. Letras más serias, un sonido más metalero, quizá algo oscuro por momentos, con un gran trabajo rítmico. Lo curioso es que vendió más que en su época dorada.

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Elvis Presley en diez versiones

El rey blanco del rock, el hombre que cambió para siempre la música popular, uno de los iconos del pasado siglo XX. Y aquí rebuscamos entre sus cientos de canciones y las miles de versiones tan solo diez. De diez grupos o artistas que quisieron homenajear su legado, ganar unos euros con su memoria o, simplemente, recrear la gran música que tan bien supo interpretar Elvis Presley.

Diez de diez. Dale al play.

Guns N’Roses – Heartbreak hotel

Los chicos malos de Axl y compañía la grabaron en las primeras sesiones de su Appetite for destruction (1987) a las órdenes del productor Manny Charlton (Nazareth) durante 1986. Esas canciones (25 para ser exactos) quedaron en el olvido cuando Manny desapareció del proyecto y la compañía puso a Mike Clink al mando. Permaneció inédita hasta la reciente edición a todo lujo del álbum. Elvis la editó como single en enero de 1956; alcanzó el primer puesto en Estados Unidos y el segundo en el Reino Unido.

Alvin Lee – Don’t be cruel

Genial interpretación de Alvin Lee, que parece el mismo Elvis. Formó parte de su directo de 1974 titulado In flight. La original fue editada como single en 1956 junto a Hound dog, alcanzando el primer puesto de ventas en Estados Unidos y un discreto puesto 24 en el Reino Unido… veinte años después.

Danzig – Trouble

Parece alejado en estilo, pero Danzig es un reconocido fan de Elvis. Aquí tenéis un enlace a Bandcamp con su última obra, un tributo con catorce canciones de «El Rey». Nosotros escogemos, sin embargo, Trouble, que completó el EP Thrall-Demonsweatlive de 1993. Uno de los temas que Elvis hizo suyos de Jerry Leiber y Mike Stoller, en este caso parte de la banda sonora de King Creole (1958).

Mötley Crüe – Jailhouse rock

Un poco de white thrash homenajeando al rey blanco del rock. «Los Crüe» se marcaron este falso directo para su álbum de 1987 Girls, girls, girls. También de Leiber y Stoller, apareció en el EP del mismo título editado en 1957. Alcanzó el número uno a ambos lados del Atlántico.

Jeff Healey – Mess o’blues

La canción dio título al álbum póstumo del fantástico guitarrista (y cantante) Jeff Healey en el año 2008, compuesto de grabaciones en directo. La original se editó como single en 1960, junto a It’s now or never; alcanzó el número 2 en el Reino Unido.

Spearfish – In the ghetto

Una versión curiosa de una canción hiperexpuesta, quizá una de las más homenajeadas. La ejecuta el grupo sueco de hard rock Spearfish y aparece en su álbum de versiones Back for the future (2003). La original cerró el From Elvis in Memphis (1969).

Blackmore’s night – Can’t help falling in love

Y, como la anterior, otra versión muy personal. Ritchie Blackmore, el guitarrista que ayudó con sus riffs y sus solos a construir la partitura de la guitarra hard&heavy, junto a su amada Candice Night, la grabó para el álbum de 2008 titulado Secret voyage. La original formó parte de la banda sonora de Blue Hawaii (1960), una de sus más vendidas hasta la fecha. No puedo dejar de poner aquí el enlace a la versión con la que UB40 conquistaron las listas de éxito en 1993.

Status Quo – Way down

Fue un exitazo en 1977 como parte del último álbum publicado en vida por Elvis y titulado Moody Blue, alcanzando como single el primer puesto de las listas en el Reino Unido. Quizá por ello la eligieron Status Quo para su disco de versiones Famous in the last century (2000), llevándola con maestría a su propio estilo. También grabaron para ese mismo álbum Hound dog.

Graham Bonnet – Danny

Mr. Graham Bonnet escogió este corte «secreto» para su debut en solitario. La canción tiene una curiosa historia. Elvis la grabó para la banda sonora de King Creole en 1958, pero permaneció inédita hasta después de su muerte, el mismo año 1977 en que Graham la grabó. Fue en la voz de Cliff Richards, primero, y de Conway Titti, bajo el título Lonely blue boy, cuando Danny alcanzó el éxito a finales de los cincuenta.

ZZ Top – Viva las Vegas

Quizá una de las más famosa en el mundo del rock y aledaños. Los barbudos de ZZ Top la hicieron a su estilo multiventas para su recopilatorio de 1992 titulado Greatest Hits, con verdadero éxito. En el vídeo aparece el fantasma de Elvis y la guitarra de cristal. La original se editó como single en 1964.

Han pasado más de cuarenta años y hay quien dice que Elvis está vivo. Al menos en sus canciones sigue más que vivo.

Sexo en el rock (19): strippers, bailarinas y otras danzas exóticas

El arte del baile en barra fija no se inventó en un bar de luces llamativas y señores acodados al escenario. Su origen como elemento del mundo del espectáculo comienza en el cabaret y formaba parte, más o menos frecuente, de cualquier revista picarona de principios del siglo XX. ¿Alguien recuerda a Mata Hari? Lo curioso es que las bailarinas digamos exóticas abundaron en cualquier época, pero parece que su cenit musical en nuestra Historia del rock se alcanza en los años 80. Por aquí os dejamos una muestra de lo tentadora que ha sido la stripper para nuestros artistas.

Dale al play…

Rosie – Richie Sambora

La más traidora de las mujeres, según Sambora, bailaba en un escenario: «Rosie, Rosie, I want to make you mine some day/Rosie I went with you for that rose tattoo/You promised no-one else would see». Pero la muchacha le enseñaba el tatuaje a mucha gente. Incluida en el álbum Stranger in this town (1991).

Bad girlfrind – Theory of a Deadman

¿Qué tendrán las bailarinas? En su Scars and souvenirs de 2008 estos fornidos tipos caen enamorados ante los encantos de esta chica que adora «mover su culo» en el escenario. Porque «you know what she is, no doubt about it/she’s a bad, bad girlfriend».


Pornstar dancing – My Darkest Days

En el debut de estos canadienses allá por 2010, Zakk Wylde presta su guitarra para esta confesión amorosa: ninguna de mis amantes ha sido tan buena y ninguna pena puede durar, porque «I got a girl who can put on a show/The dollar decides how far you can go». Si tienes dinero, tienes su amor y su fidelidad. El vídeo se grabó en el Hard Rock de Las Vegas con unas cuantas amigas.

Gardenia – Iggy Pop

En su último Post pop depression (2016) el bueno de Iggy nos cuenta su aventura con una stripper de color a la que se llevó a la cama; él se creía que era amor; ella quería drogas. Una canción que convirtió a este álbum en el más exitoso de su carrera. Curioso.

House of lies – Adrenaline Mob

Y solo un par de años antes, la panda formada por Russell Allen (cantante), Mike Orlando (guitarra) y Mike Portnoy (batería) se confiesan seguidores de estas casas de la mentira donde te hacen sentir bien. ¡Miénteme, cariño! Ese baile: «Your moves they hypnotize me/I wanna fuck you till you scream». Del álbum Men of honor.

Stripper girl – Steel Panther

En su carrera por ser la mejor reencarnación del Sunset Strip de los ochenta, Steel Panther confiesan su historia de amor con una bailarina: «Stripper girl I love you, all my friends really love you too». Bizarra y multitudinaria. Del Feel the steel de 2009.

Stripper- Alcatrazz

Desconozco si Graham Bonnet era realmente aficionado a los clubes de bailarinas, pero en su segundo álbum, Disturbing the peace (1985), ya con Steve Vai a las guitarras, canta esta oda al amor por una muchacha especial: «She walks on the stage(…) Her sweet cheap perfume, reminds them that/She’s why they came».

Girls, girls, girls – Mötley Crüe

La canción homenaje a los locales de baile sin ropa por excelencia. Hasta siete strip clubs se nombran en la canción; el vídeo promocional se grabó en uno de ellos, The Seventh Veil, y la fiesta presentación del álbum Girls, girls, girls (1987) se realizó en otro, The Body Shop. Unos incondicionales.

Y por aquí os dejo a Mata Hari…

Canciones para dejar a tu pareja

Podría ser que leyeras esto buscando una canción, una rola, un temita, que insinúe una intención: quieres dejar a tu pareja y no sabes cómo hacerlo, por dónde empezar.  Ya no os aguantáis, murió la pasión, le huelen los pies, ronca como un mamut o has encontrado a alguien. Da igual el motivo. Como tú, algunos de nuestros héroes musicales han pasado por ese lance y han compuesto y compartido con nosotros sus problemas y sus soluciones. Quizá no debas ser tan agresivo/a como alguno de ellos.

Una pequeña selección de canciones para invitar a tu pareja a pirarse bien lejos.

Como siempre… ¡dale al play!

Skid Row – Get the fuck out

En su álbum Slave to the grind (1991) metieron esta punkarra canción bárbara que deja bien claro su mensaje: deja de hablar como un televisor y trágate mi semen. El título puede traducirse como «vete de aquí, hostias» o «vete a tomar por culo», a gusto de cada uno. Arquetipo de la canción de mal gusto para echar a la pareja: «the party is over so get the fuck out»

Ramoncín – Déjame!

«Me encadenaste a tus desdichas» por eso ¡déjame! que «nadie recuerda conocerme» porque hasta «el color de mis camisas» has cambiado. Todo comenzó en la calle y en la calle vas a acabar. Ya no oigo tus reproches. Rocanrol del bueno en la imprescindible versión del Al límite, vivo y salvaje (1990).

Mötley Crüe – Don’t go away mad (just go away)

Parece una balada romántica más, no te dejes engañar. Los macarras por excelencia de los años ochenta se marcan una canción muy amable para una pareja que no quería entender. Vale, éramos dos enamorados buscando nuestro camino, pero los chicos han llamado y van a jugar al billar toda la noche. Así que, literalmente, no te vuelvas loca y pírate. Parte de Dr. Feelgood (1989).

Thin Lizzy – Get out of here

El enorme Phil Lynnot también tuvo sus desengaños. En esta canción incluída en Black rose – A rock legend (1979) dice a su pareja «haz las maletas, he tenido bastante, lo dejo». Y por si no ha quedado claro añade «no hope there’s no hope for you». A por una segunda oportunidad.

Platero y Tú – Si tú te vas

Un jovencísimo Fito, allá por 1990, cantaba a su (ya no) amada algo muy sencillo. Me harté de ti, coge las cosas que te regalé porque «yo ya no sigo tu juego, un caramelo un castigo». Además, he encontrado a otra mujer: «si tú te vas, nena no imaginas lo bien que lo voy a pasar». Aparece en Voy a acabar borracho (1991).

Bob Dylan – It’s all over now, Baby Blue

Dylan tiene varias canciones para dar la espantada a tu pareja. Nos quedamos con esta favorita del Bring it all back home (1965). Tienes que largarte, dice, coge lo que necesites: «you think will last but whatever you wish to keep, you better grab it fast». Aunque en algún momento muestra cierta duda triste, al final no hay más remedio. Se terminó, Baby Blue.

Tequila – Ring ring

En su tercer largo ¡Viva Tequila! (1980) lo dejaban bien claro: «Si pasas por casa, piensa que me he ido/pues cuanto más me llamas/yo de ti más me olvido» y, por supuesto, «Vamos vamos, olvídalo todo/hemos terminado y es así de cualquier modo».

Pat Benatar – You better run

La canción del momento difícil. Te quiero, pero eres un mentiroso, has estado usándome, así que «you better run, you better hide, you better leave from my side». Que te pires, que te difumines, que desaparezcas de mi vista y rápido. Era el año 1980 y el álbum Crimes of passion.

Sangre Azul – No eres nadie

Muy clarito lo tienen también estos madrileños. Calla y escúchame, dicen, «me cansé detrás de ti y ya no puedo seguir persiguiéndote y buscándote». Y nunca vuelvas porque «es tarde ya». En su segundo largo, Cuerpo a cuerpo (1988)

Guns N’Roses – Back off, bitch

Estos tampoco se andan por las ramas. «Mantente fuera de mi cabeza, si ésto es amarte prefiero morirme. Aléjate, puta, al fondo del charco, muérete en una zanja». Excelente riff de Slash y el lado más misógino de Axl dándolo todo. Forma parte del Use your illusion de 1991.

Los Suaves – Nena, te voy a dejar

Así de claro y directo: «nena, te voy a dejar/mientras la musica suena» y aunque «me muera de pena». Yosi decide dejar a su pareja sin más explicaciones. Del álbum de 1989 Ese piensa en mí.

¡Cuidado si vas a dejar a alguien! No vale cualquier forma.

Las portadas de Don Brautigam

Don Brautigam

 

Las portadas de Don Brautigam

Ilustrador polifacético, se forjó oficio en portadas de libros para diversas editoriales en el campo del misterio y la ciencia ficción (Stephen King, Dean Koonz, Robin Cook). Sus primeros pinitos en la música los encontramos a finales de los setenta con ocasionales portadas de jazz. Sin embargo, tras un par de escarceos roqueros, Elektra le hizo dos encargos que cambiarían su cuenta bancaria. El primero, para el debut de Metal Church (The dark) y el segundo para el mega-álbum Master of puppets de Metallica. Tal fue el impacto de la portada que varias «majors» decidieron picar. Su mayor cliente, la banda neoyorquina Anthrax, a quienes diseñó Among the living, State of Euphoria y Persistence of time.

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Hasta mediados de los noventa trabajó para Testament (The ritual), AC/DC (The razor’s edge), White Lion y Mötley Crüe (Dr. Feelgood) entre otros muchos. El negocio decayó, llegaron las nuevas tecnologías, las portadas pasaron a mejor vida y él volvió a sus libros. En su página puedes repasar gran parte de su obra, pinchando en este enlace.

Testament

 

 

Revisa otras historias en nuestra sección Arte-Rock:

Versioneando: las mejores versiones de Vince Neil

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 Las mejores versiones de Vince Neil.

Personaje famoso, controvertido, amante del tequila, las mujeres golfas y las fiestas que amanecen en la playa, marcó un punto álgido en la Historia del Rock como vocalista de Mötley Crüe. Años en solitario y colaborando en diversos discos nos han dejado un buen puñado de covers, algunas más acertadas que otras, pero siempre con su timbre particular, su inequívoca forma de destrozar o ensalzar un tema. He aquí una pequeña selección de las mejores versiones de Vince Neil (fuera de Mötley Crüe).

I fought the law (2004)

Publicada por The Crickets en 1959, Vince la cantó en el álbum homenaje a la banda titulado The Crickets and Their Buddies. Esta canción ha caído en las manos de Bryan Adams, The Clash o Status Quo.

 

Who will stop the rain? (2010)

Grabó varias versiones para Tatoo&Tequila y esta destaca especialmente. La original pertenece a la Creedence Clearwater Revival, quienes la publicaron en 1970.

 

I wanna be sedated (1993)

En el single Sister of pain colocó esta cover de Ramones, estrenada por los neoyorquinos en Road to ruin de 1978.

 

Desert plains (2008)

¿Vince Neil cantando a Judas Priest? Pues aunque parezca fantasía ocurrió en el álbum homenaje a los británicos titulado Hell bent forever. ¿En qué estaría pensando Vince? El caso es que no suena mal… La de Judas Priest, de 1981, la encuentras en Point of entry.

 

Blonde have more fun (1993)

Una de mis favoritas, grabadas para las sesiones de Exposed. Rod Stewart la compuso y grabó en 1978 para el álbum del mismo título. Deliciosa.

 

Pásame un gramo: canciones sobre vendedores de droga.

Dealer

Las mejores canciones sobre vendedores de droga.

Habrá pocos temas tan usuales y controvertidos en las letras de la música rock como el de la droga y su uso/abuso. Entre todas ellas hoy seleccionamos algunas canciones excelentes dedicadas a los vendedores de droga, los camellos, los dealers, los pushers. En fin, cada uno le pone su nombre secreto, le da un carácter positivo, negativo, le esperan, lo buscan y hasta lo queman vivo. Aquí está nuestra pequeña selección sobre esos tipos que se ganan la vida pasando gramos.

The Velvet Underground – I’m waiting for the man

Motley Crüe – Dr. Feelgood

Steppenwolf – The pusher

The Who – Acid Queen

The Beatles – Dr. Robert

Stone Temple Pilots – Crackerman

Guns and Roses – Mr. Brownstone

Bob Dylan – Mr. Tambourine Man

¡Intruso! Cantantes de paso en grandes bandas del rock.


Micrófono

Cantantes de paso en grandes bandas del rock.

En el devenir histórico de las bandas suceden a veces actos curiosos, cómo no, y en especial si la historia del grupo se alarga en el tiempo. En este caso, vamos a dar protagonismo a cantantes más o menos famosos que pasaron por grupos conocidos para no volver. Grabaron un disco, quizá aguantaron la gira posterior y adiós muy buenas. La mayoría de estos álbumes se quedan como una rareza en la discografía y, en el mejor de los casos, un buen recuerdo para los fans. Ejemplos hay muchos. Nosotros nos quedamos con estos.

Ian Gillan – Black Sabbath – Born again – 1983

Al principio iba a ser un proyecto en solitario de Tony Iommi con el ex-cantante de Deep Purple, Ian Gillan, pero motivos contractuales y el dinero llevaron a desarrollarlo como un álbum de Black Sabbath. La verdad, vendió muy bien, alcanzando el número 4 en el Reino Unido. El disco contiene buenas canciones como Zero the hero, la propia Born again o Trashed. Tras una breve gira, Gillan volvió a reunirse con sus antiguos camaradas de Deep Purple y la historia no tuvo continuidad. Por cierto, el último disco en que grabó Bill Ward.

Graham Bonnet – The Michael Schenker Group – Assault attack – 1982

El paso de Graham Bonnet por la banda de Michael Schenker fue tan breve que apenas grabaron el álbum y tocaron juntos en medio concierto: en un bolo de calentamiento para el festival de Reading el alemán se cabreó con el cantante y le mandó al paro. Bonnet entró en el grupo recomendado por el batería Cozy Powell, compañeros ambos en la breve estancia de Graham en Rainbow. El batería salió por patas incluso antes de la grabación, que ya resultó problemática, en el Château d’Hérouvelle, en Francia, pues hasta tuvieron que mudarse a Munich para grabar las voces. Total, que el álbum, con otra magistral producción de Martin Birch, salió a la venta con su cantante despedido. Un caso curioso. A destacar temas como Dancer, Rock you to the ground o Assault attack.

Joe Lynn Turner – Deep Pruple – Slaves and masters – 1990

En la historia de Deep Purple el vaivén de voceras ha sido interesante, sobre todo porque ha contado con varios ciertamente carismáticos. La polémica elección «a dedo» de Joe Lynn Turner, imposición de Richie Blackmore, como  sustituto de Ian Gillan (otra vez por aquí) dio lugar a un álbum que encaja más en la discografía de Rainbow, y en donde podemos escuchar buenos temas: King of dreams, Fortuneteller o Love conquers all. No vendió, recibió malas críticas y la tensión en el seno del grupo llevó a Turner a recibir la patada.

 

Gary Cherone – Van Halen – Van Halen III – 1998

La verdad, todo en este álbum suena a catástrofe. Las canciones, la producción, el cantante y ¡hasta el propio Eddie parece un imitador! Pasaba por malos momentos personales el genial guitarrista y eso lastró al grupo. No podemos echar toda la culpa a Cherone, que tampoco lo hace mal, le pone ilusión y recibió muy buenas críticas durante la gira. Pero no vendió y Van Halen se acabó durante muchos años. Pueden rescatarse algunos momentos, como From afar o Fire in a hole. Sin duda, el peor álbum de este post.

 

Jon Corabi – Mötley Crüe – Mötley Crüe – 1994

Tras cuatro años sin grabar, tras haber subido a lo más alto de las listas de éxitos con Dr. Feelgood, tras sobrepasarse en excesos y reingresos en centros de desintoxicación, Vince Neil fue despedido. Nikki Sixx y Tommy Lee buscaron un cantante de registro más acorde a los tiempos, que supiera tocar la guitarra y componer, y que no discutiera a la hora de repartir los royalties (acababan de firmar un contrato por 25 millones con Elektra). El elegido fue Jon Corabi, de unos desconocidos The Scream. El cuarteto tardó diez meses en recoger las canciones que conformaron el álbum de título homónimo a la banda, el sexto, que debutó en el puesto 7 de ventas pero cayó muy rápido en las listas. El cambio de gustos y la falta de promoción por parte de muchos medios, en especial la MTV, relegó este estupendo trabajo al cajón de los desechos. Canciones a recuperar como Power to the music, Uncle Jack, Misunderstood o ‘Til death do as part.

 

Sexo en el rock (2): donde comen dos comen tres (tríos y rock)

Sexo entre tres y rock: menage a trois a ritmo de rock and roll

Una fantasía recurrente en nuestra sociedad rock es la de los tríos o menage a trois, que dicen los plurilingües. Cualquier combinación es posible: dos machos más una hembra, dos hembras más un macho, tres machos o tres hembras… hasta canciones con perro he encontrado, que me permitiréis no incluir porque ya escapa a mi buen/mal gusto.

He aquí mi pequeña selección de canciones donde hombres y mujeres se dan al vicio o al placer de la compañía múltiple en la cama. Disfrutadlo solos… ¡o en multitud!

Warrant – Love in stereo

No se creía la suerte que tuvo Janie Lane la primera vez que fue a California… dos chicas, una noche… amor estereofónico.

Jane’s Addiction – 3 days

La escuchamos en el fabuloso Ritual de lo habitual, la historia verídica de Perry Farrell con su novia y una amiga durante tres días de sexo y drogas. Imperdible temazo.

Jefferson Airplane – Triad

Canción originaria de David Crosby en la versión de los Jefferson, la historia ambigua de un hombre coqueteando con dos mujeres en una habitación…

Type O Negative – My girlfriend’s girlfriend

Nadie puede discutirle a Peter Steele su afirmación: la novia de mi novia también es mi novia… así que, ¡donde comen dos comen tres! Una letra sin malas interpretaciones…

Motley Crüe – Same old situation

Los reyes de lo excesivo y el sexo explícito no podían faltar aquí. Qué no habrán hecho estos… Una historia de amor donde una amiga te presenta a otra amiga vestida en látex… una cosa llevó a la otra.

John Mellencamp – Get a leg up

El clásico ligue de una noche con sorpresa «Hey lover boy you know I will/And my best girlfriend lives down the road/Together we will thrill ya». Yo, tú y mi amiga ¿te apuntas?

The Rolling Stones – Stray cat blues

Mike está en la habitación con su nueva novia y le sugiere que se suba a una amiga… nada explícito en realidad, pero si tú quieres…

Motley Crüe – Dr. Feelgood – 1989

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Motley Crüe – Dr. Feelgood – 1989

Motley Crüe entró a comienzos de 1989 en los estudios Little Mountain de Vancouver con el productor Bob Rock y su incondicional Randy Staub a por su última oportunidad. La compañía de discos ya no les aguantaba, los organizadores de conciertos de medio mundo no les aguantaban, sus familias no les aguantaban. Además, tras un tremendo episodio de sobredosis por parte de Nikki Sixx (bajista) la banda al completo comenzó un periodo de desintoxicación que continuó durante la grabación de Dr. Feelgood. Bueno, eso dicen, porque Bob Rock cuenta que se pimplaban una botella de vino nada más empezar el día.

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La grabación se dilató durante seis largos meses. La banda acabó abroncada y la constante promoción posterior (se tiraron dos años prácticamente sin parar) terminó con Vince Neil (cantante) fuera del grupo y, en realidad, el final de la era Motley.

En lo musical, la producción y la mezcla del álbum se merecen un diez; encumbraron, al fin, a Bob Rock como el productor de moda. Las canciones las compuso Nikki (música y letra) con Mick Mars (guitarrista) y la ayuda puntual de Tommy Lee (batería) y el propio Vince. Se mantuvo en el top 1oo casi dos años seguidos y alcanzó el número 1 en dos ocasiones.

Comienza el invento con Dr. Feelgood, el Mr. Tambourine man de los Crüe, una canción dedicada a su camello. Tremendo riff, la base rítmica hard rock a tope y un estribillo perfecto para un concierto. Mars demuestra estar en plena forma, como en todo el álbum. Vince, genial.

Motley Crüe – Dr. Feelgood

 

Slice of your pie no deja de ser un tema curioso que basa en el trabajo vocal y en el ambiente blusero su gancho, armónica incluida. Vince suplicando a una post-adolescente que le fustigue un poco y le regale otro trocito de su pastel. Imperdible.DrFeelgood2

En Rattlesnake shake, primer tema compuesto por toda la banda, Mars y Lee se salen en la base sonora. Meten una sección de trompetas y un Hammon de fondo que adorna estupendamente la canción. Breve pero eficaz solo y otro estribillo vacilón. El tema versa sobre las cualidades sexuales de una amiga del grupo (literalmente el título significa la serpiente de cascabel que se agita): rattlesnake shake haz que mi cuerpo sufra…

Una de las grandes joyas del álbum es Kickstart my heart. Compuesta por Sixx después de su experiencia extracorpórea tras la sobredosis de heroína, marca la tónica de producción y arreglos roqueros de todo Dr. Feelgood. Incluye un delicioso trabajo con el talkbox de Mars. Una base rítmica cojonuda, letra sencilla y el enésimo buen estribillo. Un vídeo rompedor muy de la época y a vender rosquillas.

Motley Crüe – Kickstar my heart

 

Without you, la consabida balada,  muy del estilo Home sweet home. Una intro breve, la melodía facilona con un buen trabajo vocal y un acompañamiento instrumental muy comedido. Ideal para las radiofórmulas yanquis.

Continúan los Motley con sus problemas con las mujeres vayan donde vayan: Same ol’situation (S.O.S.) es una letra de tríos alrededor del mundo. Marcado rocanrol dominado por la batería de Mars y el bajo de Sixx. Contiene otro breve pero genial solo de Mars y una parte central demoledora.

Motley Crüe – Same Old Situation

 

Los temas sobre sexo muy explícito se suceden. En Sticky sweet colaboran en los coros Bryan Adams y Steven Tyler. Un tema algo flojo dentro del conjunto pero con una adictiva guitarra. Sigue otra de las buenas: She goes down (efectivamente, ahora tocan felaciones). Temazo completo: buena letra y melodía vocal, bajo y batería hacen un muro de hard y la guitarra destripando un riff perfecto. Adornas con un estribillo pegadizo y un par de punteos y otro clásico.

Gran single y otra de mis favoritas a continuación. Medio tiempo lleno de flow que comienza con una intro deliciosa, un buen puente con Mars, Sixx y Lee contenidos para el estallido justo antes del estribillo. La melodía, muy conseguida; los arreglos, en su sitio. El final de la canción, que va un poco in crescendo, tremendo. A disfrutarla (aunque el vídeo está por debajo de la canción).

Motley Crüe – Don’t go away mad (just go away)

 

El disco se cierra con la segunda balada, Time for change, un canto de Sixx al futuro, que él asocia al cambio que las nuevas generaciones podrían traer consigo. Melodía sencilla con un piano en primer plano, del que se encarga el propio Nikki. Colaboran Skid Row.

Motley Crüe – Time for change

 

Sin duda, el mejor trabajo de Motley Crüe. Lástima que conllevara el abandono de la élite por muchos años.