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Producido por Roger Glover

Más allá de su existencia musical al lado de Ritchie Blackmore, bien en Deep Purple, bien en Rainbow, Roger Glover desarrolló una labor como productor a lo largo de docenas de álbumes y singles. Ganó fama a los mandos tras «abandonar» en el verano de 1973 Deep Purple; entre ese momento y hasta su regreso al lado de Blackmore en la primavera de 1979, para producir y tocar en Down to earth, se encargó de una fantástica colección de canciones que hoy vamos a repasar.

Antes aún, mientras era uno de los tipos que tocaban en una de las bandas más grandes del Universo roquero, se encargó del debut de Rupert Hine, Pick up the bone (1971), y su continuación, Unfinished picture (1973) para el sello discográfico creado por los mánager de Deep Purple y que, con poca originalidad, llamaron Purple Records. En 1972 produjo el debut de Elf, banda en la que cantaba Ronald Padavona, quien poco después se haría famoso con el nombre artísitico Ronnie James Dio. Glover colaboró también en los dos siguientes (Carolina County Ball, 1974, y Trying to burn the sun, 1975). Poco después Dio se enroló en los Rainbow de Ritchie Blackmore, comenzando su ascenso a los cielos.

En el verano de 1973 Roger Glover fue «despedido» de su banda amada: junto a Ian Gillan, cantante, recibió una patada de su adorado Blackmore. En el último concierto de aquella gira el guitarrista le dijo: «no es nada personal, tan solo son negocios». Este «nada personal» despido no impidió que, años después, los dos retomaran su relación profesional. Aquellos (casi) seis años de travesía los aprovechó Roger para hacerse con los mandos de numerosos proyectos, propios y ajenos.

Uno de sus grandes clientes fueron los escoceses Nazareth. Tras dos álbumes con poco éxito y muchas ganas de ser famosos, recurrieron a nuestro protagonista en las postrimerías de 1972 para grabar Razamanaz (1973), donde comenzaron a formar su sonido característico con temas determinantes como Woke up this morning, la propia Razamanaz o Broken down angel. Repitieron fórmula en Loud’n’proud (1973) y Rampant (1974).

Curiosamente, otro de sus clientes importantes fue David Coverdale, quien entrara en Deep Purple según salió Roger. Tras la muerte del guitarrista Tommy Bolin, el grupo desapareció y Coverdale recurrió a Glover para arrancar su carrera en solitario. Produjo el debut White Snake (1977) y su continuación Northwinds (1978); él mismo toca los teclados y la mandolina y recurrió a Dio para los coros. Micky Moody tocaba las guitarras con un feeling bestial, gracias, mucho, a la magia técnica de Roger, quien, oh, sorpresa, se encargó su disco con Bob Young (The Young & Moody Band, 1977). Como la «vida púrpura» es pequeña, dos excompañeros, el teclista Jon Lord y el batería Ian Paice, acabaron formando con David la banda Whitesnake, haciendo, de nuevo, historia.

Entre el 76 y el 77 alcanzó un pico de popularidad. Tuvo ocasión de colaborar con su colega expulsado Ian Gillan en el álbum de este titulado Child in time (1976) bajo el paraguas The Ian Gillan Band. En septiembre de ese mismo año se metió al estudio con otra bestia de las seis cuerdas, Rory Gallagher, para registrar Calling card (1977). Quizá Rory quiso retomar el pulso roquero con la adición de Roger o, simplemente, lograr un sonido final distinto, pero lo cierto es que el álbum está entre los mejores de su carrera. También grabó en los Rampton Studios con unos aún desconocidos Judas Priest, resultando una de sus primeras gemas, Sin after sin (1977), con canciones como Sinner o Diamonds and rust.

Tuvo tiempo de grabar un single con Status Quo (Wild side of life, 76) y meter mano a numerosos artistas, más o menos desconocidos: Strapps, Eddie Hardin, Grand Theft, entre otros. Grabó dos discos en solitario. El primero, The butterfly ball and the grasshopper´s feast (1974), un álbum conceptual basado en el poema infantil del mismo título, contó con una colección impresionante de colaboradores; como ejemplo, cantaron David Coverdale, Gelenn Hughes, John Lawton, Eddie Hardin o Ronnie James Dio, quien dio voz al single Love is all. Para su segundo largo también intentó otro salto mortal, incluyendo a la orquesta filarmónica de Munich: canciones dedicadas a los cuatro elementos y un pequeño final, composiciones progresivas llenas de sintes, cambios y atmósferas distintas. Elements (1978) se tituló.

Con todo esto, alcanzamos la primavera de 1979, cuando su ex-compañero Blackmore le reclama para producir el que sería cuarto trabajo de Rainbow. De inicio, la labor de Glover no iba a ir más allá, pero el baile de músicos en aquellos meses hizo que tuviera que grabar la mayor parte de las líneas de bajo y hacerse cargo de las letras y las melodías vocales durante la composición. Así, apoyado por Cozzy Powell (batería) y Don Airey (teclista) acabó siendo miembro permanente de la banda y responsable, al final, de la producción no solo de Down to Earth (1979), si no también de los siguientes cuatro largos del grupo: Difficult to cure, 81, Straight between the eyes, 82, y Bent out of shape, 83. Cuando en 1984 decidieron retomar el trabajo con Deep Purple junto a Ian Gillan, Ian Paice y Jon Lord, volvió a encargarse de la producción; no dejó los controles en los siguientes seis álbumes, cuando ya fue «sustituido» por Michael Bradford, primero, y Bob Ezrin, después.

En medio, se permitió pocas licencias. En 1980 acudió en ayuda de Michael Schenker para su debut como The Michael Schenker Group y diez años después se lo hizo con Pretty Maids y su extraordinario Jump the gun.

Un tipo de inquietudes musicales, como demuestran sus obras en solitario, que fabricó un estilo tras los mandos que ha dejado una excelente discografía, digan de pasar una buena tarde con las orejas atentas.

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Jimi Hendrix en diez versiones

Es inmenso el legado que en tan pocos años dejó Jimi Hendrix. No solo por el valor de su música en sí misma, si no también por las continuas reinterpretaciones que en estas cinco décadas se ha hecho de ella. Canciones que a veces mutan y crecen en seres diferentes, adaptadas a la voz o la guitarra de artistas de diverso pelaje. Para la selección de hoy hemos decidido huir de las más conocidas y obvias, no por menores, claro, porque el valor de Voodoo child (slight return) en las manos de Steve Ray Vaughan, de Little wing en la de Clapton y sus «Dominos» o las de Gary Moore tendrían que estar en cualquier best of.

Damos una vuelta al mito con estas diez fantásticas versiones. Como siempre… dale al play.

Coroner – Purple haze

La banda suiza de thrash metal cerró su Punishment for decadence (1988) con esta gruesa reinterpretación. El tema original se editó como single en 1967 alcanzando el puesto número 3 en ventas allá en los UK.

Warrior Soul – Crosstown traffic

El pasado 2020 los guerreros se juntaron para grabar un puñado de versiones que metieron en el álbum Cocaine and other good stuff. Esta de Jimi resulta de las mejores. La original fue incluida en el álbum Electric Ladyland (1968). Kory Clarke lo borda.

MSG – I don’t live today

No podía faltar la recreación de Michael Schenker con Sebastian Bach (Skid Row) a la voz y Tony Franklin al bajo. Lo grabó en su álbum de 2005 titulado Heavy hitters. El amigo Jimi la entregó en Are you experienced de 1967.

Zar – Angel

La banda formada por el guitarrista Tommy Clauss y el cantante Tommy Bloch grabó en 1993 el álbum From welcome… to goodbye donde incluyeron esta canción editada póstumamente en el disco The cry of love (1971).

Def Leppard – Little wing

Los multiplatino Def Leppard grabaron una versión de esta canción durante las sesiones de Adrenalize (1992) y le añadieron el encanto de una banda de folk irlandesa llamada Hothouse Flowers. Acompañó al single Have you ever needed someone so bad y la firmaron como The Acoustic Hippies from Hell. La archifamosa original se escucha en Axis: bold as love (1971).

Jeff Beck and Seal – Manic depression

Una curiosa mezcla de estilos dispares. El guitarrista Jeff Beck se unió a Seal para la grabación de este homenaje publicado en el álbum coral Stone free: a tribute to Jimi Hendrix (1993). La buena relación les llevó a colaborar puntualmente los años siguientes. La original se editó en Are you experienced (1967).

Living Colour – Burning of the midnight lamp

Si la original de Hendrix, editada como single en 1967 e incluida después en Electric Ladyland (1968) ya era tremenda, la que se marcan Vernom Reid y sus chicos en el EP de 1991 Biscuit es inolvidable. Con todo el flow de la original, pero con esa vuelta de tuerca estilosa que «los colour» imponían a sus canciones.

Alice Cooper – Fire

El tito Alice se marcó esta cover durante las sesiones del álbum Hey Stoopid (1991), bien cañera. Acompañó como regalo al single Love’s a loaded gun. La original aparece en Are you experienced (1967).

The Pretenders – Room full of mirrors

Una curiosa elección la de Chrissie Hynde y su banda. Una canción casi desconocida de Hendrix de los directos de la gira de 1969 y cuya grabación se encuentran, de manera póstuma, en el álbum Experience (1971). Una versión en estudio, que debería haber formado parte del cuarto álbum del guitarrista, se publicó en Rainbow Bridge (1971). La de The Pretenders, que interpretaban habitualmente en sus conciertos, cerraba su cuarto largo, Get close, de 1986.

ESP – Foxy lady

El batería Eric Singer (Lita Ford, Kiss, Ozzy) juntó a varios amigos para su proyecto en solitario: John Corabi a la voz, Bruce Kulick a la guitarra y Karl Cochran al bajo. Incluyeron en su primera grabación este corte con la colaboración en la guitarra solista de Ace Frehley. La original, emblema de la composición de Hendrix, en Are you experienced de 1967,

Y de regalo una extraña versión con violín y orquesta del más que conocido Purple haze.

UFO – Strangers in the night – 1979

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UFO – Strangers in the night – 1979

Si tuviera que elegir un único álbum de UFO sin duda pincharía este. Tiene todo lo que una gran banda de hard and heavy debe poseer: fuerza, técnica, estilo, buenas composiciones, una interpretación soberbia y buen sonido. La característica combinación de melodía, ritmo y fuerza te empapa en cada canción y cada miembro tiene su momento de gloria: las líneas de bajo de Pete Way, la distintiva guitarra de Michael Schenker, la especial voz de Phil Mogg, el característico feeling del batería Andy Parker y la brillante aportación melódica de Paul Raymond en los teclados y como segundo guitarrista. Cualquier banda grande tiene un gran álbum en directo, y UFO no podía ser menos, uno doble, como Thin Lizzy (Live and dangerous), Kiss (Alive!), Deep Purple (Made in Japan) o Queen (Live Killers!). Durante aquella gira presentado Obsession tocaron en pabellones ante miles de personas (15000 en Chicago, la ciudad más «UFOrica»), bien solos o acompañados de bandas de éxito como Aerosmith.

Entre 1974, cuando se incorporó Schenker a la banda, y 1979, cuando se edita este directo, los británicos había publicado cinco excelentes álbumes en estudio, todos presentes aquí. Era el momento de intentar dar ese pequeño salto mortal hacia las listas yanquis, que habían intentado, con moderado éxito, bajo la batuta del productor Ron Nevison. Para esta aventura volvieron a contar con él y la Record Plant Remote Mobile manejada por otro monstruo, Mike Clink. Se grabó en varios conciertos durante otoño del 78: Chicago, Wisconsin, Cleveland, Columbus y Kentucky. Lo curioso es que  tras esta última grabación Schenker abandonó a sus colegas una vez más y tuvo que ser sustituido por Paul Chapman para las últimas fechas. Regresó meses después, para la gira europea y meter arreglos de estudio en el directo, pero, nuevamente, se marchó, esta vez de manera definitiva tras una pelea con Mogg (bueno, hasta la reunión de 1995). El título, Strangers in the night, se le ocurrió al propio Nevison escuchando la canción homónima de Frank Sinatra en un descanso durante la fase de mezclas; simplemente le pareció que encajaba con la realidad del grupo y sonaba comercial.

UFO – Doctor, Doctor (Live 1978)

Una curiosidad respecto al álbum. El orden de las canciones no corresponde con la de los directos; las alteró Nevison para que le cupieran en las cuatro caras de los vinilos, recortó algunas (en especial Rock Bottom, que duraba casi catorce minutos), eliminó dos (Hot’n’ready y Cherry) y llevó al estudio a la banda para regrabar Mother mary y The kid’s en un falso directo para mezclarlo con las tomas originales. La re-edición de 2009, conmemorando el treinta aniversario, devolvió las dos canciones «robadas» y presenta el set list tal y como se tocaba en aquella gira.

Canciones como Doctor, doctor, Natural thing, Only you can rock me o Too hot to handle suenan tan grandes como debe ser un himno roquero sobre un escenario. Músicos imprescindibles de estilos tan diferentes como Steve Harris (Iron Maiden), Slash (Guns n’Roses), Joe Elliot (Def Leppard) o Kirk Hammet (Metallica) han reconocido la influencia de Strangers in the night en su desarrollo como compositores y artistas.

Más de treinta y cinco años después sigue sonando tremendo, mantiene su actitud, su frescura, su fuerza. Uno de los grandes, sin duda.

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¡Intruso! Cantantes de paso en grandes bandas del rock.


Micrófono

Cantantes de paso en grandes bandas del rock.

En el devenir histórico de las bandas suceden a veces actos curiosos, cómo no, y en especial si la historia del grupo se alarga en el tiempo. En este caso, vamos a dar protagonismo a cantantes más o menos famosos que pasaron por grupos conocidos para no volver. Grabaron un disco, quizá aguantaron la gira posterior y adiós muy buenas. La mayoría de estos álbumes se quedan como una rareza en la discografía y, en el mejor de los casos, un buen recuerdo para los fans. Ejemplos hay muchos. Nosotros nos quedamos con estos.

Ian Gillan – Black Sabbath – Born again – 1983

Al principio iba a ser un proyecto en solitario de Tony Iommi con el ex-cantante de Deep Purple, Ian Gillan, pero motivos contractuales y el dinero llevaron a desarrollarlo como un álbum de Black Sabbath. La verdad, vendió muy bien, alcanzando el número 4 en el Reino Unido. El disco contiene buenas canciones como Zero the hero, la propia Born again o Trashed. Tras una breve gira, Gillan volvió a reunirse con sus antiguos camaradas de Deep Purple y la historia no tuvo continuidad. Por cierto, el último disco en que grabó Bill Ward.

Graham Bonnet – The Michael Schenker Group – Assault attack – 1982

El paso de Graham Bonnet por la banda de Michael Schenker fue tan breve que apenas grabaron el álbum y tocaron juntos en medio concierto: en un bolo de calentamiento para el festival de Reading el alemán se cabreó con el cantante y le mandó al paro. Bonnet entró en el grupo recomendado por el batería Cozy Powell, compañeros ambos en la breve estancia de Graham en Rainbow. El batería salió por patas incluso antes de la grabación, que ya resultó problemática, en el Château d’Hérouvelle, en Francia, pues hasta tuvieron que mudarse a Munich para grabar las voces. Total, que el álbum, con otra magistral producción de Martin Birch, salió a la venta con su cantante despedido. Un caso curioso. A destacar temas como Dancer, Rock you to the ground o Assault attack.

Joe Lynn Turner – Deep Pruple – Slaves and masters – 1990

En la historia de Deep Purple el vaivén de voceras ha sido interesante, sobre todo porque ha contado con varios ciertamente carismáticos. La polémica elección «a dedo» de Joe Lynn Turner, imposición de Richie Blackmore, como  sustituto de Ian Gillan (otra vez por aquí) dio lugar a un álbum que encaja más en la discografía de Rainbow, y en donde podemos escuchar buenos temas: King of dreams, Fortuneteller o Love conquers all. No vendió, recibió malas críticas y la tensión en el seno del grupo llevó a Turner a recibir la patada.

 

Gary Cherone – Van Halen – Van Halen III – 1998

La verdad, todo en este álbum suena a catástrofe. Las canciones, la producción, el cantante y ¡hasta el propio Eddie parece un imitador! Pasaba por malos momentos personales el genial guitarrista y eso lastró al grupo. No podemos echar toda la culpa a Cherone, que tampoco lo hace mal, le pone ilusión y recibió muy buenas críticas durante la gira. Pero no vendió y Van Halen se acabó durante muchos años. Pueden rescatarse algunos momentos, como From afar o Fire in a hole. Sin duda, el peor álbum de este post.

 

Jon Corabi – Mötley Crüe – Mötley Crüe – 1994

Tras cuatro años sin grabar, tras haber subido a lo más alto de las listas de éxitos con Dr. Feelgood, tras sobrepasarse en excesos y reingresos en centros de desintoxicación, Vince Neil fue despedido. Nikki Sixx y Tommy Lee buscaron un cantante de registro más acorde a los tiempos, que supiera tocar la guitarra y componer, y que no discutiera a la hora de repartir los royalties (acababan de firmar un contrato por 25 millones con Elektra). El elegido fue Jon Corabi, de unos desconocidos The Scream. El cuarteto tardó diez meses en recoger las canciones que conformaron el álbum de título homónimo a la banda, el sexto, que debutó en el puesto 7 de ventas pero cayó muy rápido en las listas. El cambio de gustos y la falta de promoción por parte de muchos medios, en especial la MTV, relegó este estupendo trabajo al cajón de los desechos. Canciones a recuperar como Power to the music, Uncle Jack, Misunderstood o ‘Til death do as part.

 

Los estudios Ridge Farm

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Los Ridge Farm Studios

En una zona perdida de la campiña inglesa, allá por Rusper, a un habilidoso hombre de negocios llamado Frank Andrews se le ocurrió alquilar una vieja villa del siglo XVII a amigos del negocio musical. La idea inicial para hacer dinero era atraer a grupos que necesitaran espacio y tiempo para componer o ensayar. Se habilitó un ala del palacete para poder acoger a un grupo de rock. Algunas bandas comenzaron a llevar unidades móviles para recoger su trabajo, que muchas veces fue editado tal cual.

El abispado Andrews se puso de acuerdo con un ingeniero de sonido, Keith Slaughter, para insonorizar un salón grande y equiparlo con lo mejorcito en sistemas de grabación. Así, a partir de 1978 nacieron los Ridge Farm Studios y perduraron, con diferentes actualizaciones, hasta el año 2002. Hoy en día puedes celebrar una boda o un evento de empresa, pero siguen conservando parte de las instalaciones de audio: además de disfrutar con una visita temática puedes escuchar la música que allí se grabó en uno de los equipos originales.

Muchos grupos han dejado su buen hacer entre estas paredes, atraídos por el silencio y la vida de lujo (incluida en el precio). Quizá el que más fama le dio fue Ozzy Osbourne, quien grabó sus tres primeros largos a las órdenes de Max Norman. Los increíbles Blizzard of Ozz, Diary of a Madman y Bark at the moon.

Ozzy Osbourne – Diary of a Madman

Muchos otros locos de nuestro rollo se lanzaron a usar este paraíso: David Coverdale con sus Whitesnake grabó Ready’n’Willing, Michael Schenker su Built to destroy, Y&T el fenomenal Black Tiger… Y una lista tan larga que no nos cabe en esta entrada (pero puedes consultarla en este enlace).

Yo, como recuerdo, dejo algunos temas que me encantan y que disfruto gracias al señor Andrews y su amor a la música… y al dinero.

Michael Schenker Group – Captain Nemo

Whitesnake – Fool for your lovin’

Pearl Jam – Alive

Y&T – Forever

UFO – No heavy petting – 1976

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UFO – No heavy petting – 1976

UFO lo formaban Phil Mogg a la voz, Michael Schenker a las guitarras, Pete Way al bajo, Andy Parker a la batería y el nuevo teclista Danny Peyronel. Cuando en enero de 1976 se metieron en los Morgan Studios con Leo Lyons, que ya había producido sus dos anteriores Force it y Phenomenom, la banda estaba convencida que, esta vez sí, iban a conseguir un gran éxito de ventas. Puerta con puerta grababan Judas Priest otro álbum histórico.

En los dos álbumes anteriores el dúo Mogg/Schenker compuso todos los temas, mientras que para este el novato Peyronel aportó tres temas y colaboró en un cuarto. UFO, en apenas tres semanas, grabaron trece canciones de las que seleccionaron nueve. Pero este quinto intento (tercero con Schenker) tampoco rompió en las listas e, incluso, vendió menos que su antecesor. Sin embargo, con los años, No heavy petting se ha convertido en una de las mejores obras de hard rock y un álbum sin desperdicio que nos muestra a una gran banda en un momento de madurez e inspiración.

Todo comienza con Natural thing. Se basa en un estupendo riff de Schenker que se repite en las estrofas y muta en puente y estribillo de manera ruidosa. Combina a la perfección con el piano de Peyronel y se desgarra en el primer solo alucinante del álbum. La línea melódica de Mogg y los arreglos rítmicos de Pete Way lo convierten en un clásico instantáneo.

UFO – Natural thing

I’m a loser comienza con una guitarra acústica y la voz de Phil. Progresivamente se añade el piano y, luego, el resto de la banda. Al llegar al estribillo, una gozada de ritmo y melodía. Cuando Mogg canta «I’m a loser» se te eriza el bello. La melódica combinación continúa con un increscendo muy bien medido. En esta canción encontramos los UFO que triunfarían un año más tarde en Lights out.

UFO – I’m a loser

El tercer corte es una mezcla de Hammond, un ritmo de bajo trepidante, la  batería destrozando los altavoces y la voz de Phil cantando sobre un motociclista perseguido por la policía. Can you roll her contiene otro impresionante solo de Michael, brevísimo. Final apoteósico.

Belladona no deja de ser una típica balada Schenker, tanto por su línea melódica como por la estructura del tema. Una figura de guitarra acústica, un arreglo inspirado y una letra sencilla que desembocan en un solo muy cálido interpretado con inspiración. Muy buen trabajo vocal.

UFO – Belladona

Continuamos con una joyita titulada Reasons love. Te menea con otro clásico riff del rubio y un solo que te destroza la air guitar. Tremendo tema, de los más contundentes del álbum, con una base rítmica bestial. Esa línea de bajo portentosa. Un estribillo más acertado hubiera redondeado el tema.

UFO – Reasons love

Highway lady también la firma Peyronel y pasa por ser una de las más olvidadas de un álbum ya de por sí olvidado por muchos y muchas. Genial, desde luego, el piano y la base rítmica. Phil vuelve a mostrar su versatilidad.

Una de mis favoritas del catálogo UFO, la única en la que coinciden componiendo Schenker y Peyronnel: On with the action. Todo el grupo perfecto. Impresionante el piano, tanto cuando aparece en primer plano marcando el tema como la forma en que se adapta a la voz y a la guitarra. Qué decir de Michael, quizá uno de sus mejores trabajos: cuando escuchas esos solos, punteos e interludios fluyendo con tanta consistencia no puedes por menos que desear escucharla en el próximo concierto. La letra también tiene su punto violento.

UFO era una de esas bandas que tenía más éxito con sus conciertos que con sus álbumes. Tanto la banda como la compañía de discos sentían la presión de conseguir un éxito en las listas de ventas. Intentaron un single radiable con la versión de A fool in love, pero aunque los arreglos roqueros le sientan bien y la banda hace un buen trabajo, es un tema menor dentro del álbum y no ayudó mucho a vender No heavy petting.

Cierra el álbum Martian landscape, una balada con una buena ambientación y una melodía que engancha. Danny la compuso pensando en su país natal, Argentina, y no en las tierras marcianas. Ese bajo en primer plano, matador.

UFO – Martian landscape

A estas alturas sobra decir que no puede faltar en ninguna discoteca roquera que se precie. UFO forever!

Las mejores canciones de Graham Bonnet

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Lo mejor de Graham Bonnet

Graham Bonnet comenzó su época de esplendor rock en 1979 cuando Ritchie Blackmore le reclutó para el álbum Down to Earth de Rainbow. La dirección más comercial que el grupo tomó a partir de entonces cuadró perfectamente con la voz de Bonnet, facturando temazos como All nite long, Eyes of the world o la versión de Since you’ve gone de Russ Ballard

Rainbow – Since you’ve gone

Pero la historia musical de Graham comienza en plenos años sesenta con The Marbles a medias con su primo Trevor Gordon. La amistad de Trevor con los hermanos Gibb (Bee Gees) permitió que The Marbles recibieran varias composiciones de estos genios del pop y las pistas de baile. De hecho, consiguieron su mayor éxito con un tema de ellos: Only one woman.

The Marbles – Only one woman

Se decidió a lanzar su primer disco en solitario en 1977, consiguiendo un número uno en Australia gracias a Warm ride o a un tema de Bob Dylan, It’s all over now, baby blue. No te pierdas el vídeo. Con esto lo descubrió Blackmore.

Graham Bonnet – It’s all over now, baby blue

A Blackmore le duró apenas una gira. Sin embargo, Down to earth fue un exitazo y Graham aprovechó para grabar en 1981 su mejor álbum en solitario. Formó una banda impresionante con tres tipos que estaban dando caña con Whitesnake por entonces Cozy Powell a la batería, Jon Lord a los teclados y Mick Moody a la guitarra, junto con Francis Rossi y Rick Parfitt de Status Quo. El artefacto se tituló Line up.

Graham Bonnet –  Night games

Otro loco de la guitarra, Michael Schenker, le fichó para su tercer álbum, Assault Attack. La llegada de Bonnet provocó la salida del hasta entonces batería Cozy Powell (curioso ¿verdad?), quien prefería a Coverdale (¿os imagináis a Coverdale con Schenker?). De todos modos el genio de Michael ya empezaba a ser inaguantable y antes de darse cuenta la mitad de la banda estaba en la calle, incluído Bonnet. Assault Attack contiene temazos como  la propia Assault attack o Rock you to the ground. Martin Birch, el productor, venía de trabajar en el Number of the beast (Iron Maiden) y eso se nota en el resultado final del disco.

MSG – Assault Attack

Aprovechó el tirón y formó una nueva banda en la onda Rainbow-Schenker que bautizó como Alcatrazz. Su primer guitarrista fue Yngwiee Malmsteen (No parole from rock and roll, 1983) y el segundo Steve Vai (Disturbing the piece, 1985)

Alcatrazz – Hiroshima mon amour

Alcatrazz desapareció en 1986 y la carrera de Bonnet entró en una montaña rusa de discos en solitario y diversas bandas. Ningún proyecto en los que participó se extendió más allá de unos meses. Entre lo más destacado: Impellitteri (Stand in line, 88), Forcefield IV (donde coincidió con Powell de nuevo, 90) o Blackthorne (Afterlife, 93).

Impellittery – Stand in line

Un tipo con voz peculiar que presume en su currículum de haber cantado en algunos grandes álbumes de hard rock. Y, sin dicusión, con algunos de los grandes guitarristas del género: Blackmore, Malmsteen, Vai.  Hace poco se le pudo ver de gira con otros dos ilustres de Rainbow: Joe Lynn Turner y Doogie White.

Salve Graham.

Scorpions – Lovedrive – 1979

Con Lovedrive el grupo alemán comenzó, podríamos decir, su etapa de mayor gloria mediática y comercial. Un año antes había editado el directo Tokyo Tapes, final de una primera época y punto final a su relación con el guitarrista Uli Jon Roth. De esa época, hicimos un fantástico resumen en este enlace. Para la ocasión, Klaus Meine (cantante) y Rudolf Schenker (guitarrista) metieron al estudio al desconocido Matthias Jab (amigo del batería de la banda) y al ya por entonces famoso y genuino Michael Schenker. Michael entró en el estudio con buenas intenciones; declaró en aquella época: «Scorpions are well-known already, so we should get a guest spot on a major tour. I’d lost my enthusiasm with UFO; with Scorpions I’m excited again». Acabado el álbum, Matthias se quedó en casa y comenzaron a ensayar y girar con Michael. Su alcoholismo, las malas relaciones con su hermano Rufolf y, en fin, una crisis personal acabaron con una llamada de teléfono a Matthias para que se incorporara a toda prisa a la promoción. Y se consolidó en el grupo hasta hoy. La banda la completaba el batería Herman Rarebell y el bajista Francis Buchholz. Vamos, el «clásico» line up.

Grabaron en los estudios de Dieter Dierks un buen puñado de canciones que les abrieron el mercado anglosajón definitivamente, en especial los Estados Unidos. Respecto a sus álbumes anteriores se nota un esfuerzo por simplificar los temas y hacerlos más accesibles, pero sin perder un ápice de calidad y rudeza. Además, afirmó una característica Scorpions: las baladas rompecorazones y los temas rompecuernos.

Abre Loving you sunday morning con una melodía vocal delicada que mezcla bien con un ritmo donde las guitarras de Rudolf y Jab despuntan por primera vez. Buen solo breve. Another piece of meat es el primer clásico: ritmo frenético, la voz de Meine desgarrada pero sin apenas esfuerzo, trabajo rítmico sencillo pero efectivo y un solo de Michael Schenker para enmarcar. La primera power-ballad sigue, Always Somewhere, con buena melodía de guitarra y una letra sentida, con Klaus marcando el tempo y dejando explotar su voz cuando echa en falta a su amada: «Miss you where I’ve been/I’ll be back to love you again». Un poco pastelona pero deliciosa. Como hicieran en tantas otras baladas, lo mejor al final. Una de las dos rarezas del álbum de titula Coast to coast. Rareza porque es instrumental, y eso no cuadra con los Scorpions que todos conocemos. Un clásico con una melodía portentosa y un trabajo de todos los instrumentistas fabuloso. Michael de nuevo le pega un puntito mágico al asunto. Se convirtió en un clásico de sus conciertos.

La rudeza de la brevísima Can’t get enought levanta al más pintón del asiento. Meine grita como un bellaco y las guitarras cortan: «high energy hot feelings/heavy sounds to feel all right». Fabuloso rompecuellos que marca otro de los puntos altos de Lovedrive. El segundo tema raro lo tenemos cuando el reggae se cuela en Is there anybody there? mezclado con guitarras distorsionadas y un estribillo estupendo. Si Led Zeppelin pudieron porqué ellos no. Aúna paz y descaro, invita a la experimentación y a abrir la mente. Para más rock mezclado con reggae, os dejo este enlace. Llegamos a otro de mis favoritos, el tema que creo representa (junto con la instrumental y quizá la siguiente balada) el tipo de sonido que Scorpions buscaba. Aquí lo tenemos todo: melodía, ritmo, comercialidad, buenas guitarras, incluyendo el último solo de Michael, una letra sencilla y un estribillo para cantar en manada, Lovedrive es un clásico injustamente olvidado. Y cerramos con una balada anotológica. Holiday recrea los sonidos de años anteriores y los enlaza con la siguiente década del grupo. Primera parte acústica, lenta, cómoda, una parte central más roquera y sigue fluyendo hacia el final.

Un estupendo trabajo, no dudes en repasarlo entero una y otra vez. ¿Una de las mejores portadas de sex’n’rock? Realizada sin ninguna vergüenza por la gente de Hipgnosis.