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El maltrato en canciones rock y metal.

Resulta increíble que algunas de estas canciones tengan más de treinta años. Imposible entender que algunas apenas unos pocos. Denuncian el mismo problema: la violencia machista, el maltrato del «más fuerte». El odio, el dolor, la soledad, el miedo, el abandono, la muerte, la cárcel. Y da igual si quieres llamarlo violencia intrafamiliar, mirar para otro lado o negar la mayor. Por cada mujer que sufre esta violencia nos hundimos, como sociedad, un poco más en la basura.

Ya le dedicamos un post a la violencia y el abuso infantil. Qué animales sin corazón hay por el mundo.

Una pequeña selección de grupos que cantan en nuestro idioma, de hombres que cantan sobre la violencia machista. Como siempre… dale al play.

Warcry – Cobarde

«Creyó que algún día él podría llegar a cambiar/soñó lo feliz que era con él/lloraba a escondidas intentando callar la verdad». A veces no es fácil pedir ayuda y luchar por cambiar al maltratador y esperar parece lo mejor. Pero, a veces, como en esta canción, el cobarde acaba asesinando a la mujer: «Maldigo al que pegue a una mujer/que el infierno se cebe con él». Parte de Alfa (2011).

Saurom – El príncipe

En su más que recomendable Vida (2012) dedicaron una canción hermosísima narrada desde la mente del maltratador: «Por mí dejaste de soñar/niegas la vida por amar/princesa mía deja de llorar/no hay esperanzas en tu corazón». El demonio que ves, «Gritan tus ojos pidiendo un por qué/y no existe ninguna una razón». Dramático vídeo.

Gritando en Silencio – Cadenas

Los sevillanos cantan con rabia «La última disputa fue a peor/y en su cuerpo queda aún el dolor/la sombra de sus ojos ya no es por sueño/es por un animal que dice ser su dueño». Gritan por la liberación, por la huida, por buscar soluciones, por ayudar «ya no llevará tus marcas/ni la harás llorar». Porque se puede tener otra vida. Del su tercer largo La edad de mierda (2015).

Asfalto – Melani

En su disco de 2017 Crónicas de un tiempo raro, Julio Castejón aborda con elegancia la vida de una mujer atrapada en una relación violenta: «evitando contrariar/engulle su dignidad/flexible como el bambú/si así no te enfadas tú». Donde hay dolor, no hay amor. Colaboran la gente de Dry River y John Helliwell (Supertramp).

Los Suaves – No le grites

«Maltratada por el matrimonio y los años», la protagonista de la canción acaba muriendo «mientras dormía» hinchada de gritos, reproches, pena y soledad. El maltrato no acaba con las palizas, con el abandono y el comienzo de otra vida. Las heridas quedan ahí, a veces ocultas, a veces bien visibles. La escuchamos en El Jardín de las Delicias (2005).

Reincidentes – Ay, Dolores

«Ya no se si soy mujer o soy una mierda/sumida en la sinrazón, despojada del valor/síctima de su miedo, del fracaso, de sus celos». Los sueños perdidos, la desesperación que se siente encerrada, encadenada a una relación humillante. Afortunadamente, en esta copla Dolores consigue salir, comenzar una nueva vida. «Por que la vida es un cuento/que hay que vivir al momento». De ¿Y ahora qué? del año 2000. Os dejo un fantástico vídeo en el que se interpreta la canción en Lengua de Signos.

Ska-P – Violencia machista

«No merece la pena mujer/tu pasividad/no merece la pena/ármate». Sin censura ninguna, como son ellos, Ska-P invitan a la rebelión, a dejar de lado las palizas y las violaciones en casa «Abandónale, que se pudra en soledad/ven, sal de ahí, date una oportunidad/rompe de una vez las cadenas, vuelve a la libertad». Con un claro recado «Mientras el mundo no quiera cambiar, autodefensa, mujer». Formó parte de Planeta Eskoria (2000).

Barricada – Obsesión

Y de la misma justicia por la propia mano hablan Barricada: «en la cama sabrás aguantar humillada debajo/y luego los críos también de la misma manera tratados». Pero una noche coge un cuchillo, «decidida a terminar». Se acerca a él «en la silla sentado/borracho está como siempre». La ¿mala? solución. Del álbum de 1988 Rojo.

Def Con Dos – Ellas denunciaron

El marido como un verdugo: «ya se lo advertí/si me denuncias te mato». Def Con Dos, en De poca madre (1998), ponen el dedo en la indefensión de la maltratada frente al poder físico y psíquico del maltratador. A veces la violencia y los abusos «son cosas de casa». Como bien preguntan: «¿cuántas mujeres al año saben que tienen sus días contados?».

Boikot – Diez metros bajo el suelo

Por cerrar el tema de la «justicia por la propia mano», dejamos esta canción algo distinta de Boikot, grabada en Tus problemas crecen (2004). Pone voz a una mujer que está en la cárcel tras asesinar a su maltratador: «Y no me importa estar encerrada/si hubiera sido yo no valdría nada/sun sigo viva aguanté tus golpes/reventando en mis entrañas tu miseria».

La Fuga – A golpes

Unos jóvenes cántabros cantan «miedo, la noche está cerca/sientes que se abre la puerta/tiemblas, suda tu cuerpo». Él, que llega a casa enfadado, se ha olvidado del amor, de la esperanza, de la humanidad. Y acabó en palizas y una vida (más) destrozada. Incluida en el segundo de la banda, del año 2000, titulado A golpes de rock and roll.

Lujuria – Espinas en el corazón

Los segovianos decidieron colaborar con la Asociación de Asistencia de Víctimas de Agresiones y Malos Tratos y donarles todos los beneficios de este single publicado en el año 2003. Lo incluyeron, después, en su directo ¡Únete al escuadrón 69! (2005). «El anillo de oro en el dedo/en grilletes se transformó/donde antes había caricias/cada día hay un moratón».

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Lo mejor de Barricada… De la okupación al blanco y negro.

Recordamos el ascenso comercial de Barricada entre la publicación del álbum No hay tregua en 1986 (vendió, por entonces, algo más de 10.000 copias) y la consecución en 1991 del disco de platino con Por instinto (más de 100.000 copias) . ¿Qué pasó aquellos cinco años para que cuatro tipos de un barrio de Pamplona se convirtieran en la banda de rock más importante del país? Los mismos músicos que cantaban para un puñado de adeptos Okupación cantaban para miles de personas En blanco y negro, tras tres discos de estudio y un doble directo. Todos estos años, Barricada fueron: Enrique Villarreal, «El Drogas», al bajo y la voz; Alfredo Piedrafita a la guitarra y la voz; Javier Hernández, «Boni», a la guitarra y la voz; Fernando Coronado, a la batería.

En 1986, tras grabar, con Rosendo en la producción, su No hay tregua, la compañía RCA y la banda decidieron romper su contrato. Numerosas polémicas con el contenido de las canciones, intentos de censura, mala distribución, entre otros, hicieron que la relación no saliera adelante. Y ficharon por Polygram: una multinacional apostando por una banda de barrio con letras críticas con el sistema social y político, pero no tan descaradas ni tan explícitas como para dar miedo o no tener un buen nicho de mercado. Tuvieron ojo. Les mandaron a grabar a Ibiza, a los estudios Mediterráneo, lo más en tecnología. Allí ocurrieron dos cosas que serían fundamentales en los años de camino al éxito: medios y Dennis Herman. Tuvieron los medios para desarrollar su trabajo, en forma de tiempo y tecnología; por primera vez grababan en un estudio disponible 24 horas con toda clase de ayudas para sonar bien, y eso permitió a la banda, sobre todo a Enrique y a Alfredo, los más curiosos, experimentar y adornar las canciones. En segundo lugar, conocieron a Dennis Herman, ingeniero del estudio, que ya en esta grabación, junto a Rosendo, no lo olvidemos, pulió el sonido de la banda, dotando de una personalidad a las canciones que antes no acababan de tener. Así se editó No sé qué hacer contigo: el sonido limpio y preciso de las canciones, con un aire pop rock, la portada sobria, la introducción de temáticas más personales que sociales, sin olvidar el factor protesta, convirtió a Barricada en los niños nuevos del rock. Aunque no gustó a la parroquia habitual, consiguió abrirles muchas puertas, alcanzar escenarios antes vetados y salir en la televisión, vender más y ganar algo de dinero. Las canciones juegan con su rock urbano habitual, aún con dejes punk, claras en Todos mirando, Una lata de gasolina o De refilón, y comienzan a sonar influencias más amplias, como el toque «rolling» de No sé qué hacer contigo, los arreglos anglosajones, incluyendo una estupenda acústica, de En la esquina del zorro, el tufillo new age del bajo y la voz de Con el izquierdo o los ramalazos metaleros de Tentando a la suerte o A toda velocidad (ese bombo). Buscan, prueban.

Las buenas ventas les permiten volver a los estudios Mediterráneo, con más tiempo y Denis Hermann al mando de la producción, junto a los propios Barri. Lo que había empezado de manera tímida, se convierte en una vorágine de experimentación, pruebas y regrabaciones, nada hay prohibido. Las temáticas de las letras también se amplían: hablan de la violencia de género en Obsesión, de prostitución en Abrir y cerrar, del SIDA en Tiempos que arden, del genocidio en La hora del carnaval, de la (in)justicia (cada vez más lenta) en El último vagón, del (ab)uso de armas en Cuidado con el perro o de tauromaquia en Rojo. La paleta sónica se abre con mucha influencia anglosajona, nada del viejo aroma barriobajero, excelente trabajo de guitarras (hasta seis suenan en algunos cortes) y algunos aciertos melódicos brillantes, como Bajo control, Animal caliente o Esta noche. El álbum, titulado Rojo, se editará con una portada curiosa: la palabra «rojo» ocupando todo el espacio y la sombra de un toro en ella, con un matiz sangriento. Y consiguieron el éxito. Duplicaron las ventas, el merchandising de la banda empezó a generar beneficios y los escenarios crecieron; cada vez se encontraban más chavales con camisetas de la banda, cada vez más gente abarrotando los conciertos.

En febrero de 1989 entran de nuevo a los Estudios Mediterráneo con Dennis Herman casi como quinto miembro. Componen, arreglan y tocan su disco de sonido más americano, con una producción excelente y variada, con arreglos de teclado y hasta un coro femenino. Las drogas cobran protagonismo en Dentro del espejo y Tan fácil, hablan de la guerra en Invitación a la pesadilla (obligada), se vuelven oscuros en General (sobre las dictaduras, en concreto la del paraguayo Stroessner), hacen un homenaje a sus fans en Pasión por el ruido y retoman el rollo rocanrolero en Yo soy quien tú necesitas esta noche. Para la portada escogen una foto hecha en un paseo por la isla y, como es habitual, el título coincide con el de una canción: Pasión por el ruido supera las ventas del anterior (rozan el disco de oro), vuelven a la primera línea de los medios, graban su primer videoclip oficial para Correr a ciegas y llenan casi cualquier recinto (en verano tocan en campos de fútbol y grandes espacios al aire libre).

Pero la cara b del éxito comienza a hacerles daño: más dinero, más fiesta. Aumenta la dependencia de la cocaína y el speed, provocando que las relaciones sean difíciles, que los conciertos a veces se hagan cuesta arriba y que vivan más pendientes de la fiesta que de lo artístico. El Drogas cuenta una anécdota de la época: retó a cuchillo a un directivo de la compañía por censurarles una canción. En ese mundo vivían. La gira se retoma a final de año para grabar el primer directo de la banda. Con esa idea ensayan a mediados de diciembre en Donosti y llenan dos noches el Palacio de los Deportes de Madrid y una el Palau de Esports de Barcelona. En total, noventa canciones, de las que seleccionaron veinticinco para mezclarlas en el mes de enero en Madrid, apareciendo veintitrés en una obra que se llamó Doble directo, en audio y vídeo, pero que en la portada se dejó únicamente el nombre de la banda. Rápidamente se convirtió en disco de oro, en un icono del rock nacional, el disco que les dio el empujón definitivo.

Y eso lleva al final de esta historia y al comienzo del éxito multitudinario de Barricada. Por instinto (1991) fue el mayor reto compositivo y musical del grupo, la oportunidad que supieron aprovechar, gracias, sobre todo, a la canción Blanco y negro, que llegó a sonar insistentemente en las radiofórmulas y se convirtió en un indispensable de las madrugadas fiesteras. Se marcharon mes y medio a un estudio en medio de Las Landas francesas, Du Manoir, ya sin Hermann; ellos se encargaron de la producción con la ayuda de otro ingeniero/productor que volverá a ayudarles en el futuro, Laurent Lozahic. Pero esto, como dicen por ahí, es otro cuento que ya contaremos.

Y, como de costumbre, aquí tenéis una pequeña selección musical.

Canciones que empiezan con una cuenta atrás (o adelante).

Efectivamente. Con cualquier cosa hacemos una lista de canciones. ¿De verdad no te has parado a pensar en la cantidad de temas que comienzan con una voz, más o menos audible, realizando una cuenta? One-two-three o tres-dos-uno… y al lío. Este recurso, habitual para hacer que toda la banda entre a la vez en un directo o en una toma, da apariencia de grabación orgánica, de «ahí estamos todos en tu altavoz machacando los instrumentos ahora mismo para ti». Y con ese rollo muchas de estas canciones fueron las primeras de un disco o de una cara de vinilo.

La lista ha quedado muy jugosa. Dale al play y disfruta.

Bad Company – Can’t get enough

«One… two… one, two, three» y comienza uno de los discos emblemáticos del hard rock de la primera mitad de los setenta, el debut Bad Company (1974).

The Beatles – I saw her standing there

«One, two, three, ¡four!» y a darle caña a este rock de amor con una adolescente «How could I dance with another/when I saw her standing there?». Arrancaba así el primer largo de la banda, Please please me, editado en 1963.

Rare Earth – I just want to celebrate

«One, two, three, four» y a marcar un ritmo pegajoso en esta canción de celebración de la vida hedonista: «I just want to celebrate another day of life». Cerró la cara A del vinilo One world (1971) y fue el primer single de dicho álbum.

The Who – Slip kid

Comienza Keith Moon con su batería, marca «one… two… one, two, three» y entra la banda en este fantástico tema que grabaron para abrir The Who by numbers (1975).

Rush – Animate

Abría Neil Peart el álbum Counterparts (1993) con «one… one, two» para guiarnos por uno de sus mejores trabajos. «Goddess in my garden/Sister in my soul/Angel in my armor/Actress in my role».

Barricada – Objetivo a rendir

«Un, dos, tres, ¡fuego!» gritaba Enrique Villareal «El Drogas» al comienzo de esta canción dedicada a los desesperados: «Para ti no es aventura/ Intentar salir de aquí/Pues esta calculado/Que seas vapuleado/Objetivo a rendir». Abría la cara B del álbum Pasión por el ruido (1989).

Tom Petty & The Heartbreakers – You got lucky

«One…» y se intuye el gesto, el ademán de conteo para comenzar con el primer golpe a tempo todo el mundo. Compuesto por Mick Campbell y el jefe Petty, fue segundo corte del álbum de 1982 Long after dark.

James Brown – Get up (I feel like been a) sex machine

Tras una presentación con público de fondo, «one, two, three, four» y a darle caña al cuerpo con uno de los más emblemáticos cortes de James Brown. ¿Alguien se resiste al ritmazo de la máquina sexual? Se grabó como single en 1970 y abrió el álbum Sex machine del mismo año en una versión de más de diez minutos. Shace your money maker…

J.J. Cale – Crazy mama

Más comedido «one, two, three, four» y metido en una tonada country con un hermoso slide, J. J. Cale se rinde a la mujer que regresa a su vida. Abría la cara B de otro imprescindible, el Naturally de 1971.

U2 – Vertigo

En «perfecto» español comienza Bono «un, dos, tres… catorce» sobre la introducción instrumental de esta canción, single y espectacular vídeo del How to dismantle an atomic bomb (2004).

Foo Fighters – Wheels

Un alargado «one, two, three, four» da paso a una de las dos canciones que fueron novedad en el recopilatorio Greatest hits (2009). La canción fue compuesta en memoria de un amigo fallecido de Dave Grohl.

Manfred Mann – 5-4-3-2-1

Y para terminar, la reina del conteo. No solo comienza con un «five, four, three, two, one», si no que la letra de la canción, casi en exclusiva, es esa. Se editó como single en 1964 junto al tema Cock-A-Hup. «Uh-uh, it was the Manfred’s»

Interesante colección de canciones, diversas y dispersas. Hay muchas esparcidas por el cosmos sonoro: ¿nos confiesas cuál has escuchado últimamente?

Quiero ser una estrella del rock

Los soñadores. Si no fuera por ellos qué esperanza nos quedaría. Quienes creen que lo pueden todo, que el futuro no está escrito, que pueden triunfar con su música, con su voz, con su guitarra, con su batería de segunda mano. Y componen canciones para reivindicar ese loco sueño de ser una estrella del rock: lo cantan al mundo, a sus novias, a sus enemigos, a los mercaderes que se les arriman con falsas promesas e, incluso, a los que lograron triunfar con trampas y mentiras, vendiendo el humo vacío del falso rock’n’roll star.

Y de esto hablamos hoy. Cantar más bien. De las falsas promesas, los sacrificios y los comerciantes de sueños.

Por aquí hacemos una selección de sueños rotos, de promesas por cumplir y de estupendas canciones llenas de rabia y esperanza.

…Dale al play.

Loquillo y Trogloditas Rock’n’roll star

Emblemática y resumen de esta sección: «así nena tendré suerte de llegarte a conocer/Uhu, uhu, uhu, nena, voy a ser/Una r’n’r star». Aunque el productor tenga que invertir «mucha pasta» y corra el riesgo de recibir «diez tiros en la puerta de un hotel». El sueño que en 1981 grabó Loquillo junto a Los Intocables, germen de aquellos Trogloditas que le hicieron rey.

AC/DC – It’s a long way to the top (if you wanna rock’n’roll)

¿Piensas que es fácil conseguir tu sueño? «Playin’ rock ‘n’ roll/Gettin’ robbed/Gettin’ stoned/Gettin’ beat up/Broken boned». De hotel en hotel y de cuchitril en cuchitril tocando por nada. Los australianos se quejaban amargamente justo antes de comenzar su camino hacia el éxito en 1975 con TNT.

The Byrds – So you want to be a rock’n’roll star

Roger McGuinn y Chris Hillman compusieron esta canción que se editó en 1967 dentro de Younger than yesterday para aconsejar a quien quisiera escuchar sus consejos: compra una guitarra, aprende a tocar, cíñete los pantalones y prepárate para vender tu alma «a la compañía». Y, al final de todo, «don’t forget who you are, you’re a rock and roll star».

La Fuga – Sueños de papel

El tema de las falsas promesas da para una sección completa. «Verás tu foto en la pared, dinero a tu merced» canta Rulo en este tema. La banda joven con buenas maneras a quien le prometen vivir un sueño que, en realidad, es de papel. «Se venden canciones/Se compra popularidad/Trafican emociones». Parte del disco Calles de papel (2003).

Wisky Caravan – Aléjate de mí

Quizá el mismo promotor o manager malvado que a los anteriores intentó engañar a los madrileños cuando grababan La guerra contra el resto (2018): «aléjate de mí/que no soy un disfraz/que puedas elegir/que tú puedas comprar». La lucha entre los sueños de triunfar y el precio de la fama.

Tako – Matasueños

La mentira de las manos avariciosas que quieren explotar al artista protagonizan también esta canción de los excelentes Tako: «Y es tanto lo que te piden/Y tan poco lo que dan/Que aunque nazcas ya estás muerto». Venderte es un camino sin esperanza. Parte de 30 pasos (2016).

Barclay James Harvest – Rock’n’roll star

Parece fácil: compón una canción que todo el mundo quiera cantar. Pero no esperes un camino fácil: «So you want to take a trip to the stars/Can you find your way back home?/You’ll get your break, but don’t you wait too long». Era el año 1976 y el álbum Octoberon.

Azucena – Estrella del rock

Era el año 1988 cuando Azucena se reivindicaba como una cantante todoterreno en este disco. Una balada de piano y saxo en la que reclama a un colega «tú vas por la vida de estrella del rock». Una reivindicación de la autenticidad y el amor verdadero por la música. Del álbum del mismo título.

Barricada – Lentejuelas

«Ahora sales tú/muere rocanrol». Lo tienen claro los pamplonicas en Barrio conflictivo (1984). Ser auténtico y luchar o venderse para triunfar. ¿Quién tiene razón? «Las lentejuelas brillan demasiao/ya no alucinas a nadie/alguien te mima esta equivocao/tu rollo es puro montaje». Por si había dudas.

12 canciones sobre coches

Quizá sea un tema demasiado obvio, o no, el de la carretera, los coches, las motos en el glosario de roquero. Hay músicos que, además, compiten en sus ratos libres; otros se aficionan a coleccionarlos; muchos añoran poder comprarse ese fantástico carro de sus sueños. Infinidad de canciones tratan el tema de manera más o menos directa y nosotros hemos querido hacer una pequeña selección de aquellas canciones dedicadas a los coches (y a su buen y mal uso).

Dale al play…

Steve Miller Band – Mercury blues

«Had my money, I tell you what I’d do/I would go downtown, Buy a Mercury or two/Cause I’m crazy ‘bout a Mercury». Steve Miller clama su devoción por «los Mercury» hasta el punto de robar uno (según la canción). Coches de capricho desde 1938 hasta 2011 que sobreviven en los sueños clásicos de algunos fanáticos.  Cover de una composición de KC Douglas y Robert Geddins grabada por pimera vez en 1948, aparece, en la voz de Miller, en un documental (Revolution) de 1967.

Bruque – Velocidad

Corría el año 1988 cuando Pedro Bruque grabó esta canción con la voz de Domingo Gallardo y la flauta de Jose Carlos Molina (Ñu). «No sabes como acabarás/tampoco a qué lugar llegarás/te ciega la velocidad» y tanto correr acaba en un accidente donde «la gente observa con horror/después te contarán tu accidente/sin saber qué sucedió». Una llamada de atención a los excesos de confianza al volante hace más de treinta años. Parte del álbum En mitad del camino.

Metallica – Fuel

Y con la misma temática se marcaron Metallica este corte en Reload (1997): «Oh, no I burn,/Fuel is pumping engines,/Burning hard, loose and clean». La adicción es un tema clave en las letras de Hetfield; en esta ocasión la necesidad de pisar el acelerador a fondo hasta quemarse, literalmente.

Chuck Berry – Maybellene

El rey negro del rock mezcla motor, velocidad y flirteo en una persecución hot-rod de un hombre con su ocho cilindros tras una chica a bordo de un Cadillac. ¿Acoso en la autopista? Elvis Presley se marcó una versión de este tema. Berry lo editó como single en 1958.

Barricada – Písale

«Los barri» tienen prisa por llegar a casa : «nervio en la carretera, corre, corre/cómete las señales, pisa más, corre/estamos llegando a mi barrio, corre, corre». Uno los imagina llegando a las tantas después de un concierto («la ciudad dormida tiene algo especial»). Corto pero intenso, lo escuchamos en el No hay tregua de 1986.

Lonnie Mack – Me and my car

Un tipo curioso. Tras saborear cierto éxito comercial en los sesenta, desapareció casi veinte años hasta que a mitad de los ochenta reanudó su discografía animado, entre otros, por Steve Ray Vaughan. El segundo de esta segunda época, titulado con acierto Second sight (1987), comenzaba con esta oda a su amor siempre fiel por su coche: nada puede interponerse entre ellos.

Pearl Jam – MFC

Eddie Vedder (cantante) realizó una escapada vital por Europa durante, más o menos, un año hasta acabar viviendo en Roma. De sus viajes en un pequeño coche por Italia surgió la melodía y la idea de este tema, cuyo título significa Mini Fast Car. La protagonista huye en un coche dejando atrás una vida que ya no quiere mantener, buscando el horizonte. La historia acabó formando parte del álbum Yield de 1998. «This wheel will be turning right, then straight/Off in the sunset she’ll ride».

Obús – Autopista

«Voy quemando gasolina/la autopista me pone a cien». Las autopistas como símbolo del (mal) progreso, de las prisas, de la necesidad de recorrer kilómetros en coche «a toda velocidad», cayendo en «su trampa» hasta que «me domina la autopista». Del álbum de 1984 El que más.

Quiet Riot – Slick black Cadillac

Cuando aún no habían saltado a la fama metalera y dormían en pisos de amigos o en apartamentos okupados, Kevin DuBrow (cantante) y Randy Rhoads (guitarrista) compusieron esta oda a uno de sus mayores deseos: un precioso Cadillac negro «you know I got a fully-equipped rock ‘n’ roll machine/at speeds that take me high, high, high» con el que «I’m gonna drive all night/spin my wheels all night». Abría el álbum Quiet Riot II (1979). La regrabaron para el multiplatino Metal health cuatro años después.

Deep Purple – Highway star

Qué más se puede decir: «I love it and I need it». Pasión verdadera por el propio coche, máquina para convertirse en el rey de la autopista. «It’s a killing machine/it’s got everything/like a driving power big fat tires». Tema veloz, con dos fantásticos solos de Richie Blackmore a la guitarra y Jon Lord a los teclados (ambos de inspiración clásica). Imprescindible y eterna canción del álbum Machine head (1972).

Banzai – Coche rápido en la noche

«Si se mosquean voy a acelerar» con mis veinte años mal tratados por la sociedad. El coche es la herramienta para distinguirse, para huir de la policía o para, simplemente, escapar de los tiempos «actuales». La escuchamos en el disco imprescindible Banzai de 1983.

Sangre Azul – Velocidad

Y la misma inspiración para esta canción de Sangre Azul, pero en esta ocasión desde un punto de vista más amoroso y festivo: «compartimos el placer de libertad/en la noche juntos recorriendo la ciudad». El coche como compañero de aventuras, su juego como símbolo de fuerza y libertad. Aparece en su debut Obsesión, allá por 1987.

Golden Earring – Radar love

Y para cerrar esta colección, una de las más famosas y, a la vez, curiosas. Escrita desde el punto de vista del conductor que viaja a casa de su novia, con la que tiene un sistema de comunicación único: el radar del amor. Cuando ella le llama, él acude: «I’ve been drivin’ all night, my hand’s wet on the wheel/there’s a voice in my head that drives my heel» para acabar al amanecer en su casa «No more speed, I’m almost there/(…)/last car to pass, here I go». Protagonista absoluto del álbum Moontan (1973)

Por supuesto, hay muchas más. ¿Cuál de tus favoritas hemos dejado fuera?

Invitando a El Drogas: sus mejores colaboraciones.

No creo que haya un personaje tan carismático como Enrique Villarreal, alias El Drogas, alma y catalizador musical de Barricada y mosca cojonera en cualquier proyecto que se precie. Los suyos propios: La Venganza de la Abuela, Txarrena o su aventura como El Drogas. O los de otros: incontables. Y lo he intentado. Pero quién se resiste a invitar a uno de los grandes a cantar a su lado, a tocar a su lado, a subirse al escenario o a arrimarse al estudio.

Nuestra pequeña selección de los temas más apetitosos de El Drogas en los discos y las composiciones de todos los demás.

Hortaleza – Porretas y El Drogas

Del disco 20 y serenos (2011). «Ahí Dios se echó la siesta pero no pudo dormir» Qué curioso oír a un tipo tan de su Iruña cantar a un barrio de Madrid, el «barrio de la juerga». Rocanrol sin concesiones.

Desahuciando el miedo – Ingravitö y El Drogas

Por aquí tenemos debilidad por Ingravitö y no podía faltar su colaboración con Enrique: «porque el Estado vendió hace ya tiempo a los mercaderes tu derecho a un techo». Un intento de reconstruir nuestra propia voz en contra del desahucio. Del imperdible Sentirnos vivos por encima de nuestras posibilidades (2018).

A la espera – Forraje y El Drogas

Entre acústicas canta «arrancas de mañana y recorres ninguna parte, andas nada piensas poco, a punto de explotar». Una canción con el consumidor de heroína como protagonista. Lo que duele es controlar. En Estoy que muerdo (2003).

Zorra cruel – Lilith y El Drogas

En el segundo largo de Lilith, madame genuina del rock, titulado Sal si puedes (2009), nuestro colega hace sus pinitos en los coros y en las estrofas centrales.

Y es que tú – Estrago y El Drogas

Lo de Estrago y las colaboraciones da para un capítulo aparte. En este caso, una adorable y terrible canción sobre la prostituta que «recorre la ciudad gritando guapo» y llenando su bolso de dinero y «ganas de llorar» cada noche. Del álbum Cabeza loca (2004).

Los carniceros – Poncho K y El Drogas

Una declaración de intenciones «todos los cuentos me metían miedo». Una clara reivindicación a renegar de la falsa herencia. A pachas con Poncho K en su 11 palos (2017). Enrique no pudo grabar el vídeo, parece ser.

Duelo de titanes – Dinero y El Drogas

En su autohomenaje A 10 años luz (2018) celebrando su década en los escenarios, la banda Dinero contaron con Enrique para dar un aire nuevo a esta canción. Fantástica.

El perro verde – Marea y El Drogas

Las querencias de Kutxi Romero y Los Marea con El Drogas y sus Barricada son más que evidentes. Una muestra de la adoración común la encontramos, entre otros, en esta canción de Revolcón (2000).

La fiesta en paz – Iratxo y El Drogas

El cantautor madrileño contó con nuestro protagonista para darle caña a este temazo. Un estribillo pegajoso y callejero que debió merecer mejor suerte. Del álbum Amor y otras guerras (2014).

Sembrar la verdad – Insolenzia y El Drogas

Qué sencilla realidad: «en cada silencio hay un muerto y en cada lamento hay un vendaval». Hermosa reflexión. Aparece en La boca del volcán (2010).

El charco – Karkoma y El Drogas

Una joya oculta, un desconocido tema recogido en A cuatro patas (2014). Dale al play y disfruta.

Baja por diversión – La Fuga y El Drogas

Qué ociosa posibilidad, una baja por diversión. En su álbum de 2005 Negociando gasolina los de Reinosa contaron con la voz de nuestro protagonista para reclamar un poco de fiesta cuando sea necesario.

Que corra el aire – Ciclonautas y El Drogas

«Cansado de la burla y de tanta potestad que acá los mismos culos vuelven a sangrar» y así seguimos. Reivindicando «que corra el aire» y que sufran otros en el álbum de 2014 Qué tal?

Cervecita y caldouva – Sínkope y El Drogas

«No seremos nunca mansos» clama El Drogas en esta canción. Reflexión sobre los que aprenden de los libros y de la vida para mejorar su vida y saber estar. Hay que ser valiente para compartir micrófono con Vito y sus complejas letras. En Museo de rejas limadas (2015).

Otra luz – Cero a la izquierda y El Drogas

En el más que recomendable No ha dejado de llover (2015) encontramos esta tonada: «y no quiero canciones tampoco poesías, todo lo que quedaba murió en la travesía». Nada de sucedáneos.

Siete pecados – 4 de copas y El Drogas

Y también del 2015 este descarado texto sobre la pecaminosa vida que nos gastamos, siete pecados que «me llevan hacia ti». Cambiar el alma con el del tridente para disfrutar de un calvario lleno de pecaminosas tentaciones. Del álbum El cuento se acabó.

Nunca dudes en llamar a El Drogas si tienes una buena canción y algo que decir. Que dure muchos años.

Sexo en el Rock (17): caliente como un volcán

 En ocasiones nos sentimos excitados, nerviosos, inquietos, emocionados, insatisfechos. Nos sube la temperatura desde algún sitio interior ocupando todos los pensamientos. Lujuria, fuego, carne. Nos sentimos calientes. Muy calientes. Como un volcán a punto de estallar. Fiebre ardiente.

Y rebuscando canciones sobre el tema he descubierto que los años ochenta debieron ser muy «calurosos» y «febriles». La selección de hoy se centra exclusivamente en el mal de amores de esa década. Así que acomódate en tu sitio y descubre qué artistas se ponen verriondos, tórridos, flamígeros.

Van Halen – Hot for teacher

El primero no podía ser otro que el más provocador y gigoló de toda la década de los ochenta. David Lee Roth se siente atraído por su nueva profesora, se pregunta porqué perdió tantas clases. Ahora quiere clases extras: «I brought my pencil/Gimme something to write on». Está calentito y preparado para su lección… Del archifamoso 1984 del mismo año.

Burning – Una noche sin tí

Hasta los hombres más viriles tienen sus momentos de soledad y deseo.  «No puedo hablar con nadie y que se yo, si estoy tan solo, necesito tu amor». Ni siquiera la música consigue traer el sueño. Del álbum Noches de rock&roll de 1984 (qué casualidad).

Bruce Springsteen – I’m on fire

Incluso el Boss sufre de calenturas hasta el punto de empapar sus sábanas blancas. «At night I wake up with the sheets soaking wet/(…)/only you can cool my desire/I’m on fire». Corría el año 1984 (¿otra vez?) y el disco se titulaba Born in the U.S.A.

Foreigner – Urgent

Esta vez viajamos a 1981 (vaya con los ochenta) para escuchar del álbum 4 su primer single en estado emergencia: «I’m not looking for a love that will last/ I know what I need and I need it fast». Si de calor y necesidad se trata, no hay nadie como Lou Gramm.

Sangre Azul – Sediento de sangre

Estos no se cortan. «Salvaje (salvaje) en la noche (en la noche)/Sediento (de sangre) Buscaré…/Mi víctima en la noche, un cuerpo de mujer».  Si hay fiebre, hay que buscar la medicina. Parte de su debut, Obsesión, allá por 1987.

Judas Priest – Fever

Ni los más duros se escapan. El Metal God está solo en su cuarto, nervioso, porque siente un calor que no aplaca la noche. «Fever. You set my soul on fire/Fever. You fill me with desire». Una fiebre llena de deseo y necesidad. Parte del álbum de 1982 Screaming for vengeance.

Mudhoney – Touch me I’m sick

La banda inspiradora de la generación grunge también pasó sus necesidades: «Wow! I won’t live long/And I’m full of rot/I’m gonna give you, girl/Everything I got». Pasean con su calentura por el año 1988 en el primer single que grabaron para SubPop.

Twisted Sister – I’m so hot for you

No hace falta disimular, quererte igual no, pero te voy a dar todo lo que tengo: «Say I’m in love, babe, it’s much too soon/But you know I’d give you everything that I have». Dee Snider no puede aguantar sus ganas, no te resistas, nena «I got to have you, girl, you know you’re driving me mad». Del último coletazo de la banda, Love is for suckers, de 1987.

Barricada – Tan fácil

Abriendo su Pasión por el ruido de 1989, «El Drogas» confiesa su necesidad calenturienta tras una noche de consumos excesivos: «Echo en falta llegar detrás/agarrar tus tetas sin avisar/notar ese culo junto a mí/dejar caer mi lengua por tu espalda/¡Cómo me enseñaste a amar el vicio!». A quién no le ha pasado.

Blue Oyster Cult – Burning for you

Aunque a veces las canciones admiten muchos significados, para mí es claro el de esta tonada del Fire of unknown origin de 1981, me quemo por tu culpa: «I’m burning for you(…)/Burn out the day/Burn out the night/I can’t see no reason to put up a fight/I’m living for giving the devil his due».

Y aún hay más. De esta década y de cualquier época. Porque el rock es lo que tiene: a veces se gana, a veces se pierde. Pero siempre se cuenta (o se canta más bien). ¿Alguna sugerencia?

Por cierto, quizá estas fiebres se curen con estos doctores del amor y sus medicinas.

Rock around the crown: canciones sobre reyes, reinas y coronas.

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Aprovechando que se celebra en el mundo cristiano el día de los Reyes Magos y que, además, casualidad, coincide con el cumpleaños del rey emérito de España, nos hemos currado una colección de variopintas canciones sobre la monarquía. Lejos de intentar hacer apología de nada o defender ninguna postura, ya sabéis cómo está la censura últimamente, nos limitamos a exponer el trabajo de diferentes artistas y sus opiniones son solo suyas.  Canciones sobre los monarcas de España y Reino Unido, últimos países grandes con coronas en Europa y América. Por algo será. La foto que ilustra este texto está sacada de la edición digital de Crown me (Hospin), que todo hay que decirlo.

Saludos majestuosos y a darle a la rosca o al roscón de reyes con chocolate, atole, café o un buen orujo.

Ska-P – Simpático holgazán (Eurosis 1998)

La Raíz – Rueda la corona (Entre poetas y presos 2016)

Manic Street Preachers – Repeat (Generation terrorist, 1992)

El Drogas – Come elefantes (Demasiado tonto en la corteza 2013)

Los DelTonos – Majestad (Fuego 2019)

The Smiths – The queen is dead (The queen is dead 1986)

La Polla – Hoy vamos a explicar la palabra feo (El último de La Polla 2003)

The Exploited – Royalti

Rat-Zinger – Dios salve al rey (Crónicas de la destrucción 2013)

The Stone Roses – Elizabeth my dear (The stone roses 1989)

La gran orquesta republicana – La huida ( 1999)

Y no podía faltar…

The Sex Pistols – God save the queen (Never mind the bollocks. Here’s the Sex Pistols 1977)

Y de regalo, este temita de despedida al rey… allá por los tiempos de la República.

Canciones de guerra (en nuestro idioma): guerrock.

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Es inabarcable el cancionero sobre la guerra y sus derivados. Desde las canciones protesta hasta las canciones sobre batallas épicas, pasando por los temas dedicados a soldados y armas o las consecuencias de los conflictos bélicos en la sociedad civil. Alguien debería hacer un tratado recopilando y clasificando todas esas canciones. Y no seremos nosotros, más de discutir de nuevo con un par de cervezas quién es el mejor cantante de AC/DC que de sentarnos a hacer una reflexión inteligente y rebuscar en los forros cerebrales o históricos. Sin embargo, nos hemos permitido bautizar Guerrock al género en español (o castellano o argentino o el idioma del Quijote y García Márquez).

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Y por si os apetece comenzar a investigar en el asunto, y como regalo, y porque nos da la gana dedicar una entrada a las canciones de guerra en nuestro idioma, aquí os dejamos una pequeña recopilación alrededor de la guerra y sus consecuencias. Como siempre, es nuestro gusto personal y te invitamos a proponer cualquiera que te guste, sea del género que sea.

Allá vamos…

Barón Rojo – Hiroshima

Incluida en uno de los mejores discos del heavy patrio, Metalmorfosis de 1983, los barones recuerdan el desgraciado episodio de la explosión atómica de Hiroshima: «un genocidio en nombre de la paz/ grosera farsa infernal».

 

Medina Azahara – El soldado

Grabada para el histórico Caravana española de 1987, nos relata los pensamientos de un soldado que «nunca quiso ser soldado» y al que «solo le queda soñar».

 

Ska-P – El niño soldado

Y hablando de soldados, Ska-P dedican este tema a los niños obligados a disparar. Apareció en su álbum ¡¡Que corra la voz!! del 2002.

 

Barricada – Invitación a la pesadilla (obligada)

También sobre soldados y «qué hago yo aquí metido en medio de este rebaño» trata este tema de Barricada: «matar o morir». El original debutó en Pasión por el ruido de 1989. Aquí el vídeo en directo.

 

El Ultimo Ke Zierre – ¡Ay, Carmela!

Otro subgénero del Guerrock sería el dedicado a la Guerra Civil. En este caso, EUKZ hace una versión de un tema de la época, el popular ¡Ay, Carmela!, que se cantaba en las filas republicanas durante la batalla del Ebro. De su álbum Que se repartan el mundo de 1993.

 

A Palo Seko – Makis guerrilleros

Dentro del mismo subgénero, los hay que componen canciones originales sobre el tema, como A Palo Seko y su homenaje a los makis guerrilleros de la contienda. Aparece en El disko rojo de A Palo Seko de 2010.

 

Almafuerte – El visitante

Emparentado con esto de las consecuencias de los derrotados se creó otro subgénero en Argentina tras la guerra de Malvinas, sobre todo por la desprotección y el aislamiento que sufrieron los excombatientes al volver a casa. Sirva este tema de Almafuerte y su letra tremenda: «Olvidar yo sé bien que no podés/ cómo la sociedad olvida que fuiste obligado a marchar en su defensa». En el álbum A fondo blanco de 1999. Aquí la versión acústica.

 

Rata Blanca – Gente del sur

Y siguiendo con las Malvinas y sus consecuencias, Walter Giardino compuso este corte para el debut de Rata Blanca en 1988. Habla del dolor de la guerra: «madres de hoy lloran sus hijos/en una plaza de la ciudad/y el gran imperio bebió la sangre/del que pedía su libertad».

 

Rosendo – Go home!

Y a medio camino entre las canciones de guerra y las canciones protesta, Rosendo compuso Go home! sobre las invasiones yanquis en países latinoamericanos que con mayor o menor disimulo fueron comunes den los setenta y los ochenta. Del álbum Deja que les diga que no! aparecido allá por 1991.

 

Celtas Cortos – Haz turismo

Y del mismo tema, con su rock ská y su mala leche en las letras, Celtas Cortos invitan a hacer turismo invadiendo un país: «es barato y te pagan la estancia». Se hicieron famosos aquel año 1990 con el álbum Gente impresentable.

 

Legion – Mili KK

Y para los más viejos del lugar, el subgénero Guerrock añorado: «la Mili», es decir, el servicio militar obligatorio. Allá por los años setenta y ochenta ningún joven barón se libraba de pasar una temporada por el ejército. Y se creó una oleada de temas en contra de «la Mili». Uno de los más contundentes, este de Legion de su Lethal liberty. Corría el año 1989.

 

Esturión – La guerra

Y con más sensibilidad y menos caña, los madrileños Esturión protestaban por «perder un año de mi vida» cuando «yo solo tengo un arma/ y un único uniforme/mi guitarra es mi fusil/mis baqueros voy a vestir». Aparece en su debut de 1989 titulado Vicio.

 

Pues para ser unos vagos y no querer hacer un tocho enciclopédico ya nos hemos currado una interesante introducción al tema. Faltan muchos y esperamos que te animes y nos recomiendes tu tema favorito. Como regalo, una canción para orejas sensibleras. Si de guerras hablamos y sus consecuencias, no puedo dejar de lado la letra de Querida milagros de El último de la fila («no estaría de más que alguien me explicara/qué tiene esto que ver contigo y conmigo»).

 

 

 

 

 

 

 

Rock y emigración: canciones para atravesar fronteras.

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Nunca es mal momento para recordar a las personas que tienen que irse de su casa. De su ciudad. De su país. Hemos hecho una pequeña reflexión sobre le tema de las migraciones en el rock. Hay de todo: el drama del que se va, el fracaso, el que regresa a casa tras años de exilio… Una mirada diversa al diverso mundo de la migración obligada.

Robe Iniesta – Por encima del bien y del mal

Excelente vídeo de Robe con el telón de fondo de los refugiados y las migraciones del Mediterráneo; aunque la letra sea algo ambigua al respecto, las imágenes no dejan duda: «todo lo que escucho, todo lo que leo, todo lo que veo me queda tan lejos que puedo andar por encima del mal»

M-Clan – Inmigrante

En su álbum de 2009 Memorias de un espantapájaros hacen una reflexión sobre el que vuelve a casa tras años de exilio forzado y no reconoce su hogar: «vuelvo a ser un recién llegado más, todo ha cambiado y yo no me encuentro (…) hoy soy aquí un extranjero más, un inmigrante del desaliento».

Enrique Búnbury – El extranjero

No es una canción específica sobre las migraciones, pero sí refleja, a su manera, la idea del que se marcha a otro país («me marcho y no pienso en la vuelta, tampoco me apena lo que dejo atrás»)  y el sentimiento del extraño permanente («donde quiera que voy, me llaman el extranjero»).

Barricada – Víctima

«El sol no calienta por igual en todas las cabezas, y si no, que pregunte al que está bajo nuestros pies». Así comienza esta reivindicativa canción del álbum Acción Directa. Una de las muchas que «los barri» dedicaron al tema. «el único fin llegar a la playa de pie o tumbao».

Reincidentes – Paisa (la canción del estrecho)

Otro grupo que ha dedicado varias canciones al tema de esta recopilación. El grupo nos recuerdan que «nuestros viejos han emigrado» siempre «con un sueño en la cabeza» y los que «nos hemos quedado no debemos olvidar». Corría el año 1993 y así seguimos.

Claroscuro – Unámonos

Descubrí esta canción en la banda sonora de la serie Sons of Anarchy. Muy clara la letra: «unámonos los mexicanos, somos hermanos, con una sola voz»  y «venimos a esta tierra a trabajar con nuestras manos». Una protesta contra los que ponen leyes racistas que llama a la rebelión del inmigrante.

La Fuga – Vientos del sur

Rulo y su gente se marcaron con cierta candidez este tema de ritmo sincopado y buena letra: «vivo en el parque, duermo en el suelo, todos me llaman extranjero». Recuerdo a quienes son explotados, a quienes mueren en el intento, a los que fracasa y a los que lo logran.

Huecco – Inmigrante Boy

Africanos, latinos, gitanos, todos caben en la canción de Huecco: «nunca me miraste, nunca me besaste, nunca me abrazaste, siempre me ignoraste». Inmigrantes, discriminación y mixturas musicales.

Gritando en Silencio – Lágrimas de un paria

Con la uña puesta en los que cruzan mares, fronteras, alambradas, túneles, «los Gritando» se ponen en la voz de los que buscan una vida mejor. «Que las olas se han llevado/a muchos de mis compañeros/pero no más que las bombas/o la falta de dinero». Una pesadilla al lado de nuestra casa de la que cada vez somos más responsables.

Molotov – El frijolero

Sin morderse la lengua, como de costumbre, reflejan el conflicto constante de «ser un mexicano cruzando la frontera» y dando caña a los que están al otro lado, a quienes empuñan las armas y desprecian a quien busca una vida mejor saltando barreras, alambradas y océanos.

Kaxta – Jícaras de chocolate

Original arreglo para un tema dedicado a la doble moral de lapidar al que cruza las fronteras («el agua está llenita de pateras por culpa de las putas banderas»), pero comprar los productos ilegales que traen consigo, esas jícaras de chocolate («qué contente se pone la gente cuando escucha la canción del inmigrante»).

Tequila – El barco

Para su álbum Rock and roll (1979) compuso Alejo Estivel (con Ariel Rot y Julián Infante) este recuerdo de su viaje en barco desde Argentina a España: «Quinientos años después/cruzo el Atlántico al revés/en el puerto final/nadie me va a esperar».

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