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Versioneando: las mejores versiones de Johnny Winter

 Mister Jon Dawson Winter III, conocido como Johnny Winter, el albino del blues, el Hendrix blanco, mostró una increíble maestría en la reconversión de canciones a su propio Universo musical. Más de un centenar de covers jalonan su discografía en estudio y en directo. Seleccionar unas pocas resulta muy difícil y siempre injusto, pero alguien tenía que hacerlo. Sin más, unas cuantas joyas imprescindibles de este mago de la guitarra.

Dale al play…

Highway 61 revisited (1969)

Del maestro Bob Dylan, quien la había publicado apenas cuatro años antes en el álbum de mismo título. La escogió para su Second Winter, un doble elepé con tres caras llenas de originales y versiones y una cuarta, curiosamente, vacía.

Sweet sixteen (2014)

En su último álbum en estudio, una barbaridad titulada Step back, colaboró con numerosos colegas de profesión, entre ellos Joe Bonamassa, con quien hizo a medias esta recreación que ya fuera popular en las manos de otro bicho, B. B. King. La original data de 1952.

Jumpin’ jack flash (1971)

Una de mis favoritas formó parte del álbum Live Johnny Winter and donde compartió guitarras con Rick Derringer. La original, otro clásico de The Rolling Stones, single de éxito en 1968.

No time to live (1970)

Y de la misma colaboración, con Rick Derringer, pero esta vez en estudio, dentro del Johnny Winter And, esta canción compuesta por Jim Capaldi y Steve Winwood, original del álbum de Traffic del mismo nombre, y editado tan solo dos años antes.

Rock and roll people (1974)

Comenzó su séptimo álbum, de portada muy formal y usando su nombre completo, Johh Dawson Winter III, con esta cover de John Lennon.  Curiosa historia: Lennon la compuso en 1970 y la grabó en varias ocasiones, pero nunca llegó a formar parte de un álbum oficial estando vivo. Durante las sesiones de Mind Games uno de los ingenieros, Shelly Yakus, sugirió que la cediera a Winter. Así que la versión de nuestro hombre acabó siendo, en realidad, la primera publicación oficial de Rock and roll people.

The sky is crying (1997)

Alguna vez habrá que hacer un especial de Versioneando solo de esta canción. Johnny Winter nos regaló su propia interpretación en el directo Live in NYC’97. Original de Elmore James, quien la editó como single en 1959.

Rock and roll medley (1976)

Con su hermano Edgar Winter, en el directo Together: Edgar Winter and Johnny Winter Live, grabó este medley de clásicos del rocanrol, habitual en los directos del albino. Las autorías son múltiples, así que te dejo que las adivines escuchando el tema.

Dust my broom (2011)

Se marcó un revival de canciones que marcaron sus inicios, lo que él tituló acertadamente Roots (raíces). Entre ellas destacamos esta que Robert Johnson grabara allá por 1937 bajo el título I believe I dust my broom.

Thirty days (1974)

Y una de Chuck Berry tenía que aparecer por aquí. Con Rick Derringer a los mandos y su hermano Edgar tocando sintetizadores y saxo, grabó el álbum Saints & Sinners, donde incluye, entre otras, esta cover. El rey Berry la popularizó, como single, en 1955.

Aquí lo dejamos. Como ves, la colección resulta impresionante, y muchas excelentes se han quedado fuera. Johnny Winter tenía un toque especial, una forma de arreglar e interpretar melodías única. Un blusero transgénero con manos de psicópata musical.

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Versioneando: las mejores versiones de Motörhead

Lemmy

Iconos del rock, monstruos adorados, lo mismo encantan a nietos que a abuelos, a roqueros de medio pelo que a heavies de negras sotanas, a punkarras de viejo puño que a enamorados del metalcore. Algo tiene esta banda, único: Lemmy Kilminster. En su larga discografía de cuarenta y pico años han dejado numerosas versiones, algunas sorprendentes, arrastradas a su particular Universo.

Aquí os dejamos nuestra pequeña selección.

Leaving here (1976)

Una cover de Eddie Holland original de 1963 que Lemmy retomó para editarlo como primer single de Motörhead.

Heroes (2017)

La última, publicada poco antes de la muerte de Lemmy, con David Bowie como homenajeado. Por si alguien no lo recuerda, la original se editó en el álbum del mismo título cuarenta años antes.

The train kept a-rollin’ (1977)

En su primer álbum se atrevieron con un tema que acumula ya más de cincuenta versiones diferentes. La grabó por primera vez Tiny Bradshaw en 1951.

Beer drinkers & hellraisers (1980)

Se montaron un EP con el título de esta canción que se acompañaba, también, de otra versión de John Mayall. Esta que los ZZ Top grabaron para su Tres hombres de 1973 se lleva el premio.

Enter sandman (1998)

Una de las curiosas. Metallica se hicieron multimillonarios con este single del álbum «negro» en 1991 y Lemmy se la apropió para el recopilatorio ECW-extreme music.

Hoochie Coochie man (1983)

En el breve periodo que Brian Robertson formó parte de la banda grabaron este corte original de Willie Dixon (1954 nada menos) que acompañó al single Shine.

Breaking the law (2008)

Se vinieron arriba para homenajear a uno de sus cohetáneos, Judas Priest, para el disco de tributo Hell bent forever. Uno de los más famosos temas del British steel de 1980.

Jumpin’ Jack Flash (1993)

Grabado durante las sesiones del Bastards, apareció de manera oficial en la re-edición en cedé del 2001. Los algo famosos The Rolling Stones consiguieron con ella un número 1 en 1968.

God save the queen (2000)

Homenaje a unos irreverentes Sex Pistols y la vorágine punk del 77 para el cambio de milenio en el álbum We are Motörhead.

 

 

 

 

 

 

Sexo en el rock (13): dominación, dolor y placer (BDSM songs)

Sexo en el rock: dominación, dolor y placer

El mundo sadomasoquista habita entre nuestros roqueros. La mezcla de dolor y placer, de dominación y sexo, se ha convertido en un clásico de la censura, la oscuridad de nuestros deseos y por culpa de la ola neo-masoquista de novelas y taquillazos de pantalla en una perversión de moda. Pero esto de la dominación no es tema para flojos ni peleles. Si lo tuyo es el bondage o cualquier variante que practiques aquí tienes tu banda sonora. Y si no, bueno, también resulta interesante conocer los flirteos con el dolor y la humillación de nuestras estrellas.

Guns N’Roses – Pretty tide up

En su aclamado Use your illusion de 1991 la banda más gamberra colocó este pequeño cuento sobre una señorita de Melrose que «no se satisfacía sin un poco de dolor». Una historia real de Izzy Stradlin.

Pearl Jam – Satan’s bed

Para el imprescindible Vitalogy (1994) el guitarrista Stone Gossard escribió esta copla junto a Eddie Vedder sobre el dolor y el placer y el uso de agujas.

Parálisis Permanente – Vamos a jugar

Su imagen bondage y las letras de sus canciones los convierten en adalides del sadomaso patrio. En Vamos a jugar cantan «es tan fácil convencerte (…) Siento mucho hacerte daño, solo así aprenderás». Del debut de 1982 El acto.

Gabinete Caligari – Golpes

En su primera versión, este tema formó parte de un single con los anteriores sujetos de esta lista, allá por 1982. En esta versión, regrabada once años más tarde para el recopilatorio Grandes éxitos, Urrutia sigue preguntando «dónde están tus golpes, o sí, corazón, dónde está mi dolor»

Green Day – Dominated love slave

Cuando aún eran unos completos desconocidos, en el álbum Kerplunk (1991) introdujeron este tema con letra de Tré Cool, batería, quien además canta y toca la guitarra, donde pide «puedes azotarme si no me porto bien».

Reincidentes – Sadomasoquista

En el álbum de 1991 Ni un paso atrás encontramos otra historia en la que el protagonista reconoce «cuánto disfruto haciendo el animal y escuchando tus gemidos». Aunque originalmente no tenía una lectura sexual resulta bastante explícito y adecuado. Si Tré era el pasivo, Fernando se hará cargo…

Helloween – Mr Torture

En su tono jocoso habitual, la banda de la calabaza propone una letra sobre el «Señor Tortura» dando placer violento a una amiga. Lo curioso es que la compuso también el batería del grupo. ¿Irá con el gremio? Del álbum The dark ride (2000)

Depeche Mode – Master and servant

Los jefes musicales del BDSM nos invitan a jugar un poco: «There’s a new game we like to play you see/a game with added reality/you treat me like a dog/get me down on my knees». ¿Quieres ser el maestro o el esclavo? Del álbum de 1984 titulado Some great reward.

Iron Maiden – Hooks in you

¿Qué clase de mujer puede estar esperando tras la puerta verde?, se pregunta Bruce Dickinson al principio de esta canción. Pues una que pondrá «ganchos en ti, ganchos en mi, ganchos en el techo». Directo, al grano, formó parte de No prayer for the dying (1990).

Rammstein – Ich tu dir weh

Los maestros alemanes de la provocación sexual (vaya, de la provocación) también acompañaron esta canción (literalmente significa «te hiero») con un vídeo explícito. Del álbum Lieber ist für alle da (2009)

The Stooges – I wanna be your dog

Pocas canciones tan sumisas: «me tumbaré en mi sitio favorito, quiero ser tu perro». Del álbum debut de la banda allá por 1969.

Joan Jett & the Blackherats – Fetish

Y aquí tiene Iggy Pop a su dominatix: Joan quiere dominarte, hacerte su esclavo… latigazos incluidos. Del álbum Sinner del 2006.

Ñu – Marisoka

Y Jose Carlos Molina, al frente de Ñu, no lo tiene claro, porque su amada se mantiene callada mientras hacen el amor. Pero un día se harta y clama «Te voy a acostumbrar a que me seas sincera/Si no me obedeces te daré mucha cera/Si vas de masoquista dímelo por la cara/Y dejaré mi látigo a los pies de la cama». Aparece en el álbum Dos años de destierro de 1990.

The Rolling Stones – Under my thumb

Y si aún quieres un poco más de dominación, Mike Jagger te propone ser su «gato siamés (…) es la mascota más dulce del mundo» siempre bajo su pulgar. Un clásico de 1966 para el álbum Aftermath basado en hechos reales. Si lo que no hayan probado estos…

KISS – Sweet pain

No podía faltar el vicioso más avaricioso del rock. En Destroyer (1976) Gene Simmons canta «te enseñaré a amar de modo diferente, te enseñaré a amar mi dulce dolor, me amarás de cualquier forma que yo diga».

¿Dónde está tu látigo?

Versioneando: las mejores versiones de The Rolling Stones

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Las mejores versiones de los Rolling Stones

Más de setenta versiones han editado en uno u otro formato The Rolling Stones. Elegir un puñado resulta complicado, pero quién dijo miedo. Allá va nuestra pequeña selección. ¿Cuál de tus favoritas se nos ha escapado?

Love in vain (1969)

Incluida en el Let it bleed, la original pertenece a Robert Johnson y data de 1939.

 

Carol (1964)

De Chuck Berry, indudable inspiración en la forma de componer de Jagger y Richards, al menos aquellos años, grabaron varias canciones. Esta en concreto en su debut. La original de Berry data de 1958.

 

Shake your hips (1972)

Una de mis favoritas, entró en el doble Exile on Main St, ópera magna. Recrean con acierto la composición de Slim Harpo, quien la grabara como single seis años antes.

 

Harlem shuffle (1986)

Aunque fueron irregulares en los ochenta, esta versión de Bob Relf y Earl Nelson, que aparece en el Dirty works, merece la pena. La pareja la publicó en 1963.

 

Little red rooster (1964)

De su amado Howlin’ Wolf grabaron esta composición de Willie Dixon tres años después de la original.

 

Just my imagination (running away with me) (1978)

En Some girls, uno de sus discos más populares, el más vendido, hoy en día, en los Estados Unidos, metieron esta canción que The Temptations editaran en 1971.

 

Like a rolling stone (1995)

No podía faltar. Se editó como single y formó parte del álbum en directo Stripped. Recoge una grabación muy especial del famoso tema que Bob Dylan publicara tres décadas antes.

 

Yo fui el camello de Keith Richards – Tony Sánchez – Editorial Contra

images Yo fui el camello de Keith Richards – Tony Sánchez – Editorial Contra

Siempre el morbo se apodera de uno cuando cae en sus manos un libro sobre los desmanes de una de las estrellas más famosas del  rock, Keith Richars, guitarrista de The Rolling Stones, Mr. Riff, el lado salvaje del lado salvaje de una de las bandas de rock más famosas del planeta. Y todo contado por Tony Sánchez en una obra de Editorial Contra que resulta agradable de leer, con buen acabado, todo muy cuidado.

¿Que quién es Tony Sánchez? Si hacemos caso al título del libro, el principal suministrador de droga de Mr. Richards. Una vez leído, queda claro que Sánchez ocupó un puesto destacado en la vida de Keith y su familia: desde finales de los sesenta y durante casi diez años no se separó de ellos. Claro, les conseguía droga (en Londres, en la costa Azul, en Suiza, en Nueva York) y se chutaba con ellos y viajaba a las grabaciones de los discos (impagable las anécdotas durante el Exile on Main Street: Richards cobrándoles a los demás miembros de la banda) y les hacía de fotógrafo más o menos oficial y cuidaba de sus hijos y les sacaba de cualquier lío. Su nombre aparece en la contraportada de Beggars Banquet, la del cuarto de baño: “Spanish Tony: where are you?).

Si eres fan de los Rolling Stones no estoy seguro de recomendarte este libro. Sobre todo si aún crees que la vida de una rock star como Keith Richards está rodeada de glamour y merece la pena ser envidiada. Porque este libro destrozará cualquier imagen idílica que aún tengas de Richards, Jagger y compañía: Tony Sánchez se dedica a narrar todas las aventuras escabrosas que recuerda desde que conoció a Brian Jones a mitad de los sesenta, justo cuando la banda ocupaba los primeros puestos de ventas en el Reino Unido y se hacían cada vez más famosos. El libro se editó por primera vez en 1979.

La historia arranca en la relación de amistad y fiesta con Brian, los cuelgues juntos (alucinantes fotos de tripi), las orgías del músico y su tendencia autodestructiva. Tony  le acompañó más o menos hasta que desapareció del universo Rolling, unos meses antes de su muerte. También se dedica a detallar la forma en que Keith y Mick le robaron el protagonismo relegándole a un mero comparsa. Tony afirma que “Mick destrozó emocionalmente a Brian (…) consume a la gente, se apodera de su alma (…). Arrebató a Brian su amor propio, la confianza en su música.”

Pronto Tony decide arrimarse a Richards, quien le pone a sueldo como asistente personal. Y vivimos en primera persona la caída del guitarrista en picado, a través de la coca y el alcohol, hacia la heroína: quién le pasó el primer chute, cómo le afectaba su dependencia, la manera en que esa vida de fama y dinero le devoró hasta aislarle del mundo y, sobre todo, su perversidad con todo aquel que no le fuera útil.

Dedica buena parte de la historia a las mujeres de los Stones, en especial a Anita Pallenberg: hasta acabar con Richards pasó de Brian a Jagger y de vuelta a Brian y, en fin, fue rebotando de uno a otro pasando por el propio Tony hasta acabar hundiéndose en la heroína con Keith. También detalla el infierno de Marianne Faithfull al lado de Mick. Y uno de los capítulos más jugosos describe la boda del cantante con Bianca; tal se lio que la madre de Jagger alcanzó a decir “espero que mi otro hijo no se convierta en una superestrella”.

En el fondo, la historia del libro narra la decadencia del propio autor, su hundimiento vital a través del torbellino de fama y droga que la vida al lado de un millonario joven, egocéntrico y sin límites le proporcionó. Y cómo acabó arruinado, solo y enganchado a la heroína. Una pena que Tony Sánchez no tenga más dotes literarias, o que no le hubieran puesto un ayudante mejor, porque podría haber escrito un fabuloso libro de autodestrucción yonqui. Estoy seguro de que se inventa diálogos, confunde fechas y altera el orden de las historias sin sentido a veces. Pero el morbo de las escabrosas escenas que presenció está ahí.

Me encantaría destripar el libro y soltar los pintorescos y jugosos hechos. Algunos, simplemente, increíbles. Tendrás que leerlo.

Canciones de rock con mucho reggae.

LOGO REGGAE E ROCK NOVA

Canciones de rock con mucho reggae.

No pienses que vamos a meternos en el mundo del ska, el reggae-rock o cualquier otra mezcla multicultural de estilos. En este artículo seleccionamos algunas canciones que artistas nada cercanos al mundo del reggae se han permitido componer y o grabar en su carrera basándose en ritmos, melodías o composiciones del género nacido y criado en Jamaica, o simplemente inspirándose en su aroma, rarezas en su catálogo. El logo de arriba lo define bien claro: guitarrazos sobre una nube de ritmo tricolor. Allá va nuestra propuesta.

Paul Simon – Mother and child reunion (1972)

Scorpions – Is there anybody there? (1979)

Alarma!!! – Cansado de esperarte (1985)

The Beatles – OblaDi, OblaDa (1968)

Rosendo – Bailando al aire (1998)

Led Zeppelin – D’yer Mak’er (1973)

Los Rodríguez – Aquí no podemos hacerlo (1995)

Rush – Vital sings (1981)

The Clash – (White man in) Hammersmith Palais (1978)

Rolling Stones – Hey Negrita (1976)

Sumo – No tan distintos (1987)

Tommy Bolin – People, people (1975)

Y no podemos evitar aquí dos canciones que nos encantan y se salen un poco de los requisitos de nuestra selección. Una versión de Bob Marley a cargo de Eric Clapton, la famosa I shot the sheriff, y un tema del grupo que mejor supo juntar reggae y rock y convertirse en multiventas, The Police.

Eric Clapton – I shot the sheriff (1974)

The Police – So lonely (1980)

Sexo en el rock (4): por detrás te gusta más (sexo anal y rock)

Metal Ass

Sexo anal y rock: la otra vía del amor.

El lado oscuro del amor, el lado equivocado, fruto prohibido, prácticas de pervertidos, en fin, todo un mundo mítico alrededor de la penetración anal en el sexo. Nuestros muchachos de la música no le hacen ascos a nada y han dedicado muchas canciones al tema. Aquí seleccionamos unas cuantas. Pero hay muchas más… ¿de cuál te acuerdas?

Kiss – Nothing to lose

En su debut de 1974 intentaron perturbar las mentes con esta clara petición hacia su chica: prueba el otro camino, no tienes nada que perder. ¿Al final la chica se dejaría?

The Doors – Back door man

Qué directo comienza Jim Morrison: «soy el hombre de la puerta de atrás, los hombres no lo entienden pero las mujeres sí».

Burning – No es extraño que estés loca por mí

La referencia es bastante explícita: «de rodillas ante mí, es como te gusta a ti; de rodillas por detrás es como te gusta más».

Guns N’Roses – Anything goes 

Literalmente, el título se traduce como «todo vale». Axl quiere probar: con los pantis por las rodillas, tu culo en ruinas, apretando y empujando. Un gran tema con una letra censurable…

Little Richards – Tutti Frutti

Increíble pero cierto. En 1955 Little Richards coló esta canción en todas las radios de los Estados Unidos con su extraña letra. Años después confesó que hablaba de sus relaciones con otros hombres y mujeres y su experiencia del sexo anal con ellos: retorció la letra para hacerla aceptable en la época. Un caso icónico.

Rolling Stones – Sparks will fly

En el álbum Voodoo Lounge colaron este tema en el que Mick afirma: «las chispas volarán cuando me ponga detrás de ti, te lo vas a encontrar, vas a gritar».

Cuernos y cornudos del rock (2).

Cuernos y cornudos

Los cornudos del rock (2): ataque de cuernos… musical.

Resulta sorprendente, a veces, lo mal que se llevaban los componentes de algunas bandas. Hoy día sabemos cada movimiento de nuestros héroes del rocanrol, incluso hablamos con ellos a través de las redes sociales. Pero en los setenta y los ochenta la imagen lo era todo y esconder las malas relaciones resultaba sencillo: el cantante no se trataba con el guitarrista, este se lo montaba con la mujer del batería, aquel llegaba borracho a todos los conciertos… Jugosas historias detrás de rupturas que, a veces, propiciaron la salida de pata en forma de disco en solitario. He aquí otra pequeña selección de cuernos y cornudos musicales del rock.

Eddie Vedder: Into the wild (2007)

Los otros miembros de Pearl Jam se habían destapado con historias paralelas y parecía que no pasaba nada, como si el grupo fuera de Vedder y ellos pasaran por allí. Cuando completó un álbum completo en solitario para la película homónima, las alarmas se dispararon. Unos cuernos bien puestos… pero volvió a casa.

Keith Richards: Talk is cheap (1988)

No fue hasta bien entrados los ochenta cuando el maestro del riff le tronchó la espalda a los Rolling Stones y se marcó este buen álbum en solitario. Mejor que los producidos bajo la banda madre. Seguro que a Jagger no le gustó tanto.

Richie Sambora: Stranger in this town (1991)

Las aguas no llegaron a mayores y Bon Jovi se reunió pocos meses después para grabar Keep the faith, pero Jon andaba jugando con sus historias y Richie se marcó un pedazo de álbum y comenzó una gira. La reunión apaciguó las cornamentas y todo siguió más o menos como antes.

Enrique Villarreal, El Drogas: Txarrena, Azulejo frío (2011)

Tras más de veinte años de carrera en Barricada, El Drogas se marcó su segundo disco en solitario con su proyecto Txarrena. Lo que iba a ser un parón temporal significó el principio del fin para la banda. Unos cuernos con consecuencias, vaya.

Roger Daltrey: Daltrey (1973)

El caso de Roger Daltrey con su banda The Who puede ponerse como ejemplo de cuernos consentidos. Reincidente durante veinte años, se mantuvo en lo bueno y lo malo con sus colegas de grupo. Una carrera en solitario bastante recomendable, desde luego.

Sexo en el rock (2): donde comen dos comen tres (tríos y rock)

Sexo entre tres y rock: menage a trois a ritmo de rock and roll

Una fantasía recurrente en nuestra sociedad rock es la de los tríos o menage a trois, que dicen los plurilingües. Cualquier combinación es posible: dos machos más una hembra, dos hembras más un macho, tres machos o tres hembras… hasta canciones con perro he encontrado, que me permitiréis no incluir porque ya escapa a mi buen/mal gusto.

He aquí mi pequeña selección de canciones donde hombres y mujeres se dan al vicio o al placer de la compañía múltiple en la cama. Disfrutadlo solos… ¡o en multitud!

Warrant – Love in stereo

No se creía la suerte que tuvo Janie Lane la primera vez que fue a California… dos chicas, una noche… amor estereofónico.

Jane’s Addiction – 3 days

La escuchamos en el fabuloso Ritual de lo habitual, la historia verídica de Perry Farrell con su novia y una amiga durante tres días de sexo y drogas. Imperdible temazo.

Jefferson Airplane – Triad

Canción originaria de David Crosby en la versión de los Jefferson, la historia ambigua de un hombre coqueteando con dos mujeres en una habitación…

Type O Negative – My girlfriend’s girlfriend

Nadie puede discutirle a Peter Steele su afirmación: la novia de mi novia también es mi novia… así que, ¡donde comen dos comen tres! Una letra sin malas interpretaciones…

Motley Crüe – Same old situation

Los reyes de lo excesivo y el sexo explícito no podían faltar aquí. Qué no habrán hecho estos… Una historia de amor donde una amiga te presenta a otra amiga vestida en látex… una cosa llevó a la otra.

John Mellencamp – Get a leg up

El clásico ligue de una noche con sorpresa «Hey lover boy you know I will/And my best girlfriend lives down the road/Together we will thrill ya». Yo, tú y mi amiga ¿te apuntas?

The Rolling Stones – Stray cat blues

Mike está en la habitación con su nueva novia y le sugiere que se suba a una amiga… nada explícito en realidad, pero si tú quieres…

Cuernos y cornudos del Rock (1)

Algunos tardaron largos años en buscar fuera del grupo de toda la vida otra cosa, ese gusanillo perdido, o, simplemente, decidieron hacer una escapadita. A otros les pilló por sorpresa, ellos no querían, pero les obligaron. En fin, que de todo hay en el cuernamundo del rock. Aquí os presentamos algunos ejemplos de infidelidad manifiesta… más o menos.

Mick Jagger: She’s the boss (1985)

Tras un largo matrimonio, Jagger se decide a echar una cana al aire con este álbum. A Keith Richards no le gustó.

Jon Bon Jovi: Blaze of glory (1990)

Aprovechando un descuido de sus colegas, Jon se metió con Aldo Nova en la banda sonora de la película Blaze of glory. El resultado, el primer álbum bajo su propio nombre. Vendió muy bien y desató los rumores de separación.

Bruce Dickinson: Tattoed millonaire (1990)

El mismo año, Bruce se decidió, por fin, a darse un paseo sin la Doncella por el mundo del hard rock y los sonidos setenteros junto a Janick Gers, quien, por aquello de los recuernos, acabaría en Iron Maiden conformando un trío (de guitarras).

Fito: A puerta cerrada (1999)

Entre concierto y concierto de Platero y Tú, Fito se dedicaba a exhibirse por los garitos de Bilbao con otras canciones. El asunto llegó a mayores y editó su primer disco en solitario. Los cuernos ayudaron a acabar con los Platero, lanzando un par de años después a Fito y Fitipaldis a lo más alto de las listas.

Freddie Mercury: Mr. Bad guy (1985)

Otro que tal: un largo periplo en familia tras el que decide desenfundar el fular y lanzarse a los placeres prohibidos. El primero en solitario de Mercury nos mostró el genio que era aún sin sus compañeros de Queen.