Archivo de la etiqueta: John Norum

Don Dokken – Up from the ashes – 1990

¿Cuántas razones hay para terminar con una banda en pleno éxito? Seguramente detrás de la mayoría de ellas encontremos las drogas y el choque de egos. El cantante Don Dokken surfeaba en 1989 esa ola. El último álbum en estudio de Dokken, su banda, Back for the attack (1987), había logrado el disco de platino en Estados Unidos; pocos meses después Tooth and nail (1984) también conseguiría ese galardón; Under lock and key (1985) lo había logrado también; su reciente directo, Beast frome the East (1988) superaba el disco de oro. La MTV los adoraba, las entradas para los conciertos se vendían rápido. En Don crecía la fuerza para el siguiente paso, el siguiente disco. Sus luchas con el guitarrista George Lynch eran míticas. Aunque el batería Mick Brown solía decir que lo había inventado la compañía para lograr más publicidad, lo cierto es que ya para la grabación de Tooth and nail necesitaron de tres productores: Tom Werman, el primero, no pudo acabar el disco, y eso que venía de terminar el Shout at the devil (1983) con los mismísimos Mötley Crüe. Ese era el nivel de refriega en los primeros pasos de Dokken. Llamaron a Roy Thomas Baker, un tipo famoso por su vida hedonista y licenciosa, para grabar con Lynch, y a Michael Wagener para grabar con Don. Jeff Pilson, el bajista, lo explicó muy claro: en aquella época había tanta droga y pasábamos tanto tiempo juntos y Don y George eran tan diferentes que solo podía acabar mal.

Tras siete años desgastándose, Don Dokken decide dar la patada a su guitarrista para el siguiente álbum de la banda. Brown decide largarse con Lynch a probar suerte y Pilson tampoco está por la labor de quedarse en el barco. El nombre Dokken está registrado por los cuatro miembros, por lo que solo queda publicar la obra con su nombre delante de su apellido. Así, el que hubiera sido quinto disco en estudio de un grupo llamado Dokken se convirtió en el primero en solitario de Don Dokken.

Para la composición de las nuevas canciones Don contó con el guitarrista Billy White, con quien grabó las primeras maquetas. Tom Zutaut, productor ejecutivo del disco, le recomendó al guitarrista sueco John Norum; ¿dos guitarristas? Por qué no. Don llamó a su amigo Peter Baltes (Accept) para tocar el bajo y al batería Mikkey Dee, por entonces en tránsito entre King Diamond y Motörhead.

El quinteto se metió en el estudio a las órdenes de Don y con la ayuda en la producción de Wyn Davis, un tipo hábil con la consola, poco dado a meterse en líos, que ya había mezclado el Breaking the chains (1982). En general, el sonido intenta continuar el de Dokken, repetir la fórmula de éxito: hard rock de guitarras, melodías poco complicadas con buenos estribillos e historias de amor y desamor. Quizá resulta muy cargado en el gusto del jefe Don, y el cambio de músicos también se nota. Lynch tenía un ataque bastante heavy y usaba guitarras Krammer y ESP, mientras que Norum y White utilizaron sobre todo Fender y Les Paul. El protagonismo compartido de ambos guitarristas, por otro lado, dota de gran dinámica a las partes de guitarra, sobre todo los solos. Mikkey Dee, extraordinario, no resulta tan pirotécnico como Brown; de todos modos, las malas lenguas dicen que las baterías las grabó Ken Mary (Bonfire, Alice Cooper). Para completar el parecido, la compañía de discos contrató a David Williams para dibujar la portada, el mismo que, oh, sorpresa, la había dibujado para Back for the attack. Y casi se copió a sí mismo.

Por supuesto, Don no se olvida de sus excolegas. Abre el álbum Crush N Burn cantando con rabia una letra muy personal: ha escuchado demasiadas voces en el pasado que le han llevado a tomar malas decisiones y ahora quiere renacer de las cenizas después de haberse estrellado. La canción tiene una pequeña introducción con dos guitarras acústicas para romper con un buen riff y la batería seca y machacona en primer plano. El solo compartido, como casi todos, por Davis y Norum. Un puente-estribillo bien armonizado, cargado de efectos. En el primer single, Mirror mirror, también deja un recadito: “mirror mirror, on the wall/seven years, I survived them all/mirror mirror, tell me more/if that was love, then love is war”. Para escribirla contó con la ayuda de Mark Spiro, afamado productor y songwriter, conformando un desnudo corte donde todo el protagonismo lo lleva la línea melódica de Don. En el vídeo, los músicos van juntándose de camino al estudio en Los Ángeles donde les espera “el jefe”. Y ese riff de guitarra ¿no recuerda a Van Halen? Y en el último corte del disco deja una advertencia: “i’m just a lone wolf who’s waiting/waiting for life’s attraction to give me/the hunger”. Excelente final, por cierto. The hunger tiene velocidad y rudeza mezclada con el gancho de la melodía vocal. Y, por si hubiera dudas, en el libreto deja otro recado: “the best revenge is to live well”.

Más allá de estas autoafirmaciones, las letras de amor y desamor rellenan el resto del disco.

1000 miles away comienza con un piano y el cantante lamentando la volatilidad del amor “just like sand running through my hands/we tried to hold love, but it just slipped away”. La banda rompe tras la primera estrofa hasta un fantástico estribillo con ese coro de fondo. La balada, que no debe faltar, se titula When love finds a fool, compuesta a medias con el gran Glenn Hughes, quien luchaba, por entonces, con su propio infierno de drogas y deudas. Una melodía al uso de Glenn, de las que ha compuesto y cantado muchas, con las estrofas sobre una cama acústica y el estribillo arropado por las guitarras eléctricas. El corazón roto del enamorado que se lamenta de su pérdida. Glenn participa en los coros. Stay, segundo sencillo, fue de las primeras en componer, con su colega Mick Brown, en clave de balada heavy de amante despechado que suplica a su amada, con un fondo popero: “won’t you stay/can’t you see my love is waiting here”. Porque Don nunca ha negado su gusto por las melodías más poperas, y en Forever hace otra de estas, adornada por un exceso de ecos en las acústicas y la batería, a medio camino entre una balada clásica y un tema roquero, con buenos coros y una pasada de solo, más melódico.

Y el resto trae caña hard. When some nights, una de las mejores, por su ritmo de guitarra y bajo, riff que se clava, y esa aparente sencillez de Don al cantar que, de pronto, se eleva y se dobla y en la siguiente frase se queda desnuda para cantar a un amor imposible (aunque, ya sabes, puedes telefonearme cualquier noche): “take me back to a time I remember well/it’s a fact, when you’re near/you know we could stop the world”. Living a lie vuelve al hard rock potente de buenos coros. De las mejores interpretaciones vocales, sin tanto adorno técnico, pero pleno de entrega. Un corte con un fantástico puente hacia el solo, bastante rompedor. Give it up tiene todo el flow ochentero de Dokken con las guitarras más heavies del disco y un estribillo pegadizo para levantar los puños “so give it up/stop all your fighting/it’s my world/we’re dancing with destruction”. Las guitarras heavies a “lo Lynch” retornan al comienzo de Down in flames y nos dan una vuelta por el lado más brillante del álbum, sobre todo por el excelente riff y solo, las armonías vocales y ese estribillo de amor salvaje (“You’re taking control of my heart/and I’m going down in flames/straight to the ground over you).

El disco se publicó, finalmente, en octubre de 1990. Tuvo buena acogida, la poderosa MTV se esmeró en repetir los videos y la gira no fue mal, pero no llegó a vender lo que se esperaba. Don Dokken dijo años después que la compañía no apoyó lo suficiente y se centró en otras bandas. Quizá tenga razón, quizá los singles no tenían el gancho necesario, quizá tanto cambio despistó al público. Quién sabe. Lo cierto es que tras unos meses John Norum siguió con su carrera en solitario, Peter Baltes volvió al seno de Accept y Mikkey Dee acabó en Mötorhead pisándole el puesto a Tommy Aldridge. Don se tomó un tiempo para componer su siguiente álbum en solitario, pero, por cosas del azar y el dolar, acabó reuniéndose con sus excompañeros para el que sería quinto álbum de Dokken, Dysfunctional (1995). Pero esa es ya otra historia.

En definitiva, Up from the ashes resulta un excelente disco de hard melódico, sin un tema imprescindible, quizá algo plano por la temática amorosa, pero sin ningún momento malo, donde entras expectante y sales satisfecho.

Y si quieres profundizar un poco más, le dedicamos un especial en «El Fantasma de la Ópera Radio» que puedes escuchar en este enlace.

Anuncio publicitario

Thin Lizzy en diez versiones

Thin Lizzy es una de las bandas habituales de este blog. Nos encanta su música y hasta hemos alabada la biografía que de su alma y principal compositor, Phil Lynott, hizo Graeme Thomson. Así que, al final, teníamos que rendir un homenaje en nuestra sección de versiones. Y, ¿qué manera mejor que recrear su música en la voz y la creatividad de otros músicos favoritos? Fans, al fin y al cabo, de Thin Lizzy. La selección no ha sido nada fácil, por cierto.

Dale al play y disfruta…

Iron Maiden – Massacre

Esta canción tiene todos los ingredientes que hicieron grandes a Thin Lizzy: dobles guitarras armonizadas, una línea melódica pegadiza, un buen solo y una letra con gancho. Iron Maiden, hijos bastardos suyos, no se lo pensaron en 1988 como cara B del single Can I play with madness?. La original en Johnny the Fox (1976).

Anthrax – Cowboy song

El álbum Jailbreak de 1976 fue el momento de mayor popularidad y éxito del grupo. De ese disco encontramos varias covers aquí. Esta, con un tinte de far west, la clavaron a su estilo Anthrax como parte del single Black lodge de 1993.

Bon Jovi – The boys are back in town

Precisamente el single más popular de ese Jailbreak (1976) fue este tema, llevado al terreno eighties por Bon Jovi para el recopilatorio Starway to heaven/Highway to hell de 1989. Pierde parte del rollo roquero pero gana en la interpretación vocal.

Raven – The rocker

Sin duda la banda de Dublín supo llegar a los corazones y las orejas de artistas variopintos. Los británicos Raven se marcan su particular viaje en el tiempo marcándose The rocker en su álbum Glow de 1994. La original fue single y apareció en el álbum Vagabounds of the western world de 1973.

Sodom – Cold sweat

Hasta una banda en apariencia tan alejada del Universo de Phil Lynott y sus secuaces como los alemanes Sodom se dejaron engañar para hacer esta versión incluida en su cuarto largo Better off dead (1990). La original podemos escucharla en el último largo de la banda, Thunder and lightning (1983).

John Norum & Glenn Hughes – Opium trail

La pareja formada por el guitarrista sueco John Norum y el hiperactivo Glenn Hughes se marcaron un extraordinario trabajo titulado Face the truth en 1992. Incluye esa joya, tema emblemático y polémico sobre drogas que aparece en el imprescindible Bad reputation de 1977.

Tesla – Bad reputation

De ese mismo álbum se marcaron Tesla un homenaje, exactamente del tema título, para su primer álbum de versiones titulado Real to real del 2007. Tan buena que da miedo. Menudo riff. Y ojito al solo.

Def Leppard – Don’t believe a word

Y solo un año antes los británicos Def Leppard editaron su álbum de versiones titulado Yeah! en la que también se permitieron el lujo de redondear su propia visión de una canción emblemática de Thin Lizzy. En esta ocasión, famosa también en la voz y la guitarra de Gary Moore, la original se escucha en Johnny the Fox (1976).

Ace Frehley y Slash – Emerald

No podía faltar una de mis favoritas de Thin Lizzy, también del álbum Jailbreak de 1976, en las guitarras de dos cracks como Slash y Ace Frehley. La grabaron para el disco de versiones de este último, titulado Origins, vol.1 y publicado en 2016.

Gamma Ray – Angel of death

Curiosa elección la de los germanos Gamma Ray para acompañar el single del tema Heaven or hell de 2001. Tema de un disco menor del grupo, Renegade (1981), cobra una nueva vida en las manos y la voz de Kai Hansen.

Y con esto completamos las diez canciones de una difícil selección. Para redondear nuestro trabajo, os dejamos la inevitable y archifamosa versión del Whiskey in the jar de Metallica. Aunque los arreglos y la cover de Phil se ha convertido en el estándar del que todos tiran, no es suya, si no una canción tradicional irlandeses. En este enlace os lo contamos.

Metallica – Whiskey in the jar

John Norum – Face the truth – 1992

John Norum - Face the truth

El guitarrista noruego John Norum editó en 1992 el álbum Face the truth con la colaboraicón de Glenn Hughes.

La conexión Norum-Hughes

John Norum conoció de manera casual a Glenn Hughes en algún momento de 1987, tras su marcha de Europe y la publicación de su debut Total control de aquel año. Tras unas cuantas conversaciones telefónicas, el guitarrista le invitó a ver un concierto en el Hammersmith Odeon en marzo del 88. La idea de compartir escenario y una banda surgió enseguida: Norum era muy fan de la voz de Hughes y Glenn andaba algo canino por entonces. Pero los planes para realizar un tour juntos aquel verano se fueron al traste por los aún severos problemas con las drogas del cantante, aunque hicieron un bolo juntos. El tiempo pasó; Glenn comenzó en 1991 una definitiva rehabilitación de sus adicciones camino de la resurrección y de su compleja vida personal y volvieron a coincidir a comienzos de 1992 en el álbum coral L. A. Blues Authority II: Glenn Hughes – Blues. Norum metió guitarras en uno de los cortes. Andaba el sueco intentando grabar su segundo disco, tras la gira para promocionar el primero en solitario de Don Dokken (Up from the ashes), y pensó que era el momento de quitarse la espina del pasado. La compañía quería que Norum grabara todas las voces, pero él se opuso. Buscó a un nuevo cantante y eligió a Glenn (su segunda opción era un tal David Coverdale), quien escuchó el material y compuso con John un tema nuevo,  que acabaría dando título al álbum, además de retocar o cambiar las letras y las armonías de varios más. Poco después viajaron a California dispuestos a grabar un disco de hard rock a la antigua usanza.

La conexión con Don Dokken

Antes de meternos de lleno en el álbum, hay que volver a la historia de Norum y Don Dokken. El guitarrista formó equipo con Peter Baltes al bajo, Miky Dee a la batería y Billy White a la guitarra como banda del cantante; tocaron en su Up from the ashes e hicieron la gira posterior. Durante ese periodo, John compuso varias canciones, pensando en una segunda obra de Don, con la ayuda de White y de Baltes. La relación con sus compañeros le llevó a reclutarles de diferentes modos. Además de usar esas composiciones para Face the truth llamó a White para meter guitarras en un corte y a Dee para que hiciera lo propio con la batería, mientras Baltes se convirtió en el bajista titular. Y, para rematar el asunto, el productor elegido fue Wyn Davis, el mismo del disco en solitario de Don, y se grabó en el mismo estudio californiano. Todo muy familiar.

La composición

De las once canciones que finalmente llenaron el álbum solo una fue compuesta expresamente por los dos protagonistas de esta historia, la que da título al álbum. Del resto, Glenn, además, firma en otras cinco: In your eyes, Time will find the answer y Distant voices, iniciadas en la gira de Up from the ashes y con la colaboración de Baltes o White, Counting on your love, que compuso con Goran Edman durante la gira de presentación de su debut, y Good man shining. De la etapa Hughes-Thrall rescatan Still the night, inédita en aquel disco, parte importante del álbum Phenomena. Se marcan una versión de Thin Lizzy, Opium Trail.  Completan el álbum otros tres cortes: una composición de Norum con su esposa, la guitarrista Michell Meldrum, titulada Night Buzz, otra a medias con Joey Tempest, su colega de Europe, con quien, además, la cantará, y un instrumental breve, hecho con Peter Baltes.

Las canciones

Cuando Norum y Hughes se metieron en el estudio Total Accesising Recording de Redondo Beach, California, tenían un plan: hacer el mejor disco de hard rock que estuviera a su alcance.

Y la carta con la que abren no puede ser más clara. Face the truth tiene todo lo que una buena canción de hard rock debe tener: un gran riff, una línea melódica pegadiza, un buen puente-estribillo, una base rítmica contundente, un solazo de guitarra y un final apoteósico. La letra no puede ser más clara sobre el momento personal de uno de nuestros protagonistas: enfréntate a la verdad de tu vida/dime que tú puedes/ruego que estés esperando aún por mí/tira los dados y verás que yo estaré esperando por ti. La voz de Norum en Night buzz no desentona en absoluto, aunque no resulta tan poderosa maneja muy bien el tono y tiene ese feeling roquero y el corte suena muy seventies. Buen estribillo, canción sobre vivir el momento, aprovechar la noche: quiero vivir esta noche nada más/te veo al otro lado, estás triste, cuando me llamas al final de la noche. La preciosa balada (de manual) In your eyes quizá hubiera funcionado en la voz de Don Dokken, pero Glenn hace una interpretación impresionante, jugando con sus registros más suaves y su poderosa presencia; en las estrofas iniciales hace una mágica imposición de sentimientos (tú prometiste que siempre estarías ahí) para romperse en el estribillo (en tus ojos nadie puede ver que tú estas tan sola, nena). Sigue la versión de Thin Lizzy, Opium trail, muy parecida a la original, con algo más de brío, y Norum, de nuevo en la voz, imitando al “maestro” Lynnot. Y los guitarrazos de Gorham y Downey con éxito. Por entonces parecía una “marca de la casa”, pues en el debut John había tocado y cantado Wild one (apareció como cara B de singles y bonus track) y en el EP en directo posterior incluyeron Don’t believe a word. La banda de Lynnot la grabó en 1977 para su disco Bad reputation.

El single estrella fue We will be strong, el dúo formado con Tempest y que hizo pensar en una reincorporación de Norum a su banda común, Europe; no llegó a suceder, principalmente porque la banda acabó tomándose un descanso poco después (y por un largo periodo). El tema está marcado por el intercambio de voces protagonistas: primero Tempest sobre una guitarra semiacústica, más suave, sigue Norum más roquero, con una guitarra dura detrás, y, por fin, el estribillo, de nuevo para Norum. Una de mis favoritas es Good man shining por su intro, el ritmazo de todo el tema y la fascinante impronta que Glenn deja en el corte, cantando con agresividad sobre otra letra de reconversión: parece que la virgen maría respondió a mis plegarias/estoy de nuevo en circulación/una mala reputación ha marcado mi piel. Pero el colega Hughes lo tiene claro: voy a cambiar de dirección, soy el hombre brillante. Escuchar después otra joya como Time will find the answer y pensar que este disco no mereció la atención mediática que merecía. Sentida introducción de Norum para un tema muy Malmsteen. Y lo que hace Hughes cantando debería enseñarse en todas las escuelas de cantantes de rock el primer día de clase. Por cierto, Billy White mete guitarras en este corte.

A veces una canción necesita un largo recorrido para acabar en un disco, atravesar todas las cribas, y eso, más o menos, le pasó a Countin on your love: además de Norum, firman la canción Joey Tempest, Goran Edman y el propio Glenn. La canción pasó los años de mano en mano hasta que acabó finalizada tal como aparece aquí. Más hard que el resto, con un estribillo destacado y un riff muy Purple, sería, más o menos, la canción “de follar” del disco: déjame ser tu juguete privado/déjame ser tu amante/opérame con tus manos de cirujana/manipúlame, quémame. El instrumental Endica siempre me pareció incompleto, una lástima que no hubieran metido voces, y eso hizo con Kelly Kelling a la voz para su disco de 1996 Worlds away. Curioso. Norum afirmó en una entrevista que Pat Thrall había sido el mejor guitarrista con el que Glenn había colaborado nunca. Con eso por delante, no podían de otro modo que grabar uno de sus temas y eligieron Still the night, que habían compuesto Huges y Thrall pero que no acabó formando parte del álbum que ambos editaron en 1982 (Huges-Thrall), pero sí se rescató para el proyecto Phenomena en 1985. Norum-Hughes mantienen la estructura y le dotan de más garra, reduciendo el peso de teclados y efectos y acrecentando el poder guitarrero de la composición, lo que, en mi opinión, hace mejor esta versión. Cerramos este viaje con el tema más largo y otro de los puntos fuertes. Un áurea muy Whitesnake, en mi opinión, rodea Distant voices, ese riff recuerda a Sykes una barbaridad, aunque, quizá, también un poco a Lynch. La batería la toca Mikey Dee. Canción aguerrida sobre los malos recuerdos en la que Hughes hace otro alarde vocal, en especial en ese puente con los teclados haciendo armonías y el buen estribillo. Grande el solo, inspirado. Y fantástico épico final.

La publicación de Face the truth

El álbum no alcanzó el éxito esperado. Editaron la canción We will be strong como adelanto. Pero no consiguieron publicarlo en los Estados Unidos ni Canadá hasta 1994, con dos canciones cambiadas, por cierto. Sin el mercado de Norteamérica, que ya viraba al grunge y al groove metal, se reducían las oportunidades de éxito. La distribución en Europa y Japón fue buena, pero solo en el mercado sueco, un poco en el alemán, y en el japonés tuvo cierta repercusión. Se editaron otros dos singles: In your eyes y la inicial Face the truth.

La conclusión

Un gran álbum de hard rock, un cantante en estado de gracia con muchas ganas de demostrar su valía y un virtuoso guitarrista en su mejor momento. Para qué quieres más.


Y aquí un par de regalos:

Las mejores canciones de Europe

Lo mejor de Europe

La historia de Europe puede dividirse en tres periodos: el primero abarca desde sus orígenes al megaéxito y el abandono de John Norum, guitarrista; el segundo, la etapa americana, con Kee Marcello, hasta su separación en 1993; la tercera, desde el retorno a los directos y el estudio en 2003 hasta la actualidad.

Durante varios años Joey Tempest, cantante, y John Norum, guitarrista, vagaron por los escenarios suecos con su banda Force. En 1982 adoptaron el nombre de Europe y, por fin, tras ganar un concurso de talentos estatal, grabaron su primer álbum titulado como la banda. Escuchamos la juventud, las influencias de Thin Lizzy y la sencillez de unas canciones primigenias; estaban aún en proceso de formación como compositores e intérpretes. Además de Tempest y Norum formaban la banda Tony Reno a la batería y John Léven al bajo.

Europe – Seven doors hotel

 

En 1984 editaron su primer disco maduro, Wings of tomorrow, con canciones para su propia historia como Open your heart, Dreamer, Dance the night away o Stormwind. Para la gira posterior se incorporó el teclista Mic Michaeli y un nuevo batería, Ian Haugland.

Europe – Stormwind

 

La CBS se fijó en ellos y les ofreció un contrato internacional. Con la alineación clásica al completo entraron en el estudio con Kevin Elson para lo que sería el superventas The final countdown (1986). Contenía temazos del nivel de Carrie, Ninja, Rock the night  y la propia The final countdown (¡número 1 en 25 países!). El álbum alcanzó el triple platino en los Estados Unidos y unas ventas globales superiores a los ocho millones de copias.

Europe – Rock the night

 

Pero como todo no puede ser felicidad, en la cima del éxito John Norum abandonó la nave y comenzó su carrera en solitario. Aquí podemos comenzar la segunda parte de la historia de Europe. El sustituto fue Kee Marcello. Tras dos años de interminable gira el nuevo line-up escogió a Ron Nevison para producir Out of this world (1988). Aunque habían perdido parte de la fuerza mantenían buenas melodías y funcionó bien en el mercado. Un disco que gana con las escuchas.

Europe – More than meet the eyes

 

Decidieron contar con compositores externos y el productor Beau Hill para el siguiente Prisoners in paradise (1991), con resultados irregulares. Contiene temazos (Halfway to heaven, I’ll cry for you o Girl from Lebanon) al lado de medianías y el conjunto perdió en el resultado final. El auge de los nuevos sonidos grunge lo alejó del escaparate y la banda decidió tomarse un respiro que, al final, duró casi diez años.

Europe – Halfway to heaven

 

Tras una breve reunión en 2000 para celebrar el cambio de milenio, los cinco miembros de The final countdown comenzaron a considerar volver por sus fueros. Tres años después lo oficializaron y se dieron una gira de prueba. La buena acogida animó al combo a editar Start from the dark (2004) mezclando sonidos pasados con nuevas tendencias, como buscando su nuevo yo. Dos años después ahondaron en melodías y arreglos más modernos y duros en Secret society.

Europe – Always the pretenders

 

Con el siguiente Last look at eden (2009) consiguieron por fin aunar su sonido ochentero con el actual creando una obra excepcional donde con acierto se acercan a sonidos más ásperos (The beast, Gonna get ready) con los más suaves (No stone unturned, New love in town) y proporcionó otro puñado de buenas canciones. Tras una exitosa gira buscaron acercarse a sonidos más setenteros con Bag of bones (2012) y la producción de Kevin Shirley, donde regalaron trallazos como Firebox, Demon Head o Mercy you Mercy me.

Europe – New love in town

Europe – Firebox

 

Europe han vuelto para quedarse y lejos de hacer un autocomplaciente monumento a su propia historia están buscando nuevos caminos para su música, a diferencia de otros coetáneos que se conforman con vivir de las rentas o elaboran trabajos mediocres carentes de talento o buenas intenciones. Os dejo, cómo no, con el inevitable.

Europe – The final countdown