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The Rolling Stones en diez versiones.

No vamos a perder el tiempo con presentaciones. «Los rolin» son una de las bandas más icónicas de la música contemporánea y un referente para varias generaciones. ¿Alguno de los tipos de la foto se hubieran creído el alcance de su creación musical? Hoy hemos querido hacer un pequeño homenaje a sus satánicas majestades a través de la voz y la música de diez propuestas diferentes, algunas, sorpresa, aparentemente alejadas del rock clásico de los británicos.

A disfrutar…

Exodus – Bitch

Lejos de su sonido habitual, Exodus llevan a su campo esta canción que los británicos incluyeron en su Sticky fingers (1971). La versión, en el álbum Force of habit (1992).

Thunder – Gimme shelter

En 1993 se editó un single del mismo título en la que Thunder, Little Angels y Hawkwind rinden homenaje a este tema incluido en Let it bleed (1969).

The Who – The last time

Editado como single en 1967 junto a Under my thumb. El original fue número 1 en las lista de singles del Reino Unido apenas dos años antes.

Kiss – 2000 man

Los neoyorquinos tiraron de cover para completar su Dynasty de 1979. Personal revisión de un corte grabado para Their satanic majesties request (1967).

Johnny Winter – Jumpin’ Jack Flash

El albino era experto en mejorar las canciones de otros, y no se quedó atrás en el directo Johnny Winter And Live (1971) con esta canción que grabaran «los rollin» en 1968.

Buckcherry – Best of Burden

Escoger uno de los cortes emblemáticos de Some girls (1978) para una versión es de valientes, y Buckcherry lo metieron en The covers: volume I (2014)

Gov’t mule – Can’t you hear me knocking

Estos no podían faltar por aquí. Y hemos escogido esta personalísima elección del Sticky fingers (1971) que podemos escuchar en su Stoned side of the mule (2015).

Muddy Waters – Let’s spend the night together

El maestro revisando a sus alumnos. Para Electric mud (1968) escogió este single editado en enero de 1967 que formó parte del álbum Flowers, editado ese mismo año.

Tesla – Mother’s little helper

Se remontan al Aftermath de 1966 en su disco en directo Five man acoustical jam (1990) con una estupenda y personal versión.

Manic Street Preachers – Start me up

Uno de los riffs más conocidos e imitados de la banda inspira a Manic Street Preachers en su participación en el álbum colectivo Sounds of the 80s (2014). La original arrancó como single el Tattoo you de 1981.

Por supuesto, aún hay más. ¿Qué versión echas de menos?

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Thunder – Wonder days – 2015

Thunder Woner days

Thunder – Wonder days – 2015

Todos tenemos algún grupo al que nos aferramos por diversos motivos, aun sabiendo que no son famosos, que no son los mejores, ni siquiera confesamos su importancia real en nuestra vida, en fin, una banda que a veces parece gustarnos solo a nosotros. Yo tengo varias de estas. Una de ellas, Thunder. En el blog ya revisamos su historia, que puedes repasar en este enlace.

El grupo inglés ha editado su nuevo álbum, Wonder days, tras casi siete años de silencio. Luke Morley, guitarrista y compositor principal, se ha hecho cargo otra vez de la producción, contando con el clásico Mike Fraser (AC/DC, Metallica) para las mezclas. El gran Danny Bowes canta como si fuera la primera vez y la sección rítmica de Harry James, batería, y Chris Childs, bajista, se dedica a construir una cama sonora cómoda pero maciza. Lamentablemente, el segundo guitarrista, Ben Matthews, no participó en la grabación al estar recuperándose de un cáncer, por lo que Morley se encargó de meter todas las guitarras.

El riff inicial de Wonder days nos introduce en un viaje de once canciones a través de la historia del hard rock y la propia de Thunder, lleno de guiños y referencias, pero ancladas en la propia personalidad del grupo. Así que nada mejor que la letra de este tema, recordando la infancia y los inicios musicales. Buena interpretación, con cambios de ritmo y melodía, subidas y bajadas, estribillo directo, muy sentido, y un más que correcto solo.

Y es que el disco contiene grandes momentos. Black water podría firmarla el mismísimo Paul Rodgers: deliciosaThunder band construcción, Bowes genial y un fraseo de guitarra que se te queda en la cabeza. Resurrection day es luminosa, hímnica, construida sobre un sencillo arpegio, va creciendo, adornándose, hasta un estribillo delicado y firme a la vez, una canción con eperanzas («from the long lonely nights, I am back into the life»). When the music played tiene un tufo a viejo hard british rock, menudo está Morley, nunca exagerado, siempre preciso e inspirado. Salida de su primer álbum, como si no hubieran pasado más de veinte años, The thing I want baila entre dos guitarras que intercalan ritmo y línea melódica, voces de apoyo al inicio y en el puente, así como en el estribillo, resultonas, y una terminación muy eighties.

No se encasillan. Un aire ZZ Top en Serpentine, con fenomenal ritmo, aire sureño entrando por los costados, voces del desierto, juegos de deseo, una de las mejores interpretaciones de Chris cuando la canción se acelera. Y un poco de rock and roll clásico en el cierre fiestero con I love the weekend, para menearse un sábado por la noche con unas cervezas de más. The prophet suena a Thin Lizzy, tanto por las guitarras como por las armonías. Chasing shadows quizá sea donde más se nota el influjo de Jimmy Page.

Una balada al piano, delicada, sobre el amor perdido, de título Broken, se aparece el fantasma de Roger Daltrey; la parte central, estupenda, bien armada y con Bowes genial, y las guitarras en el tercio final suenan muy bien. The rain trae otro momento de calma, protagonizado por acústicas, voces dobladas en el estribillo y un Hammond de fondo.

Un disco donde bucear en las múltiples facetas de una veterana banda de rock que ha entregado su mejor conjunto de canciones en veinte años. Una gozada para aficionados y para todo aquel que guste del buen hard rock. Ahora a esperar que se arrimen por aquí para verles en directo.

Thunder – Wonder days

 

Thunder – Resurrection day

Thunder – Laughing in Judgement Day – 1992

 

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Thunder – Laughing on Judegemet Day – 1992

Thunder había debutado con exitazo a comienzas de la década tras años de dar botes por los garitos del Reino Unido. Llegaron a Donington como invitados y se lo comieron todo. Tras girar sin descanso, se metieron en el estudio con Andy Taylor (Duran Duran), quien había producido su debut, y tras varias semanas de duro trabajo eligieron catorce temas para conformar este artefacto de rock atemporal.

Las guitarras acústicas que abren el álbum en Does it feel like love? ya nos anticipan qué vamos a encontrar, esas influencias de las grandes bandas de los setenta, un tema ideal para comenzar con enormes guitarras a cargo de Luke Morley y Ben Mathews. El siguiente Everybody wants her tiene un aire más «americano» con ese cowbell, las guitarras cortadas y el estribillo melódico. Low life in high places se ancla en el blues-rock más sentido, una balada de peso con buena letra, estupendas acústicas y gran trabajo vocal de Danny Bowes.

Thunder – Does it feel like love?

Porque esto es Thunder en Laughning in Judegement Day, una mezcla de rock ochentero con una bestial base de blues y un conocimiento profundo de los clásicos del hard de décadas anteriores. Entre estos tres pivotes se mueven las canciones que estos cinco colegas se marcaron; además de Morley, Bowes y Mathews, tocaron en el álbum Harry James, batería, y Snake al bajo. descarga (6)

Los temas hard se llevan la palma. Laughing on Judgement Day, por ejemplo, combina un buen riff melódico con pasajes solistas interesantes, una buena batería y esa particular forma de Bowes para dejar su voz al borde de la rotura sin perder la melodía. Igual podríamos decir de Today the world stopped turning (algo más floja a pesar de un soberbio inicio y estribillo), Fire to ice (pedazo de riff) o Flawed to perfection (quizá la más americanizada de todas). Y enorme el cierre con Baby I’ll be gone, hard rock blues de guitarras interpretado con cojones.

En cuanto a las baladas, sin duda Empty city gana por su ambición, por su profundo sentimiento, por su ejecución. No se queda atrás A better man, quizá de mis favoritas, con una armónica muy bien metida y arreglos vocales de primera. Y qué decir de una canción con poso pop como Like a satellite, qué buena letra y qué bien interpretada, ruda y delicada a partes iguales.

En el álbum hay una inscripción que dice: para disfrutar este disco en auténtico estéreo nuestros ingenieros recomiendan que salgas y compres otra copia. Sin llegar a esta duplicidad, una gran colección de canciones que  no puede faltar en ninguna estantería roquera.

Thunder –  Empty city

Lo mejor de Thunder

Thunder

Lo mejor de Thunder

Entre la primera actuación de Thunder en julio de 1989 ante poco más de cien personas y su inolvidable aparición en el festival Monster of Rock de 1990 ante cuarenta mil roqueros,  apenas pasó un año. Esta fulgurante progresión se materializó gracias a un magnífico álbum debut titulado Backstreet symphony (1989). La compañía EMI editó cinco singles en los dos años siguientes y la banda se hartó de actuar con lo más granado del hard rock (Def Leppard, Bon Jovi, David Lee Roth, Tesla).

Tres amigos que ya habían compartido grupo anteriormente (Terraplane) formaron la primera versión de Thunder: Luke Morley, guitarra y principal compositor, Danny Bowes, cantante, y Harry James, batería. Pronto se les unió Ben Mathews como segundo guitarra y teclista y Snake al bajo. Con esta formación grabaron su debut a las órdenes de Andy Taylor (Duran Duran). Temazos como She’s so fine, Dirty love, Love walked in, el tema título o la versión Gimme some lovin’  les pusieron de moda.

Casi tres años después, en verano de 1992, se publicó el segundo Laughing on judgement day, con el mismo quinteto, el mismo productor y las mismas ganas. Tuvieron el valor de editar un doble álbum. Las ventas se dispararon en  el reino Unido y Japón pero se estancaron en el resto, especialmente en Estados Unidos donde el hard rock de masas había pasado a mejor vida. Sin embargo, el grupo no se amedrentó, apostó fuerte por sus nuevos temas y volvieron a girar incansablemente, presentado canciones de la talla de Everybody wants her, Low life in high places, A better man o Flawed to perfection.

De nuevo transcurrieron casi tres años hasta el siguiente disco. Behind closed doors apareció en enero de 1995, con un nuevo bajista, Mikael Hoglund, y la producción de Mike Fraser. El grupo mantuvo su línea sonora y fabricó temazos tales como Stand up, River of pain,  Moth to the flame o ‘Til the rivers run dry. Aunque seguían vendiendo bien en Japón y UK (llegó al número 5 y a disco de oro) , EMI les dio la patada y tuvieron que buscarse nueva compañía.

No fueron buenos años para el grupo a nivel comercial. Por un lado, los siguientes dos álbumes tuvieron que sacarlos con dos compañías menores que no apostaron fuerte por ellos: The thrill of it all con Castle Music (1997), un excelente trabajo, y Giving the game away con Eagle Rock (1999). Para este último, se incorporó al bajo Chris Childs, conformando el quinteto que, hasta hoy, forma Thunder.

La banda no crecía, se quedó estancada en los mismos fans, los mismos conciertos, las mismas perspectivas. En la era pre-internet, si una compañía no ponía dinero, los medios se cerraban y uno podía acabar en un callejón sin salida. El grupo decidió darse un descanso.

Volvieron en 2002 para un concierto como estrellas invitadas en otro Monster of Rock y la buena acogida les animó a perseverar en su carrera. Un año después fundaban su propia compañía, STC Records, donde editaron sus siguientes trabajos. Con total libertad, sin presión, y con las facilidades que las nuevas tecnologías dan para la difusión de la música, Thunder volvió a crecer poco a poco.

El primer intento se quedó a medio camino, Shooting at the sun (2003), pero el siguiente, Magnificent Seventh (2005) consiguió llamar la atención del público con un single en el Top 20 titulado I love you more than rock’n’roll. Lo cierto es que está lleno de buenos momentos que mezclan hard rock con cierto tufillo blues (The gods of love, One fatal kiss).

Un año después editaron otro tremendo Robert Johnson’s Tombstone y en 2008 Bang!. La banda seguía facturando buenos temas y haciendo tremendas actuaciones, aguantando el tipo. El mérito de haber mantenido a lo largo de tantos años y tantos reveses al grueso de sus componentes en plena forma permite que la coherencia de su carrera musical les lleve a ser una banda de hard rock muy recomendable.

Tras un año de descanso, ficharon para la distribución de sus discos con Ear Music, y desde la edición en 2015 de Wonder days (del que os hablamos en este enlace) no han parado de publicar: directos con un guiño especial a sus fans, un recopilatorio con regrabaciones y una joya del calibre de Rip it up (2017).

Una banda que disfrutó del éxito masivo en su etapa inicial y que ha sabido mantenerse en forma a lo largo de más de veinte años, tanto en estudio como en directo, atravesando el desierto que desmoralizó a tantas bandas de hard rock y metal en los noventa.

Disfrutad de Thunder como se merecen.