Archivo de la etiqueta: Steven Tyler

Versioneando: las mejores versiones de Aerosmith

Aerosmith2

Versioneando: las mejores versiones de Aerosmith

Aerosmith han gustado de rellenar de versiones su dilatadísima discografía, a veces con vocación de dar nueva vida a canciones favoritas, otras con la sana intención de pasar un rato e, incluso, como relleno ante la falta de ideas. En cualquier caso, el estilo particular de estos tipos, sobre todo la voz de Steven Tyler, nos han dejado varias revisiones de temas más o menos conocidos al «estilo» Aerosmith. Aquí, algunas de nuestras favoritas (y no ha sido fácil).

Adelante… just push play!!

Walkin’ the dog (1973)

Formó parte de su debut homónimo. La original la compuso y grabó como single Rufus Thomas en 1963.

Remember (walking in the sand) (1979)

Con Jimmy Crespo en las guitarras en lugar de Joe Perry, se incluyó en Night in the ruts. Uno de los pocos temas rescatables. The Sangri-Las la hicieron single de éxito en el verano de 1964.

All your love (1991)

Es difícil datar la fecha en la que grabaron esta versión. Quizá 1977. Aparece en sus directos de aquellos años. La que os traemos aquí aparece, tal cual, en Pandora’s box (1991). La original es un clasicazo que Otis Rush grabó en 1959.

Stop messin’ around (2004)

Para el álbum Honkin’ on Bobo escogieron un selecto puñado de canciones y les dieron su toque personal. Buena recreación de este tema que Fleetwood Mac grabaron en 1968.

Milk cow blues (1977)

Un viejísimo blues de 1934 a cargo de Kokomo Arnold pasado por la licuadora Aerosmith. La banda grabó su versión para el álbum Draw the line (1977).

Cry me a river (1982)

En unos años duros, luchando por su propia salud, su crédito como músicos y sus vidas personales, metieron este temazo que Julie London grabara en 1955 en Rock in a hard place (1982).

Come together (1978)

Aunque más cercanos a «los Rolling» que a «los Beatles», no hicieron ascos a aparecer en un disco homenaje a los Fab Four con una recreación de Come together. La original se escucha en el Abbey Road de 1969.

Train kept a rollin’ (1974)

Quizá la cover más famosa de los bostonianos, original de Tiny Bradshaw (1951). El cantante Steven Tyler se enamoró de la versión que The Yardbirds popularizaron a mitad de los sesenta. Una gozada.

Rockin’ pneumonia and the boogie woogie flu (1987)

Este divertido corte lo grabaron para la banda sonora de Less than Zero (1987) en plena ola de fama y reconversión. El original corresponde a Huey Smith y data de treinta años antes.

Spiderman Theme (2002)

Y para cerrar una muy curiosa. Aficionados a musicar cine, nos regalaron esta para otra banda sonora, la de Spiderman de 2002. Además, la editaron en un recopilatorio ese mismo año. La original fue grabada por Ray Ellis en 1967.

Anuncio publicitario

¿Acaso molesta el ruido que retumba en mi sesera? Memorias roqueras – Steven Tyler

Memorias Steven Tyler¿Acaso molesta el ruido que retumba en mi sesera? Memorias roqueras – Steven Tyler – Malpaso Ediciones 2014

Para contar las memorias de Steven Tyler, cantante, compositor y líder eléctrico de Aerosmith, debo empezar por el final. Tranquilidad, que no descubro nada nuevo. Simplemente las palabras con las que (casi) termina el libro resumen muy bien qué nos encontramos en sus más de cuatrocientas páginas.

«…soy algo más que el putón yonqui del rocanrol que logró cruzar el umbral de la puerta (…) Si escuchas esa canción que compuse en 1969, Dream on, quizá te hagas una imagen distinta.»

Porque el libro refleja los dos lados de Tyler: el héroe egocéntrico megalómano que quiere y consigue conquistar el mundo con su arte y el yonqui redimido constantemente que se arrastra entre sus adicciones. ¿Quieres música? Hay. ¿Quieres sexo? El más explícito. ¿Hablamos de drogarse? De la A a la Z. Y hay amor y odio y satisfacción y fracaso a partes iguales.

Ahora volvamos al comienzo. Steven Tallarico, de sangre italiana, escribe con pluma agitada, con puñetazos entremezclados con clavos afilados, con la velocidad con la que vivió, con la elegancia personalísima con la que se entrega en el escenario. ¿Cuánto hay de él y cuánto de escritor en la sombra? Difícil saberlo en estas memorias, pero yo creo que buena parte es Tyler por sí mismo. Su propio personaje.

Y eso sí que lo vas a descubrir en el libro. Cómo el adolescente Tallarico, detenido por posesión, perdido en los estudios, macarra de día, currito de noche, construye su propio personaje. Al principio, copiando a su ídolos, a Mike Jagger, a Janis Joplin. Después, despojando su vergüenza y las tiendas de moda más cutres para extenderlo por escenarios, portadas y fiestas de promoción. Descubrirás porqué siempre lleva fulares o pañuelos o pasminas o lo que toque en su micrófono, por ejemplo.

¿Te interesa la faceta musical de Aerosmith? ¡Por supuesto! Steven compuso los temas más grandes. Para él un single de éxito era todo, lo único realmente importante, lo que llena estadios, lo que trae el dinero, lo que permite meter en tu cama a la tía despampanante. Interesante el largo proceso de Dream on, su canción favorita, su fetiche. Tardó cuatro años en publicarse y casi siete en ser un éxito, cuando se reeditó en 1976 y se convirtió en la primera del grupo en alcanzar el Top 10. No deja títere con cabeza en el grupo, un amor-odio-odio destructor.

¿Te interesan las dependencias de la estrella del rock? Las tienes todas. Su frase «me esnifé la mitad de Perú» lo resume. Él mismo calcula que se gastó veinte millones de dólares en drogas. Casi nada. Hasta ocho veces ha entrado y salido de rehabilitación, las últimas por calmantes, somníferos, estimulantes… Lo que haga falta (eso sí, nunca se pinchó heroína). Cuenta con mucho detalle cómo pasó la banda de compartir sus hábitos, llegar al éxito, aislarse y ¡boom! un yonqui solitario a finales de los setenta metido en una espiral de pillaje emocional y físico. Casi no lo cuenta, desde luego. Lo increíble es que se acuerde de tantas historias (bueno, entre 1979 y 1983 no hay mucho, la verdad).

Su vida gira alrededor de las drogas y el sexo. ¿Te interesa el sexo? No tendrás que imaginar nada. Grande la anécdota del Pequeño Club de Annie Oral y sus chicas: a Steven le tocó una que «sabía hacerse la guarrilla y no le quedaba un pelo allí abajo». O la primera vez que tocaron en Finlandia: «las chicas eran infernales. Pómulos salidos, pelo rubio, sucio (…) Auténtico pelo rubio sucio a juego con alfombras en las que ansiabas echarte para enguarrarte a tope». Y un sabio consejo para quienes pasan tiempo fuera de casa (músicos en gira, por ejemplo): «…diez días antes (de volver a casa) no mantenías relaciones sexuales (…) El rollo de los ojos lujuriosos podías disimularlo, pero lo que no podías era hacer ver que el tazón estaba lleno cuando no quedaba ya caldo». Impagable.

Una vida de estrella del rock drogadicto de manual… Vamos, que este podría ser el manual. Steven desnuda su cuerpo (y el de sus compañeros de grupo), su alma y su cabeza en una obra que se lee rápida, amena, dura por momentos, pero que siempre deja un poso de optimismo. Como dice Steven: «…todo lo que realmente necesitamos al final de un largo y tortuoso día es que nos acaricien, hacer el amor, llegar al clímax, y ser felices». Salud.