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Recordando a Les Dudek

Seguramente no sabes quién es. O quizá sí, ya que estás leyendo esto. El caso es que Les Dudek no pasa de ser un casi famoso del mundillo roquero. Aunque en su página web afronta esto diciendo «Les Dudek es un verdadero tesoro americano que es reconocido y admirado por sus iguales como un talento genuino, un músico magistral y reverenciado como un guitarrista de leyenda por los aficionados a la guitarra». ¿Tampoco te suena? Con estas credenciales deberías postrarte a sus pies.

Sus primeros pinitos profesionales los realizó de forma casual en el álbum Brothers & sisters (1973) de The Allman Brothers Band. Toca en Ramblin’ man y en Jessica. De hecho, afirma ser co-compositor de esta última: ¡aún espera el cheque de Dickey Betts con los royalties! El joven Les, 21 años tenía, y su colega Peter (ambos en una banda llamada Power) se enteraron que Betts quería comenzar en solitario tras la muerte de Duane Allman. Se acercaron a su casa, probando suerte, y acabaron tocando todo el fin de semana con él. Encajaron. Hicieron algunas demos unos días más tarde, pero, finalmente, Gregg Allman y Betts decidieron retomar el camino de The Allman Brothers Band. Esa amistad hizo que Betts le llamara para tocar en el disco y, según Dudek, colaborar en la composición de Jessica un día de barbacoa familiar. A saber.

La vida profesional de nuestro protagonista se quedó allí atascada unos años hasta que Boz Scaggs le contrató para tocar en Silk degrees (1976) al lado de la mitad de Toto (los hermanos Porcaro y David Paich). Se fue de gira con él coincidiendo con Steve Miller Band; en esa gira acabó tocando con ambos músicos en cada concierto. Con Miller grabó en los magníficos Fly like an angel (1976) y Book of dreams (1977).

Ese año 76 resultó clave en la vida de Les: dice que recibió ofertas de The Rolling Stones y de unos aún incipientes Journey. Pero aceptó la oferta de Columbia Records para lanzarse en solitario y allá que fue. Grabó tres excelentes álbumes: Les Dudek (1976), Say no more (1977) y Ghost town (1978). Imprescindible ese debut, donde toca la batería Jeff Porcaro y el piano el colega David Paich. Aunque consiguió cierto éxito menor con algunos singles, acabó volviendo a colaborar con otros artistas de Columbia para rellenar el jornal. Tocó con Mike Finnigan, Richard Bear o Maria Muldar.

Dando vueltas por el mundo, conoció a Cher. Las casualidades de Dudek. Se presentó a la audición que la famosa cantante hacía buscando músicos que le ayudaran a relanzar su carrera. El tipo debió caerle bien: se pasaron los siguientes tres años de relación sentimental. Ambos formaron el grupo Black Rose; un álbum y una breve gira después se convencieron de que ese invento no iba a funcionar. Dudek afirma (igual empieza a parecer un poco fanfarrón) que le recomendó a la diva que se pasara al celuloide. En este periodo, el guitarrista publicó otro disco magnífico, Gypsy ride (1981) y montó un trío con Mike Finnigan y Jim Krueger, ambas aventuras con poco éxito también.

Tras la ruptura sentimental y profesional, comenzó un periodo algo oscuro para nuestro artista del que salió gracias a su ex. Participó como actor en la película Mask (1984) y compuso tres cortes para su banda sonora. Ese pequeño impulso le acercó a Steve Nicks, con quien grabó el álbum Rock a little (1985) y realizó la gira Whole lot of trouble tour.

Ni con esas consiguió ganarse la fama que creía merecer. Y decidió apartarse del ruido de los escenarios, de la ruina del rock de bandas y divas. Se reconvirtió en compositor de bandas sonoras y música para programas de televisión. Ahí sí comenzó a sonarle el teléfono: NBC, ESPN, ABC, todas las cadenas querían su toque. Diez años estuvo apartado del gusanillo de grabar un disco hasta que en 1994 lanzó el interesante Deeper shadow of blues. Desde entonces ha ido alternando su labor compositiva para la televisión con la edición de discos y breves giras. En 2003 grabó Freestyle y en 2013 el también recomendable Delta breeze.

Un guitarrista excelente y un buen compositor con varios discos en solitario recomendables y algunas colaboraciones muy jugosas. Dale un repasito a su discografía. No tiene un disco malo. Ni abuela que le tenga que alabar: se autodenomina «una leyenda de la guitarra cuyo trabajo ha influenciado la Historia del Rock and Roll». Casi nada.

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12 canciones sobre coches

Quizá sea un tema demasiado obvio, o no, el de la carretera, los coches, las motos en el glosario de roquero. Hay músicos que, además, compiten en sus ratos libres; otros se aficionan a coleccionarlos; muchos añoran poder comprarse ese fantástico carro de sus sueños. Infinidad de canciones tratan el tema de manera más o menos directa y nosotros hemos querido hacer una pequeña selección de aquellas canciones dedicadas a los coches (y a su buen y mal uso).

Dale al play…

Steve Miller Band – Mercury blues

«Had my money, I tell you what I’d do/I would go downtown, Buy a Mercury or two/Cause I’m crazy ‘bout a Mercury». Steve Miller clama su devoción por «los Mercury» hasta el punto de robar uno (según la canción). Coches de capricho desde 1938 hasta 2011 que sobreviven en los sueños clásicos de algunos fanáticos.  Cover de una composición de KC Douglas y Robert Geddins grabada por pimera vez en 1948, aparece, en la voz de Miller, en un documental (Revolution) de 1967.

Bruque – Velocidad

Corría el año 1988 cuando Pedro Bruque grabó esta canción con la voz de Domingo Gallardo y la flauta de Jose Carlos Molina (Ñu). «No sabes como acabarás/tampoco a qué lugar llegarás/te ciega la velocidad» y tanto correr acaba en un accidente donde «la gente observa con horror/después te contarán tu accidente/sin saber qué sucedió». Una llamada de atención a los excesos de confianza al volante hace más de treinta años. Parte del álbum En mitad del camino.

Metallica – Fuel

Y con la misma temática se marcaron Metallica este corte en Reload (1997): «Oh, no I burn,/Fuel is pumping engines,/Burning hard, loose and clean». La adicción es un tema clave en las letras de Hetfield; en esta ocasión la necesidad de pisar el acelerador a fondo hasta quemarse, literalmente.

Chuck Berry – Maybellene

El rey negro del rock mezcla motor, velocidad y flirteo en una persecución hot-rod de un hombre con su ocho cilindros tras una chica a bordo de un Cadillac. ¿Acoso en la autopista? Elvis Presley se marcó una versión de este tema. Berry lo editó como single en 1958.

Barricada – Písale

«Los barri» tienen prisa por llegar a casa : «nervio en la carretera, corre, corre/cómete las señales, pisa más, corre/estamos llegando a mi barrio, corre, corre». Uno los imagina llegando a las tantas después de un concierto («la ciudad dormida tiene algo especial»). Corto pero intenso, lo escuchamos en el No hay tregua de 1986.

Lonnie Mack – Me and my car

Un tipo curioso. Tras saborear cierto éxito comercial en los sesenta, desapareció casi veinte años hasta que a mitad de los ochenta reanudó su discografía animado, entre otros, por Steve Ray Vaughan. El segundo de esta segunda época, titulado con acierto Second sight (1987), comenzaba con esta oda a su amor siempre fiel por su coche: nada puede interponerse entre ellos.

Pearl Jam – MFC

Eddie Vedder (cantante) realizó una escapada vital por Europa durante, más o menos, un año hasta acabar viviendo en Roma. De sus viajes en un pequeño coche por Italia surgió la melodía y la idea de este tema, cuyo título significa Mini Fast Car. La protagonista huye en un coche dejando atrás una vida que ya no quiere mantener, buscando el horizonte. La historia acabó formando parte del álbum Yield de 1998. «This wheel will be turning right, then straight/Off in the sunset she’ll ride».

Obús – Autopista

«Voy quemando gasolina/la autopista me pone a cien». Las autopistas como símbolo del (mal) progreso, de las prisas, de la necesidad de recorrer kilómetros en coche «a toda velocidad», cayendo en «su trampa» hasta que «me domina la autopista». Del álbum de 1984 El que más.

Quiet Riot – Slick black Cadillac

Cuando aún no habían saltado a la fama metalera y dormían en pisos de amigos o en apartamentos okupados, Kevin DuBrow (cantante) y Randy Rhoads (guitarrista) compusieron esta oda a uno de sus mayores deseos: un precioso Cadillac negro «you know I got a fully-equipped rock ‘n’ roll machine/at speeds that take me high, high, high» con el que «I’m gonna drive all night/spin my wheels all night». Abría el álbum Quiet Riot II (1979). La regrabaron para el multiplatino Metal health cuatro años después.

Deep Purple – Highway star

Qué más se puede decir: «I love it and I need it». Pasión verdadera por el propio coche, máquina para convertirse en el rey de la autopista. «It’s a killing machine/it’s got everything/like a driving power big fat tires». Tema veloz, con dos fantásticos solos de Richie Blackmore a la guitarra y Jon Lord a los teclados (ambos de inspiración clásica). Imprescindible y eterna canción del álbum Machine head (1972).

Banzai – Coche rápido en la noche

«Si se mosquean voy a acelerar» con mis veinte años mal tratados por la sociedad. El coche es la herramienta para distinguirse, para huir de la policía o para, simplemente, escapar de los tiempos «actuales». La escuchamos en el disco imprescindible Banzai de 1983.

Sangre Azul – Velocidad

Y la misma inspiración para esta canción de Sangre Azul, pero en esta ocasión desde un punto de vista más amoroso y festivo: «compartimos el placer de libertad/en la noche juntos recorriendo la ciudad». El coche como compañero de aventuras, su juego como símbolo de fuerza y libertad. Aparece en su debut Obsesión, allá por 1987.

Golden Earring – Radar love

Y para cerrar esta colección, una de las más famosas y, a la vez, curiosas. Escrita desde el punto de vista del conductor que viaja a casa de su novia, con la que tiene un sistema de comunicación único: el radar del amor. Cuando ella le llama, él acude: «I’ve been drivin’ all night, my hand’s wet on the wheel/there’s a voice in my head that drives my heel» para acabar al amanecer en su casa «No more speed, I’m almost there/(…)/last car to pass, here I go». Protagonista absoluto del álbum Moontan (1973)

Por supuesto, hay muchas más. ¿Cuál de tus favoritas hemos dejado fuera?