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Deep Purple en diez versiones

Una de las bandas más influyentes de la Historia de la música rock. Su dilatada carrera les ha hecho girar por todo el planeta. Pueden presumir de haber dejado un legado musical que se extiende más allá de la banda madre en multitud de aventuras paralelas, grupos alternativos y fugas sonadas.

Hoy nos dedicamos a escoger diez covers de entre los cientos que existen. Créeme: esta vez ha sido especialmente difícil. Como siempre, intentamos abarcar diferentes sensibilidades, pero muchas se han quedado fuera.

Dale al play y disfruta…

Richie Sambora & Stuart Smith – When a blind man cries

Para comenzar, una rareza. Se grabó durante las sesiones del álbum Machine head (1972) y apareció como cara B del single Never before. Acabó formando parte del álbum en la re-edición del 25 aniversario. Stuart Smith juntó a varios cantantes para su proyecto en solitario, que acabó formando el debut de Heaven & Earth (1990). Richie Sambora (Bon Jovi) canta con un feeling especial y la guitarra de Smith no da tregua.

Bruce Dickinson – Black night

Cuando Dickinson se planteó su carrera en solitario grabó varias versiones. Entre ellas este corte del In rock de 1970 que acabó en el single Dive! Dive! Dive! de 1990. En el vídeo, una actuación con Brian May (Queen) entre otros invitados.

Yngwie Malmsteen – Demon’s eye

Cómo no traer por aquí a uno de los hijos bastardos de Richie Blackmore, el sueco que arpegió los años ochenta con su guitarra y su mal carácter. En el álbum de 1996 Inspiration incluyó este homenaje al maestro. La canción original formó parte del Fireball (1971).

Axel Rudy Pell – Mistreated

Y otro hijo bastardo del «hombre de negro». Y quizá quien mejor ha sabido desarrollar su legado en su larga carrera. Recogida en el disco en directo de 1995 Made in Germany (¿te suena el título?). Hay versiones extraordinarias de Ronnie James Dio o de Yngwie Malmsteen también, pero tenía que aparecer Axel en esta selección. Del álbum Burn (1974).

Dream Theater – Lazy

A lo largo de su carrera, Dream Theater ha interpretado y grabado en directo obras completas de sus artistas favoritos. En 2007 le tocó el turno a Made in Japan (1972) y de ahí extraemos esta versión.

Pretty Maids – Perfect strangers

Deep Purple, en su regreso de 1984, grabaron este temazo (título del álbum también) que Pretty Maids recrearon en su Wake up to the real world de 2006.

Gov’t Mule – Maybe I’m a leo

Pocas versiones hay de esta canción del Machine head (1972). Una estupenda de Paul Gilbert y esta que elegimos de Gov’t Mule son excelentes. Warren Haynes escogió este corte para homenajear a su colega Allen Woody para la primera parte de The deep end (2001).

Helloween – Rat bat blues

Una elección original la de los alemanes para su Metal Jukebox (1999) este corte ¿menor? del Who do we think we are (1973). Ese toque distinto de los alemanes le sienta bien.

Opeth – Soldier of fortune

Uno de los cortes más emocionales de toda la discografía púrpura lo grabaron Opeth durante las sesiones de su magnífico Ghost reveries (2005) y apareció un año después en la edición de coleccionista. David Coverdale la compuso junto a Ritchie Blackmore para Stormbringer (1974).

Overkill – Space truckin

Quizá una de mis favoritas y parte del Machine head (1972). Los aguerridos Overkill la recrean en su álbum de versiones Coverkill de 1999 a su particular estilo.

Hay muchas más. ¿Cuál debería estar en esta lista?

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Música moderna: abril 2018

 

Qué vamos a hacer. Músicos de siempre y nuevos talentos haciendo lo que mejor saben: cantar, tocar, bailar y alegrarnos los corazones. Una pequeña selección, con tufillo a clásicos por doquier, de algunos trabajos que nos han llenado las orejas.

Dale al play…

The White Buffalo – Darkest darks, lightest lights

Jake Smith, alias The White Buffalo, fue uno de los varios descubrimientos musicales que hice viendo (y escuchando) la serie Son of Anarchy y su increíble banda sonora. El nuevo trabajo de este personaje ahonda en «más de lo mismo». Pero de qué manera. Rock, country y blues de guitarras y piano en Hide and seek, la fantástica Avalon y su historia de desesperanza («this ain’t living it’s waiting around to die»), los malos tipos de la tremenda Nightstalker blues (a mover el culo con pistolas y cuchillos, tremenda armónica), el rollo bailable (palmas incluidas) en The heart and soul of the night o la narración de un atraco en Robbery. La producción de Ryan Dorn y Bruce Witkin destaca la voz sobre el resto, da fuerza a las historias y al sentimiento. Pelos de punta en las baladas If I lost my eyes y The observatory. Un disco completo, personalísimo, que le encumbra como el gran compositor y cantante que es.

Tako – Hilo de cobre 

Lo de estos tipos es impresionante. No tienen álbum malo. Y a estas alturas de la Historia que sigan fabricando canciones tan potentes como Sopa de perro, Hierro negro («con el alma envuelta en papel de arroz y a veces en plata pura») o Mala fe resulta hasta sobrecogedor. Fieles a su estilo, pero siempre con una vuelta de tuerca, armonías logradas, estribillos deliciosos y gran trabajo de batería para adornar y soportar canciones tan bien hechas como Prohibido fingir («cuanta vida sin vivir/cuanta muerte sin morir/(…)/la falsa moralidad»), el toque punk de Resilencia («hacer un fuego cada noche/por si alguien lo ve») o El desván de mi raíz. Hay también momentos para la reflexión calmada, como en La flor de la sinceridad (y su rescate emocional), La niebla o el baile pegado de Hilo de cobre («yo que también tengo cuerdas/ando buscando un buen lutier/que me de un cuartillo de vuelta/me quite el mal roce y el desafinar»). Canciones que hablan de lo que sientes.

 Ultraligeros – Ella elige

Lo hemos dicho muchas veces por aquí. Parece fácil hacer un disco con sonidos clásicos y no sonar una mera copia. Pero no lo es. Y Ultraligeros han conseguido con este Ella elige emular a lo mejor de Burning, Loquillo y sus Trogloditas, Tequila o Barricada incluso. Breves, directas composiciones con ritmos marcados, riffs cortantes, armonías a doble guitarra, algunos pasajes sonoras especialmente brillantes, letras de canallas, amores y protestas personales y, al final, grandes canciones. A destacar: Pesadilla, El tiempo se detieneSoy de acero, Ella elige, A quemarropa y la versión de Alarma!!! titulada Preparado para el rocanrol. Una sorpresa.

Heaven & Earth – Hard to kill 

Más Blackmore que el mismo Blackmore, más Coverdale, más Dio, más Cozy Powell, más Jon Lord que nunca, este Hard to kill rescata lo que más me gusta del Universo compuesto e interpretado por estos artistas a través de un viaje atemporal. No hay aquí un simple homenaje, si no una reconstrucción en toda regla del legado de algunos imprescindibles del hard rock. Joe Retta a la voz y Stuart Smith a las guitarras han fabricado otro clasicazo. Y con Kenny Aronoff a la batería nada menos. Directos en Hard to kill, Hellfire (armónica incluida) o Walk away (excelente armonía y teclados),  más pausados en Bleed me dry o Bad man y hasta comerciales (se eso es posible) en Anthem y la rítmica Monster. Todos los músicos cumplen a la perfección su papel, con huecos para su lucimiento. Muy ameno, bien hecho, sonido perfecto.

Black Stone Cherry - Family tree Black Stone Cherry – Family tree

Por fin Black Stone Cherry han completado un disco a la altura de sus dos primeras obras. Duro y melódico a la vez, con la voz de Chris Robertson en plena forma (canta de diez en My last breath), riffs de guitarra gordos y un trabajo armónico muy fresco y pegadizo (escucha el tema título Family tree). Mucho rollo southern con una variada influencia de estilos. Grandes momentos en Bad Habit, Burnin’ o Southern fried friday night (talkbox ochentero incluido), un toque de piano y soul en New kinda feeling, un poco de blues con Carry me on down the road o Dancin’ in the rain y momentos «mueveculos» en Ain’t nobody o James Brown.

Heaven and Earth – Dig

Heaven and Earth - dig - portada - front

Heaven and Earth – Dig

Todo el sonido de Heaven and Earth en este álbum gira alrededor del fabuloso órgano de Arlan Schierbaum, cual Jon Lord redivivo, y la guitarra de Stuart Smith, alma mater del grupo. El sonido, no tiene secretos ¿o sí? Hard rock del bueno con un tufazo a Deep Purple o a los primeros Whitesnake, aunque la voz de Joe Retta se parece más a Paul Rodgers o a Eric Martin que a Ian Gillan. Completan la banda el bajista Chuck Wright y el batera Richie Onori, quienes cumplen bien su trabajo, sin florituras.

El primer single, No money, no love, da una muestra exacta de lo que vas a encontrar. Buena melodía, guitarra a lo Blackmore, un pedazo de Hammond cubriéndolo todo y la voz roquera de Retta como colofón. Estribillo pegadizo y vídeo muy bien realizado.

Heaven and Earth – No money, no love

 

En el álbum encontramos un poco de todo sin salirnos del tiesto. Una melodía árabe para comenzar en Victorius, que recuerda a Gate of Babylon. Una balada de inspiración medieval titulada A day like today que extrañamente funciona. Temazos cañeros (lo mejor del álbum) como Man&machine, Back in anger (qué Hammond, joder, solo falta que la cante Coverdale) o Rock&roll does (compuesto con el mismísimo Dio). Un poco de ramalazo blues en House of blues (parecen unos Great White con teclas).

Heaven and Earth – Back in anger

 

Heaven and Earth – Rock&Roll does

 

El conjunto funciona sin ser un mero copia y pega. Tiene cierta personalidad, dan un aire moderno al sonido, las composiciones están muy trabajadas y la producción es de primera. Una buena portada y ¿qué más? Unas cuantas baladas melosas: Live as one, I don’t know what love is.

No han descubierto nada pero lo que hacen, lo hacen muy, muy bien.

Heaven and Earth – I don’t know what love is