Archivo de la etiqueta: Desalojo

Invitando a Aurora Beltrán: sus mejores colaboraciones

Aurora Beltran

Las mejores colaboraciones de Aurora Beltrán

Musa transgeneracional, admirada por su voz, por su entrega, por la forma en la que entiende la música, Aurora Beltrán ha sido inspiración y apoyo para una bandada de músicos variopintos. Desde famosillos de postín hasta desconocidos de barrio. Todos queremos a Aurora. Por su voz particular. Por su presencia firme.

Una pequeña dedicatoria con esta selección de canciones, algunas de sus mejores colaboraciones con tunantes, artistas y genios locos que siguen dedicándose, con pasión, a la música.

Enrique Búnbury – Silencio (2008)

En su álbum Clases de Baile se marcó algunas colaboraciones buenas, como esta con Enrique Búnbury (Héroes del Silencio).

 

Desalojo – Bajo la piel (2014 )

Hermosa letra, arreglos muy trabajados y la voz personal de Aurora. Gran tema.

 

Lilith – Todo es nada (2009) 

Del álbum Sal si puedes, con Iker Piedrafita a la guitarra. Lo bien empastadas que están dos voces tan diferentes como la de Aurora y Lilith. Estupendo vídeo.

 

Estrago – Algún día (2004) 

En el mejor disco de Estrago, Aurora colaboró en un tema de letra muy dura pero acertada. Buen uso de las acústicas.

 

La Fuga – La balada del despertador (2001) 

De estas colaboraciones que os muestro, de mis favoritas. Sencilla, ebria de esperanza y angustia. Aurora no tiene un papel principal, pero su voz le da un toque mágico al tema.

 

Básico – Canciones (2009)

Lejos de las baladas y las canciones lentas a las que habitualmente se invita a Aurora, Básico la metió en un rock sobre la composición y el artista anónimo, con guitarras agudizadas y buen trabajo rítmico.

 

Rosendo y Barricada – Otra noche sin dormir (2008)

La colaboración máxima: canción, gira y discoDVD con Rosendo y Barricada. Una joyita el concierto. Aquí el tema que grabaron para la ocasión entre todos.

Anuncio publicitario

Algunos discos que sigo escuchando (3)

Bateria 1

Algunos discos que sigo escuchando (3)

El pasado año se hizo mucha y buena música en español, tanto en estudio como en directo, y aunque por aquí somos muy forofos y dedicamos nuestro tiempo libre a escuchar y compartirla en cualquier formato, nunca da tiempo a traer todo lo que nos gusta. Para novedades hay otros espacio mucho mejores, más dedicados. Sin embargo, el primer artículo de este año lo queremos llenar con algunos álbumes que se nos escaparon por el blog pero que nos acompañaron muchas horas mientras hacíamos nuestra vida, canciones que sonaron mientras conducíamos, hacíamos el amor o vagueábamos con unas cervezas. Ahí están… pero aún hay muchos más.

9 lágrimas 9 lágrimas – Tempus fugit

Reconozco que no hice mucho caso a este disco de 9 lágrimas. No soy demasiado fan del sonido Cube. Pero gracias a la crítica de un blog amigo le di al play y me he enganchado. Más allá de las comparaciones con Sober, 9 lágrimas han facturado un fantástico compendio de hard rock moderno y un trabajo de guitarras sorprendente. Solo por un tema como Vientos de Alejandría ya merece la pena. Pero ahí está Madre azul, que suena tremenda: el riff central y el estribillo especialmente, un buen arreglo en el puente y una letra redonda. Junto con Todo lo que fui (se cuelan los Metallica de los noventa), Bendición, Tras la tormenta y Melodía interpretada hacen de Tempus fugit una excelente escucha.

 

Desalojo – Despierta portada_despierta

Los gallegos eligieron a Iker Piedrafita para producir este segundo largo donde las labores de Diego y Randy a las guitarras y la voz particular de Jito han creado una obra muy interesante, que gana a medida que la escuchas. Tienen una especial manera de componer himnos roqueros para cantar a voz en grito en los conciertos: Inalcanzable, Sangre y sudor o Entre suspiros son buenos ejemplos. Pero hay más, con una mezcla de influencias interesante. Caña buena en Mi propio ego («soy la respuesta equivocada a tu pregunta/soy el que vive siempre bajo un mar de dudas») o La cuerda floja. El buen gusto con la colaboración de Aurora Beltrán en Bajo la piel. Y el final con Pánico, desarrollado en más de ocho minutos, muy atrevido. Una evolución muy buena desde su anterior obra, a la espera de que sea un signo de una larga y fructífera carrera.

 

Ingravitö portada Ingravitö – Diario de un susurro que grita

Autodenominan a su música metal-transgénico, música rabiosa y llena de sangre e intenciones. Vive en ellos lo mejor de SA, Desakato o los Hamlet más ruidosos, pero sacudido con una coctelera melódica bruñida de metal-core. No es solo caña burra y veloz, es buena construcción del tema, puentes/estribillos elaborados y algunos pasajes sonoros acertados. Falta un poco de magia en algunos momentos, pero llegará, porque tienen muy buenas canciones. Sin olvidar letras actuales y poco manidas. Tremendo principio con Un lugar, otro lugar y Una más (single, por cierto), con puntos álgidos en Desdibujándome, Atardecer oxidado, Lluvia ácida («rabia y dolor al ver las cartas marcadas») o la calmada Trapecios rotos. De Pamplona, buenas influencias.

 

 Whisky Caravan – Donde ella duerme Whisky-Caravan-2014-Donde-Ella-Duerme

 No podían faltar los madrileños Whisky Caravan con este largo lleno de rock bueno y directo, sin complicaciones. No te dejes engañar por la primera impresión: la voz de Danny Caravan se parece a la de Bunbury, sin duda, pero la banda no es una copia, aunque por momentos suenan a Héroes del Silencio. Tienen más cosas en su música, influencias folk, mucho blues. Genial comienzo con Volver, buen resumen del sonido general del grupo (esas acústicas, ese piano, ese arreglo tras el estribillo, ese crescendo final). Siguen grandes en Dónde enterrar los sueños, Sombreros y Escombros («entre los escombros hay fabulosos castillos de arena»). Comercialidad íntima en Hacia ningún lugar, Chica carmín y La suerte que has tenido. Mónica Merino hace una labor fantástica con las teclas. Buena banda y buenas canciones.

 

 

Y si aún quieres saber qué discos seguimos escuchando, pincha en los otros artículos de esta serie:

Algunos discos que sigo escuchando (1)

Algunos discos que sigo escuchando (2)

Algunos discos que sigo escuchando (2)

 

Tía con Guitarra

Algunos discos que sigo escuchando (2)

De vez en cuando me gusta remover el fondo de las estanterías o rebuscar en los archivos del ordenador o el móvil y pinchar discos que llevan acompañándome poco tiempo (entiéndase unos meses, tal vez un año). Cuando los redescubro, cuando compruebo que esa música se ha quedado para vivir conmigo, con el resto de músicos que ya pueblan mi vida, siento una alegría inmensa. Y de eso trata este artículo, de compartir contigo que aún en estos tiempos de inmediatez, de comida rápida, sexo acelerado y catatonia urbana, podemos recrearnos más allá del viejo clásico o de la novísima novedad para disfrutar de manera más pausada con algunos artistas nuevos, de por aquí la mayoría.

Con estas reflexiones, subo al blog algunos álbumes que por diferentes razones no aparecieron en su momento en el blog pero que, sin duda, debieron. Algunos discos que sigo escuchando pasado el tiempo, perdurables. Habrá más.

 

DesalojoDesalojo – Papeles mojados

A la espera de poder hincar el diente al nuevo trabajo titulado Despierta, repaso este fantástico Papeles mojados. Canciones que rebuscan en el rock más clásico para darle una pátina de siglo XXI y un buen puñado de personalidad, tanto por la voz de Jito como por sus letras, amén de una cuidada producción de Iker Piedrafita (esta vez, acertaste de pleno). Canciones con mucho que decir, como la propia Papeles mojados, la final y casi épica Parte del viento. Las influencias de Randy a la guitarra no se esconden y encuentras muchos guiños; Tras un tren, tremenda. Canciones para cantar a pleno pulmón no faltan tampoco: ahí están A cada instante oír tu voz y A lomos de un susurro. Muchas colaboraciones, demasiadas para mi gusto, y un puñado de canciones que se quedan pegadas. Ahora, a por el siguiente.

 

Caso Omiso – Tarde, mal y nuncaCaso Omiso

Álbum auto-editado hace casi tres años ya, les descubrí hace apenas unos meses. Increíble que estos tipos no hayan conseguido que nadie les publique este pedazo de colección de canciones. Lo cierto es que no hay virtuosismo ni pirotecnia, y la producción llega al aprobado justo. Pero con todo esto, se fabricaron un puñado de canciones que se te pegan. Letras curradas con su punto original, tipos que se entregan en cada riff, en cada compás. Desde el cigarrito con el que abre Por el suelo hasta la final Campo a través. Por el medio, temas importantes como Duermevela, Todo me sale al revés (qué recuerdos a EUKZ) o Ahora que no miento (genial juego de tempos, con tufillo a Kolibrí). En mi opinión, estos cuatro asturianos se merecen un poco más de atención. Y un nuevo álbum pero ya, gente.

Adestono Adestono – Tiempo y castigo

No puede negarse que la voz de Aleka marca mucho del estilo de Adestono, que ellos mismos encajan entre lo más granado del rock patrio. Pero también sería injusto, porque toda la banda suena muy compacta. Buen trabajo de guitarras, con algunos riffs bien conseguidos y la pareja Álvaro y Carlos combinándose con muy buen gusto. Entre los diez cortes del álbum tienes un poco de todo, como siempre para gustos, pero no puedo dejar de tararear Canción de soledad, Alúmbrame o Guerrero del anochecer (guitarra heavy rock clásica, de veras). El ritmo de Luces rotas y Falta de categoría me enganchan. Ese regusto a Iniesta de Anacoreta les acerca al tema perfecto. La caña de Diez y diez. Están de gira aún y seguro que tocan pronto cerca de tu casa, no los pierdas de vista porque nos darán muchas alegrías.

Sacramento – A sangre y fuego sacramento

Desde el principio queda claro que Manuel Escudero se ha marcado un discazo lleno de Rainbow y Deep Purple. No se esconde, pues dos temas van dedicados al mundo púrpura: Cielo púrpura y Black deep rainbow (este último al genial Blackmore). Muchas colaboraciones, se mueve entre riffs bestiales, teclados setenteros, buenos coros y mucha, mucha voz. Katmandú junto con La estrella de David nos pasean por caminos orientales, cada uno en su estilo, con su toque distintivo. Una balada tierna como Pienso en ti, dedicada a un amigo que se suicidó, delicada, bien arreglada. Kamikaze es brutal. En fin, power metal enredado en classic rock, mucho y buen trabajo instrumental y uno de esos discos que no aparecen con frecuencia y del que deberíamos hablar mucho y bien alto.

Y si aún quieres saber qué discos seguimos escuchando, pincha en los otros artículos de esta serie:

Algunos discos que sigo escuchando (1)