Iron Maiden – Seventh son of a seventh son – 1988

Iron Maiden – Seventh son of a seventh son – 1988

El séptimo hijo de estudio de los inconfundibles Iron Maiden cuenta la historia de un personaje con poderes mágicos de adivinación y clarividencia siguiento el mito folklórico del séptimo hijo barón de un séptimo hijo barón: esta historia, muy extendida en le mundo anglosajón, cuenta que el nacido en tales condiciones poseerá mágicos poderes. Así, en el disco se cuenta desde su nacimiento (Moonchild) hasta su muerte (Only the good die young), pasando por el descubrimiento de sus poderes (Can I play with madness?) y las consecuencias de los mismos (The prophecy). Esta historia sirve, en realidad, de escusa para hablar de un tema recurrente en la discografía Maiden: la lucha entre el bien y el mal y la relación entre lo mágico y lo mundano.

La grabación se realizó en los estudios Musicland de Múnich, se editó en abril de 1988 y alcanzó el número 1 en el Reino Unido y el 12 en Estados Unidos. Como adelanto, el single elegido fue Can I play with madness?.  Todos los singles alcanzaron el top 10.

Para mí, Seventh es el último gran disco de Maiden y si no el mejor uno de los dos mejores. Después de una tripleta demoledora (The number of the beast, Piece of mind y Powerslave) y un directo mítico (Live after death), Harris introdujo los sintetizadores en Somewhere in time, sobre todo en bajos y guitarras, y buscó canciones más melódicas y comerciales; aunque el resultado en ventas  fue aceptable, la calidad descendió. El siguiente intento, este Seventh, olvida las guitarras sintetizadas a cambio de los teclados, propone largos desarrollos de guitarras, pasajes variados y solos a doble mástil impresionantes. El sonido se muestra limpio sin ceder en crudeza, genial trabajo de la producción mítica de Martin Birch.

El disco comienza (y termina) con Dickinson recitando la letanía del séptimo hijo sobre una guitarra acústica. Esto da paso a Moonchild. El nacimiento comienza con un teclado psicodélico sobre el que va creciendo el resto de instrumentos hasta estallar con la voz de Bruce en un ritmo acelerado. Un magnífico estribillo donde cantante y guitarra se armonizan de maravilla.

Con la segunda canción, Infintite dreams, Harris compuso una de las obras maestras del grupo. Ritmo, construcción del tema, estribillo, letra y los arreglos hacen de ella un imprescindible. El ritmo de dobles guitarras característico de otros muchos temas es uno de los mejores. La canción comienza lenta y se vuelve cada vez más heavy hasta el clímax final. Se editó como single en directo el noviembre del siguiente año (acompañando el lanzamiento del Maiden England).

El primer single, y, según Adrian Smith, la primera canción fabricada por la banda con tal fin, llegó al número 6 de ventas en el Reino Unido. Can I play with madness? narra el encuentro del protagonista con un brujo que leía el futuro en una bola de cristal y muestra la lucha por entender los poderes que posee. Estilísticamente se sale un poco del conjunto, al potenciar el estribillo (entrada a capella) y la sencillez de ritmos y arreglos en contra del lucimiento o las estructuras más complejas del resto de los temas. Sin embargo, lograron uno de los mejores sencillos de su carrera.

The evil that men do, segundo single, tiene uno de los mejores solos de guitarra de Adrian Smith, un estribillo coreable hasta quedarse afónico, el bajo de Harris se despeña marcando a sus compañeros y, en fin, una estructura desbordante. La historia de la existencia eterna del mal que hacen los hombres.

Como ya hiciera en discos anteriores y seguiría haciendo en la mayoría de los posteriores, Harris compone un tema largo, donde se combinan diferentes tempos y estructuras. Seventh son of a seventh son es, quizá, el tema más progresivo, o en el que con mayor evidencia se puede apreciar. La parte central, inolvidable. Impresionante la versión en directo que realizaron durante esa gira.

The prophecy es la única aportación compositiva de Murray. Comienza con una intro suave, mantiene un tempo medio con un buen trabajo vocal de Bruce, quien compone también, y presenta un estribillo flojo. Quizá la canción menos acertada del disco, con demasiados cambios innecesarios. Sin embargo, estamos hablando de una canción que rodeada de otras menos gloriosas saldría mejor parada, desde luego.

Para terminar el disco, dos de los mejores temas. The clairvoyant, donde el personaje pasa de la vida a la muerte, salió como tercer single y se acompañó de tres temas en directo de su actuación en el Monster of Rock. Tiene una de las inconfundibles melodías de dobles guitarras del grupo, regalo de Harris de nuevo. Los cambios de ritmo esta vez sí están bien estructurados. Buenas guitarras, unos arreglos de teclado soberbios que enriquecen la canción y un estribillo clásico del grupo. Para mí, uno de los mejores solos de Murray.

Y, por fin, Only the good die young. En apenas cuatro minutos, todo lo bueno de Harris y Dickinson en una sola dosis: letra, melodía, ritmo, solos y el sonido eterno de Iron Maiden.

Disfruta del contenido completo del Seventh en este enlace.

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Ronnie James Dio

Ronnie James Dio

Además de uno de los más grandes cantantes y compositores del heavy metal, Dio puede autoproclamarse padrino de los famosos cuernos con los que todos saludamos en los conciertos: entró en Black Sabbath sustituyendo a Ozzy, quien solía acompañar las canciones con el símbolo de la paz; a Dio se le ocurrió utilizar un signo que su abuela hacía con frecuencia para espantar el mal de ojo, los cuernos, pero en vez apuntando al suelo, como ella, apuntando al cielo. Y hasta hoy.

La Historia de Dio comienza el día que Ritchie Blackmore entra en su vida. Durante un parón en la que sería la última gira del guitarrista con Deep Purple, ambos compusieron y grabaron el primer disco de Rainbow. Unas semanas después Blackmore abandonó su banda, reformó Rainbow y sacaron uno de los discos imperdibles del rock: Rising. Tras una tercera entrega, Long live rock and roll, Blackmore buscó otro cantante.

A partir de ahí la carrera de nuestro protagonista fue de éxito en éxito, primero en Black Sabbath. Grabó dos discos en estudio, el fantástico Heaven and Hell y el menos acertado The mob rules.

Con la intención de formar su propia banda, Dio se llevó al batería Vinny Appice, reclutó al bajista Jimmy Bain y al por entonces joven Vivian Campbell y formó Dio. Los tres primeros redondos del grupo son para enmarcar: Holy Diver, The last in line y Sacred Heart. Después Campbell abandonó el barco y ya no fue lo mismo, a pesar de seguir componiendo buenas canciones.

Para esta ocasión he seleccionado 7 joyas. Que las disfrutes.

Dio – Holy diver

Descacharrante video oficial. La imagen primitiva choca con la poderosa canción compuesta por Dio, según su propia leyenda, en las ruinas del castillo del rey Arturo. Una de las canciones clave de sus directos.

Black Sabbath – Neon Knigths

En este caso, una versión de la última reunión con el nombre de Heaven&Hell. Mantuvo sus dotes hasta el final. Sobervio trabajo de Tommy Iommi.

 

Rainbow – Stargazer

Dio siempre se rodeó de estupendos guitarristas. ¿Alguien conoce a Ritchie Blackmore? Del fabuloso album Rising.

 

Dio – Hungry for heaven

A medida que avanzaban los ochenta Dio buscó un poco más los sonidos comerciales, aumentaron los teclados y las melodías cobraron protagonismo reduciendo el protagonismo de las guitarras. En ese camino, esta canción, perteneciente al Sacred heart, es un revientaestadios.

 

Rainbow – Gates of Babylon

Una de las últimas composiciones para Rainbow,  cuenta con uno de los trabajos vocales más impresionantes, con una onda oriental en la melodía. Tampoco eran mancos el guitarrista de negro (Mr. Blackmore de nuevo) ni el portentoso batería Cozy Powell. A gozarlo.

Black Sabbath – Heaven and Hell

La entrada de Dio en Black  Sabbath revitalizó su música y les devolvió a la popularidad perdida. Ayudó que muchas nuevas bandas de la New Wave of British Heavy Metal los reconocieran como influencia, cosa rara a finales de los setenta donde triunfaba el punk, la new wave y la música bailable. El tema título de su primera colaboración resume todo lo que fue y será Ronnie James Dio: melodía, contundencia, ritmo y calidad.

Dio – Rainbow in the dark

Mi favorita y una de las más grandes del heavy metal forever. Sin más comentarios.